(Cumple con la parte del trato.)

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Capítulo 18.

Un peso cálido se posaba encima de él. Repartiendole caricias, del mismo modo que despeinaba su exótico cabello mas de lo que se encontraba. Su respiración erá tan calida, que le causaba un pequeño escalofrio en su piel canela. Suspiró, abriendo sus ojos encontrandose con unos hermosos y grandes ojos color celestes. Se removio un poco de su lugar, haciendo que su acompañante jadeara un poco por el movimiento, hasta finalmente abrazarla mientras daba un beso en su hermoso pelo azul, olfateando profundamente su agradable escencia a citricos que tanto le encantaban y que tanto había hechado de menos.

-Me hiciste tanta falta.-Hundió su nariz aún mas en el pelo de su amada.

-Tu igual me hiciste tanta falta.-Respondió somnolienta, abrazando con sus delicadas manos el fornido cuerpo de su pareja.-Ya extrañaba estar así contigo, desnuda, sintiendo tu calida piel junto al mío...

Las mejillas del pintor  enriquecieron a mas no poder. Evitando reír de la pena por las palabras que su musa había soltado sin ningún filtro alguno.

-Díos...-Exclamó ocultando mas su cara en el pelo despeinado de Bulma.-No puede ser que seas tan descarada mujer...-Bulma soltó unas leves risas, que casi podrian llamarse musica para los oidos del pintor.

La Peliazul se separo un poco de Vegeta, recargando sus codos en el pecho del pintor, sin hacer tanta fuerza o presión para no lastimarlo, se acomodó sus mechones con sus manos con algo de ayuda de su pareja que lo veía sonriendo ladino, admirando con su penetrante mirada su belleza.

-No puedo evitarlo.-Dijo, mirandolo directo a los ojos.-Y mas cuando tengo a alguien tan guapo y maravilloso como lo eres tú, cariño. Tu haces que mi lado perverso salga a la luz.-Se acercó a los labios de su novio dando un pequeño beso, seguido de otro tras otro.

-Como dije antes.-Hizo una pausa, sintiendo de nuevo los carnosos labios de su musa contra los suyos.-Me encanta muchisimo que te compartes así.-Y si previo avisó pellizco una de las perfectas nalgas de su mujer, haciendo que Bulma jadeara con sorpresa.

-Oye no juegues sucio.-Dijo riéndose volviendo a besar los labios del pintor.

Así duraron un par de minutos, entre besos que cada vez se hacían mas profundos y sus toques iban subiendo mas de tono.

Vegeta la había extrañado, tanto. Fue una pesadilla no haber visto su hermoso rostro, no sentir su suave piel, no poder escuchar su voz sin el sonido de la bocina del telefono opacando su hermosisima voz. Desde el dia de ayer Bulma llego de su casa, sin decirle nada. De hecho lo tomó por sopresa al encontrarse trabajando en su estudió a las diez de la noche, pues su hermosa musa se le había subido encima de su espalda de un sólo salto. Se olvidó por completo de lo que estaba haciendo, pues su atención se presto solamente en ella. Charlaron por un rato en la cocina, y luego subieron a la habitación del pintor con el pretexto de que ya erá muy noche cómo para dejar que su novia se fuera en taxi. Se acorrucaron por un rato, dispuestos a dormir de una buena vez. Sin embargo, sus besos que significaban un "hasta mañana" se volvieron subidos de tonos hasta que finalmente ambos terminaron haciendo el amor de manera lenta, deleitandose con las diferentes sensaciones que sentían, tanto fisicos como emocionales. Despues de que los dos llegaran al preciado climax durmieron acurrucados, esperando despertar con la hermosa vista del otro al amanecer.

-Oye, si seguimos así terminaremos haciendolo de nuevo.-Dijo Vegeta separandose de los calientes y humedos besos de su amante.-Me gustaría hacertelo ahora mismo, pero lamentablemente no nos quedan condones.-Fruncio el ceño, sintiendo como Bulma lo besaba de una manera lenta y tortusa en su cuello para finalmente separarse de su escondite.

-Entonces lo dejaremos para otra ocasión...-Se separo del pintor, sentandose aún lado de la cama, estirandose soltando un tenue bostezo, dejando ver su buen formado cuerpo.

Marioneta[Vegeta Y Bulma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora