Capitulo 11.
Sus mejillas ardían ante aquél descubrimiento, su respiración estaba algo acelerada y su temperatura corporal había aumentado un poco. Avergonzada levanto su rostro tratando de escapar de la mirada del pintor, que en todo este tiempo la ha estado mirando con gran atención. Los segundos parecian eternos, Bulma podía sentir su corazón acelerado conforme la temperatura aumentaba cada vez mas.
Sin embargo, eso ahora era lo de menos. Sabe muy bien lo que ella a provocado, siente pena, verguenza pero de alguna manera en lo mas profundo de su ser esto le ha gustado, provocar de esta manera al mayor simplemente le ha facinado.
Vegeta rapido retira sus manos de la pared, dejando así a la mujer libre de su opresión. La mira por instantes, sintiendo sus mejillas arder y su miembro doler dentro de su pantalón.
-Ahora vuelvo.-Su voz sono ahogada en pena mientras salía de la cocina con los pasos apresurados.
Subió las grandes escaleras lo mas rapido que pudo, aunque le costaba, pues su entrepierna no le ayudaba del todo complicandole un poco la subida. Al llegar al baño pudo respirar con calma, dejando salir un largo y doloro gemido despues de haber cerrado con llave la puerta del baño, recargando su cabeza hacia la pared dejando su mirada en dirección al techo. Trataba de tranquilizarse, sobre todo su mente, pues al cerrar los ojos lo unico que podia ver era Bulma, solo Bulma y eso sólo hacía que empeorara las cosas.
No sabe como comenzó todo, lo unico que sabe es que de un momento a otro el la había besado, un beso tierno que por el pasar de los segundos se volvio mas intenso y necesitado. Cuando se dio cuenta el quería mas que un beso, quería tocarla de una manera suave y excitante, sentir su piel erizarse con la llema de sus dedos y poder escuchar sus sonoros gemidos salir de sus bellos labios. Esto le había aterrado, y si ¿ella piensa mal de el? y si ¿despues de esto ella decide irse y no volverle a ver? Todas esas posibilidades le habían indudando su mente en un santiamén dejandolo al borde de un ataque de ansiedad. La había cagado, definitivamente la había cagado al no controlar bien sus instintos pubertos hormonales. Angustiado, llevo sus manos a su rostro, soltando un grito ahogado entrecerrando los ojos. Necesitaba desahogarse y sacarse de una vez esta terrible angustia que se habia apoderado de el.
Pero lo mas importante, necesita arreglar las cosas con ella.
Pasaron unos largos minutos, en donde trataba de respirar y exhalar, al igual de lavarse la cara un par de veces para hacer que su erección cesará. Una vez que lo logro, se miro una vez mas en el espejo. Solto una leve risa, pues nunca antes le habia importado tanto su aspecto.
-Estoy hecho mierda.-Murmuro haciendo una leve mueca mientras se miraba en el espejo y se acomodaba el pelo torpemente.
Despues de eso, tomo la perilla de la puerta del baño, por ultima vez se armo de valor y salió del lugar bajando nuevamente hacía la cocina, recordando que hace como 15 minutos habia dejado a la mujer sola en aquel lugar.
Una vez llegando, la busco con la mirada y por un instante se alarmo al no verla.
<<¿Se abra ido?.>>
Esa pregunta le hizo recorrer un escalofrío. Lo único que menos quería es que ella se alejara de el por haber sido tan impulsivo minutos atras.
Caminó hacía la sala con los pasos algo apresurados, con la esperanza de que ella estuviera esperándolo ahí. A lo lejos pudo ver una cabellera de color azul celeste. Una gran oleada de alivio lo indundo al instante y al fin pudo dar un respiro en paz. Sigue aquí.
Se acerco a ella caminando con cautela e intentando no hacer mucho ruido para que esta no notase su presencia. Maldice un par de veces así mismo por actuar de esta manera tan ridicula, aun mas sabiendo que esta lleno de vergüenza y miedo. Vergüenza por dejarse llevar por sus impulsos y miedo al pensar que Bulma estuviera molesta al igual que esta ya no quisiera verlo por ese percance. Suena absurdo, y realmente lo es, no quiere perderla por esta estupides aun sabiendo que no son nada.
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Marioneta[Vegeta Y Bulma]
RandomVegeta es un joven pintor apasionado por su trabajó, sin embargo esa suerte cambia al darse cuenta que se ha quedado sin inspiración para seguir su motivación. Frustrado, decide encerrarse en su estudió por dias. Su amigo y fiel acompañante, Lápiz d...