Marioneta[Vegeta Y Bulma]

(No serias capaz.)

Capitulo 25.

-¿Cómo fue que aprendiste a pintar a si de bien?.-Preguntó animada, recargando su barbilla en el hombro de su amado, observando el hermoso paisaje que había pintado del hermoso parque al cual siempre solían visitar.

Vegeta la volteo a ver, admirandola y amandola por el simple hecho de ser tan tierna. Su labio fruncido, y sus hermosos ojos brillando al ver su obra, su mirada luciendo con una pizca de curiosidad...

-No lo sé exactamente, simplemente comencé a hacer bocetos desde muy niño. Luego con el tiempo esos bocetos fueron evolucionando hasta convertirse en lo que vez ahora.-Explico dejando su pincel en el pasto, del mismo modo de sus otroa utensilios de pintura.

-Me gusta tu táctica...-Admitió.-A veces varía y eso me gusta. Puedes pintar algo realista y al otro puedes hacer simplemente puntos hasta formar algo hermoso. O simplemente puedes juntarlos y crear algo maravilloso.-Comento, mirandolo, sus ojos mirándose fijamente perdiéndose en sus miradas.

Las personas que pasaban por el parque miraban a la hermosa pareja del centro con ternura. Un joven de sueter azul con capucha junto a una hermosa chica de un sueter rosa a juego. Las personas que acostumbraban a visitar el parque los habían apodado como "El pintor y su musa" ya que siempre que se les podía ver en el centro del gran parque, viendo al joven pintando, tomado de la mano de su hermosa pareja, a veces podían encontrar al joven pintar el cielo o los árboles del lugar, o como ya erá habitual para ellos, verlo retratar a su pareja durante horas.

-¿Ya te dije hoy cuanto te amo?.-Fingió confusión, llevando su dedo a su barbilla pensativa, mirandolo con una gran sonrisa.

- No recuerdo que me lo hayas dicho en ningún momento. Me siento dolido...-El pintor llevo una mano a su pecho, fingiendo dolor. Bulma solto unas leves carcajadas por la mala actuación de su pareja.

Entonces lo empujó suavemente, haciendo que Vegeta cayera de espaldas al césped, luego de éso bulma se inclinó para colocar sus labios en los del contrario, iniciando un lento vaivén entre ellos. Vegeta le correspondió al instante, gustoso por tener los pomposos y suaves labios de su pareja junto a los de el, sintiendo el sabor a duraznos del bálsamo de su pareja que tanto adoraba saborear hasta no dejar ningún sabor en ellos. Bulma se separó lentamente, lamiendo sus labios mientras revolvía con su mano los mechones rebeldes del pintor.

En la mirada de vegeta lo único que se podía reflejar era el amor tan puro que le tenía, al igual de notarse esa característica sonrisa embobada de enamoramiento que a bulma tanto le encantaba ver en su rostro.

-Te amo...

-También te amo...

Admitieron ambos. Volviéndose a besar, esta vez de una manera mas intensa y llena de amor.