Narra Felipe
Este ere el último día que estaríamos en Álamo Secó ya que la semana de vacaciones estaban terminando, por suerte este día era totalmente hermoso, el sol brillaba en todo su esplendor, los campos lucían completamente verdes por las recientes tormentas, las flores de diferentes colores abrían sus pétalos soltando al aire su dulce aroma, los árboles se vestían de hermosos tonos de verde, las aves volaban de aquí para allá cantando sus dulces melodías, así que para disfrutar de nuestro último día en Álamo Secó Gabo tuvo la idea de ir de caminata a la colina más cercana al pueblo de donde se podía observar la mejor vista de todo el lugar.
Luego de preparar todo en nuestras mochilas bajé a la cocina donde estaba mi mamá con abuela a quienes les avisé que saldríamos a caminar y que no vendríamos hasta el atardecer.
Gabo bajo con las dos mochilas en mano me extendió la mía y tomó otra mucho más pequeña que mí mamá le ofreció.
Al salir de casa comenzamos a dirigirnos pasando por el pequeño campo del pueblo donde se encontraba un grupo de niños jugando; mientras pasábamos uno de ellos pateó el balón el cual se dirigió hacia nosotros, así que yo tirando la mochila al suelo tome el balón con mis manos y me acerque a ellos para jugar un poco mientras Gabo observaba todo desde un banco ubicado bajo un frondoso árbol de Ceiba.En lo que uno de los niños me dió un pase lance el balón hacia Gabo y con una sonrisa retadora le hice señas con mis manos para que se uniera al juego, Gabo con algunas maniobras se unió al juego, jugando con el equipo rival.
Al terminar de jugar todos quedamos tirados en el suelo mientras reíamos de algunas payasadas de uno de los pequeños hasta que todos se marcharon a casa de uno de ellos; mientras nosotros retomaba mos nuestro camino, pasamos a un lado del parque donde nos conocimos para después tomar la calle que llevaba a la salida sur del pueblo.- es una gran subida la que nos espera, dijo Gabo viendo hacia arriba.
- no me digas que te estás echando para atrás, cuando tú fuiste el que sugirió la caminata; le respondí acercándome con algo de agua.
- claro que no, solo es que me preocupó por tí, dijo arrebatando me el agua de mis manos.
- ¡así! preocupado por mí, y se puede saber ¿por qué?, Le dije rodeando su cuello con mis brazos.
- ¡aaaa! Vera mi apuesto novio, tengo miedo de que a mitad de camino te canses y me toque llevarte cargado colina arriba y eso significaría para mí hacer un doble esfuerzo; dijo rodeando mi cintura con sus brazos mientras me besaba.
- jajajaja que riza me da, sabes que soñar es bonito y aunque se que sería lindo preocúpate por qué no te suceda a tí Gabriel, le dije separándome de él y comenzando a subir la cuesta.
- en eso tienes razón sería lindo llevarte cargado entre mis brazos hasta la sima, pero no me dejes atrás o me perderé y te quedarás soltero para siempre, dijo comenzando a caminar detrás de mí.
- ¡apresurate entonces! Y tú sabes que no lo estaría por mucho tiempo, sabes cuántos ahí afuera se mueren de ganas de probar un bombón como el que tienes de novio, te aseguro que son muchos y no tardaría ni un minuto en encontrar alguien, le dije extendiéndole la mano.
- ¡uuhhss! Eso duele, pero ambos sabemos que te mueres por mí y aunque hay tantos ahí afuera muriéndose porque tan solo los voltees a ver, yo que ninguno se compara con este mango que tienes de novio, me dijo tomándome la mano y con otra señalarse de pies a cabeza.
Yo solo sonreí ante su comentario, y con fuerza lo tire hacia mi juntando nuestros labios en un beso, para luego comenzar a subir tomados de nuestras manos.
Al llegar a la cima comenzamos a contemplar la mirada del lugar, de ahí se podía observar todo el pueblo, los verdes campos y montañas e incluso el lago, luego de contemplar por un buen rato la mirada ambos nos recostamos sobre el pasto verde y comenzamos a observar las nubes en el cielo azul mientras charla vamos de todo un poco.
Pasados unos minutos me senté, mientras Gabo hacia lo mismo que yo pero detrás de mí y rodeaba con sus brazos, mientras yo recostaba todo mi peso sobre él y reposaba mi cabeza sobre su pecho.A eso de las 2:15 de la tardé decidimos bajar de la colina y dirigirnos hacia el lago antes de regresar a casa.
Al llegar a orillas del lago Gabo abrió la pequeña mochila que mí mamá le entrego a éste y sacó de ella algunos bocadillos y algo de jugo de naranja; luego de comer todos los bocadillos y tomar el jugo Gabo se levantó y comenzó a desvestirse.- ¿pero que es lo que haces?, le dije con una sonrisa en el rostro.
- acaso no es obvio, me estoy quitando la ropa para meterme a nadar un poco, pero si quieres también puedo quitar me algo más, dijo comenzando a bajar su boxer.
- Gabo detente, acaso estas loco; sabes que mucha gente viene a este lugar con sus familias y podían verte desnudo, dije poniéndome en pié.
- esta bien, aguafiestas, pero que esperas para desnudarte o acaso vas a bañar con ropa o me dejaras a mí solito; dijo comenzando a desvestirme.
- esta bien ya me desvisto, pero déjame que yo puedo hacerlo sólo, ya estoy grande, no te necesito, dije alejándolo un poco.
- pero no dices eso mientras te desvisto cuando hacemos el amor, dijo dirigiéndose hacia el lago.
No guise responderle para que no volviera a decir otra estupidez, luego de desnudarme de dirigí hacia el lago y comencé a nadar junto a Gabo, el agua estaba tibia en este lugar no hacia falta hablar o pensar algo ya que todo era tranquilidad, la paz se podía sentir en el aire.
Luego de estar nadando por medía hora decidimos salir, Gabo saco una toalla de su mochila con la cual nos secamos antes de vestirnos; para luego dirigirnos de regresó a casa ya que pronto caería la tarde seguido de la oscuridad de la noche, y aún el camino correcto de regresó a casa era largo.
Nuestro regreso a casa fue tranquilo, por todo el camino Gabo y yo hablamos de cómo sería todo en el IAD al llegar, como habrían pasado los demás chicos sus vacaciones, y como serían los entrenamientos de ahora en adelante.
Pero para nosotros no importaba todo eso ya que nos bastaba con saber que teníamos al otro a nuestro lado. Al llegar a casa ya cayendo la noche ambos saludandonos a los demás y subimos a mí habitación donde nos desvestimos y nos dirigimos al darnos un bañó ya que estaba mos todos sucios, y no estuviéramos así de no ser por culpa de Gabo que me convenció de jugar a las carreras por el camino lo que nos hizo empujarnos mutuamente para hacer perder al otro lo que provocó que cayera mos en un charco de lodo.
Al salir de bañarnos nos pusimos algo de ropa más cómoda antes de bajar a cenar.
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No Quiero Ser Sólo Tú Amigo (O11CE)
RomanceFelipe a estado enamorado de su mejor amigo Gabo desde la infancia, y el sabe que Gabo también siente lo mismo por él; pero su temor de que al intentarlo su amistad se termine a evitado que ambos confiesen sus sentimientos hacia el otro. Pero eso te...