(¡Toqué!.)

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Capitulo 15

De todas las posibilidades que vinieron a su cabeza durante el caminó por saber a donde lo llevaría el pintor, sin duda, nunca se imagino que la llevaría a uno tan hermoso, y tan demandado como lo erá "Toqué", sus ojos brillaban de la emoción al igual de una inigualable felicidad por pisar los lujosos pisos de ése tan prestigiado restaurante. Aún no lo podía creer, ¿en serio ella se encontraba en toqué? Debería de ser un sueño. Bulma nunca tuvo la oportunidad de entrar a ese lugar, a pesar de vivir durante casi toda su vida en Canadá, puesto que erá muy conocido que muy dificilmente se podía sacar una reservación, de hecho, las reservaciones tenían que hacerse 3 meses con anticipación.

Bulma apreciaba todo el lugar evitando reir ante la emoción de encontrarse ahí. Vegeta lo notó al instante en el que se estaciono y vio el hermoso brillo de emoción en los ojos de su musa, se veía tan hermosa sonriendo a la vez que soltaba leves risas inconcientes de la emoción, parecía una niña de diez años ansiosa por subir a la montaña rusa. El pintor no podía estar mas que orgulloso por a ver sido el causante de esa emoción tan particular en una mujer tan hermosa, sería e imponente como lo erá Bulma brief.

Así que sonriendo ladino, decidió acercarse unos cuantos pasos mas en donde se encontraba, pasando un brazo por la esbelta y bien formada cintura de Bulma.

-¿Te gusta?.-Habló. Bulma sintió un escalofrío agradable, al escuchar la voz tan gruesa del pintor cerca de su oreja.

Sonrió, sintiendo sus mejillas arder.

-Me encanta.-Le respondió al instante, sonriendo a mas no poder, acercandose aún más a los fuertes brazos de Vegeta.

Caminaron a la vez que sus vistas admiraban cada pequeño lugar hasta que llegaron a la recepción donde se encontraba una joven mujer. Está traía su pelo recogido en una cola de caballo, a la vez que tenía puesto un traje sutil y provocativo al mismo tiempo. Vegeta carraspeo  a la par que decía un "disculpe" llamando la atención de la recepcionista, que al alzar la mirada, se mordió su labio inferior al ver el porte tan serio del pintor, hasta casi comerselo con la mirada. Bulma lo notó, no tardando en hervir en furia por la mirada tan descara de aquella mujer.

Tan siquiera disimula, maldita perra...

Pensó Bulma, tomando el rostro de Vegeta plantando un besó en los labios del contrario. El pintor abrio los ojos sorpendio, pero aún así, le sonrio devolviendole gustoso el besó, tomando sus suaves mejillas con sus manos volviendo el beso un poco las apasionado.

-Bienvenidos a Toqué, ¿en que puedo servirles?.-Habló al cabo de un minuto al ver como ambos dejaron de besarse frente a ella. Sonriendo forzosamente ante el descaro de la peliazul hacía ella.

-Vengo por la reservación al nombre de Vegeta Uoji.-Respondió Vegeta, acariciando con cariño el hombro de su musa.

-Bien, siganme.-Hizo un pequeño ademán con sus manos.-Los guiare hacía su mesa.-Dijo a la vez que salía del mostrador.

Vegeta reía de manera ronca, a la par que sostenía con cariño el hombro de su Bulma, quien lo miraba con una ceja alzada, mientras se preguntaba la razón por la cual el pintor podria estarse riendo. Pero aún así, su risa le tranquilizaba en lugar de molestarla, erá ronca, muy ronca... Le encantaba.

Las miradas no pasaron desapercibidas en ambos, pues todos los que se encontraban comiendo en ese lugar lograron reconocer de inmediato a Vegeta. Algunos le hicieron una leve reverencia, mientras que otros se dedicaban sólo a mirar de lejos, asombrados por la hermosa acompañante que le seguia a su lado. El pintor sonrió con orgullo, juntando mas a la joven peliazul a su lado, besando su cien con cariño, que con gusto, Bulma recibió cerrando los ojos por el tan calido toque.

Marioneta[Vegeta Y Bulma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora