(Sentir nada.)

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Capitulo 29.

Se quitó la bufanda que se colocó antes de salir de su cuello, dejando caer su bolso y quitándose los tacones con maniobras arrojandolos a quien sabe donde, realmente no le importaba que estos se rompieran, es más, nada le importaba. Cuando alzo el rostro, pudo ver su imagen reflejada en el espejo. Se veía tan hermosa, con sus labios pintados con un rosa natural que los hacía lucir mas apetitosos, el rubor dandole un toque natural y su pelo azul celeste lacio como el de ningún otro. Lucía bellísima, pero a pesar de eso, no toda su atención se había centrado en eso sí no en la marcas ahora luciendo menos visibles en su niveo cuello, solamente eso bastó para que dejará de verse en el espejo. No soportaba ver aquella marca, y eso que a penas llevaba una semana en su piel, recordándole todo lo que vivió aquél atormentandola, torturandola.

Se olvidó de todo aquéllo, no valía la pena seguir llorando por ello, no tenía el derecho de hacerlo, pues ella misma se había encargado de provocar lo que ahora mismo le calaba en el corazón como mil agujas. Se sentía cansada, tanto física como mental. Últimamente había tenido tanto trabajo que la ahogaba tanto, por lo regular antes se encontraría feliz, dichosa de que muchas marcas reconocidas de maquillaje y ropa la estuvieran buscando para ser la portada que promocione sus nuevos productos, pero ahora, eso se estaba volviendo tan agotador que ya ni siquiera le causaba emoción, ya nada tenía sentido, mucho menos el sueño que por tanto tiempo se encargó de cultivar, acostandose con hombres con poder para hacerla escalar hasta el lugar donde se encontraba.

En su momento no le había importado, sin embargo, ahora se miraba al espejo y le daban nauseas por darse cuenta de la persona tan repulsiva que se había convertido, en como utilizó su cuerpo como si se hubiera tratado de mercancía para obtener lo que quería, el dejar que hombres la utilizarán para satisfacerse, tocandola. Todas aquellas personas, incluyendo a la única persona que creyó amar de verdad, todos la utilizaron para un simple fin, usarla como lo hizo jack. Y cuando al fin un hombre se había tomado el tiempo de amarla, respetarla fue ella misma que se encargó de masacrarlo, traicionarlo... Tratarlo de la misma manera en la que todos aquellos hombres lo habían hecho con ella.

Y era algo que definitivamente nunca se lo perdonaría. Al menos la marca en su cuello era la misma prueba de su gran error, haber perdido el amor de su vida por pura codiciada y ambición.

-Que horrible luce tu cuello, arruina por completo la hermosa piel que alguna vez bese...-Bulma se petrifico por un momento, cuando al abrir la puerta de su habitación encontró a jack a dentro jugueteando con las cortinas de la ventana.

-Que cínico eres para aparecerte por aquí, luego de haber hecho algo que claramente no estaba en lo que acordamos.-Se recompuso, no quería mostrarse vulnerable ante jack, ya no más.

-Según lo que recuerdo yo fue que haría todo lo que estuviera a mi alcance para cumplir con mi objetivo, tu estuviste de acuerdo con tal de que no mostrará el vídeo donde estoy follandote...¿Qué acaso se te ha olvidado?.-Jack mordio su labio, viendo el cuerpo de la que alguna vez fue su pareja, con morbosidad.

Bulma aparto la mirada asqueada por la mirada para nada disimulada que le dedicaba. Tapando bien con sus brazos su pecho algo descubierto.

-¿Borraste las copias?.-Preguntó. Reteniendo las ganas de que su voz saliera áspera por el coraje de simplemente tenerlo frente a ella, en su propia casa con una sonrisa que reflejaba satisfacción.

-Sabia que no me creerías si te dijera que ya lo hice, así que decidí hacerlo enfrente de tus narices. Conozco tu carácter, y no me gustaría que me estuvieras molestando a cada rato, ya obtuve lo suficiente de ti.-Sacó una memoria usb, al igual que su teléfono.

Bulma abrió sus ojos un tanto sorprendida cuando vio como enfrente de ella rompía tanto la memoria como su celular una vez que lo tiro al piso pasándolo reiteradas veces hasta que todo quedo hecho trizas. Fue entonces cuando en lugar de sentir como las lágrimas que con tanto esmero trato de retener durante los últimos dias empezaban a querer a salir con esmero, ellas las retuvo aguantando la respiración lo más que pudo. En un inicio pensó que sentiría un extremo alivio, pero en su lugar, no sintió nada, absolutamente nada. Jack se le quedó mirando un tanto anonado, para luego sonreirle con malicia.

-¿Que? No me digas que te enamoraste de el...-Comentó llenó de diversión viendo como ella de forma desesperada y avergonzada trataba de secar las pocas lágrimas traicioneros que salieron.

-Los dos obtuvimos lo que buscábamos en un inició, ya no veo mas la necesidad de que sigas entrando y saliendo de mi casa a molestarme cada vez que se te de la maldita gana.-Soltó entre dientes señalandole la salida, no le importaba que varias lagrimas siguieran saliendo, ella lo único que quería era que jack se largara de una buena vez.

Queria soltarse a llorar en su cama como una patética magdalena, lamentarse y gritar pero no frente a alguien como el. Necesitaba conservar la poca dignidad que todavía tenía. Pero al parecer a jack no le pareció importarle en lo mas mínimo, se le notaba tan divertido que a bulma le daban ganas de golpearlo a golpes. Sin embargo, no lo hacía, lamentablemente el hombre le ganaba en fuerza...

Jack se le acercó, tratando de rozar con su mano inútilmente las marcas en su cuello que en un movimiento brusco bulma las aparto de un manotazo que sorprendió a jack por segundos para luego reir maliciosamente frente a su cara.

-Esas marcas, el maldito trato de estragularte.-Lo afirmó, de todos modos era fácil de suponer.-Esta horrible marca no hubiera pasado a no ser de que no fueras a su casa a confesarle todo lo que te he estado obligando a hacer...

-¡Lárgate!.-Gritó hastiada, empujandolo al hombre desde la espalda hasta la salida con unas fuerzas que hasta ella misma se sorprendió.

-¡Ey!.

La tomo de la muñeca con fuerza, antes de salir mirandola a los ojos haciendola tragar en secó paralizandola del miedo.

-No te fíes de la poca confianza que tienes para tratarme de este modo, por que así como vez esta marca en tu cuello.-Paso sus dedos delicadamente por su cuello erizandole la piel con su tacto desagradable.-Puedo hacerla muchísimo peor y terminar con el trabajo que a su parecer vegeta no tuvo el valor de terminar.-Le amenazó.

Bulma tragó en secó, quitando su mano en un brusco movimiento, sostenienole la mirada. 

-Vete... Se supone que tienes un juicio dentro se unos días, ¿no deberias de estar preparandote para eso? Por que claro, de nada sirve que hicieras todo esto si al final Vegeta tendrá todas las de ganar.

Fuera de todo pronóstico, Bulma espero ver una pizca de ansiedad en su mirada, pero para su sorpresa fue todo lo contrarió. Se me notaba divertido y ansioso, como si sus palabras no le hubieran provocado en lo absoluto.

-¿Qué no has escuchado los rumores de tu noviecito?.-Solto una carcajada, acariciando sus cienes.-Los medios dicen que el juicio se atraso por nuestras ajendas apretadas, eso fue lo que el represente de vegeta les hizo creer.-La jalo por última vez, tomandola de los hombros, acercando sus labios al oído de la peli azul que miraba sus movimientos expectantes con una pizca de angustia.-La realidad es que, vegeta fue internado hace una semana, el bastardo casi sufre de un coma etílico...

Y con esas últimas palabras se alejó, saliendo de la habitación. Al poco rato la puerta principal se escuchó en señal de que jack al fin había salido de su hogar. Fue ahí cuando finalmente se dejó caer de rodillas, temblando de angustia, recordando todas aquellas botellas y el olor casi insoportable del alcohol abundar en aquella habitación.

Casi muere por mi culpa.

Los segundos que se quedaron así parecieron eternos para bulma, hasta que al fin pudo permitirse tirarse al suelo una vez que jack la solto y ella misma se cersioro de eso una vez que azote de la puerta cerrándose se lo indicó. Gritó, y golpeó varias veces el suelo mientras sollozaba con fuerza.

Ella no creía en el karma, sin embargo en estos momenros comenzaba a sentir todo el peso de sus malas decisiones.

Ella no creía en el karma, sin embargo en estos momenros comenzaba a sentir todo el peso de sus malas decisiones

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Marioneta[Vegeta Y Bulma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora