Marioneta[Vegeta Y Bulma]

(Lo siento...)

Capitulo 20.

Miraba con devoción, amor y anhelo a la gran mujer que se encontraba posando frente a ella. De una manera tan sensual, sutil u decente a pesar de que sus partes intimas erán tapadas con una delicada tela de color blanca, que contrastaba perfectamente con su nivea piel de porcelana. Bulma lo miraba con un gran sonrojo en sus mejillas, aún sin poder creer que estuviera haciendo esto, sentía vergüenza, pero a la vez una gran adrenalina y emoción por imaginarse como quedaría emarcada en el lienzo.

-¿Ya casi terminas?.-Preguntó en voz suave, viendo la cara de determinación de su nlvio al pintar.

-Casi.-Respondió mordiendo uno de sus labios viendo a Bulma un par de segundos, sonriendole pricaramente, una acción que no fue desapercibida por la peliazul.

-No se porqué siento que me miras cómo si fuera un gran buffet.-Rió un poco, acomodando mejor la suave tela entre sus partes intimas.

-Estoy intentando recalcar los detalles mujer.-Dijo negando con una sonrisa, volviendo a su trabajó.-Aunque puede que si admita que te vez realmente candente posando semi desnuda frente a mi. Siento que tengo unas enormes ganas de hacerte el amor...

-¿Qué estás esperando?.-Le siguió el juego, destapando un poco de la manta dejando apreciar mas sus hermosas piernas ante la atenta mirada del pintor.

-No me tientes, Bulma.-Advirtió, mordiendose los labios.-Por más que me tientes no lograras doblegarme, al menos, no por los últimos diez minutos.-Le dijo. Bulma abrió sus ojos algo sorprendida.

-¿Tan pronto?.-Preguntó algo incrédula. Vegeta asintió, tratando de aguantar las ganas de soltar una carcajada ante los ojos tan abiertos que ahora tenía su musa, no creyendo muy bien que el pintor estuviese apunto de terminar su obra despues de una hora y media.

-Deja de mirarme así mujer.-Dijo soltando un par de risas.

-¿Cómo es posible que ya casi lo termines? La primera vez que me pintaste tardaste horas, eso es imposible.-soltó aún estupefacta.

-Cariño, conozco perfectamente todo de ti. Algo que me facilita mucho mi trabajó.-Respondio simple, viendo la gran sonrisa que su musa embosaba desde su lugar. Tan radiante, y los rayos del sol que entraban desde el ventanal donde se encontraban la hacían lucir mas radiante, como si se tratase de un ángel caido del cielo.

Un silencio relativamente cómo se formó, ambos inmersos en su propio mundo, sonriendose mutuamente cuándo el pintor alzaba su mirada para verla, cautivandose por su precioso rostro siendo levemente iluminado por los rayos del sol...

-Ven...-Le llamó el pintor luego de unos minutos. Bulma se paro emocionada, enrollandose con la suave tela para tapar su desnudez, acercandose al pintor.

-Wow...-Suspiró soprendida Bulma, sintiendo sus ojos dilatarse por la imagen tan irreal frente a ella.

El pintor sonrió orgulloso, asiendose espacio para sentar a su hermosa novia aún lado de ella. Sosteniendola de la cintura, besando con devoción su suave cuello con pequeños besos. Bulma suspiraba gustosa, sin dejar de ver el cuadro frente a ella. Se veía tan real e irreal a la vez, ¿en serio erá ella?.

-¿Te gustó?.-Preguntó el pintor desde su cuello, chocando su cálido aliento sobre su piel. Bulma sintió su piel erizarse por el suave tacto de su aliento.

-Un simple me encanta se quedaría cortó.-Dijo, mirando al pintor una vez que esté se alejo de su cuello.-Te quedo bellísima, tanto que dudo mucho que se trate de mí.

La pintura estaba pintada realista, tanto que hasta podía ver cada detalle siendo los lunares lo que más le sorprendía, pues varios de ellos no erá consiente de su existencia. Sus pestallas celestes resaltaban mucho, al compas de la luz de la ventana resaltando su hermoso cuerpo. Bulma se cuestinaba si su novio fue capaz de hacer todo esto durante dos horas siendo esto un trabajó que podría durar hasta un dia entero o más.