Capitulo Veinticinco

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Niall.

Ella no se acerca a mi, se que me tiene miedo, se toca la cabeza y suspira.

-No muerdo.-La digo, sin mirarla, miro como los cristales yacen en el suelo.

-No es eso.-Pongo una sonrisa falsa.

-Como tu digas.-Me bajo y la miro de frente.-Dilo.-La gruño.-Dilo, di que te has enamorado de mi, pero como crees que somos hermanos, lo nuestro no puede ser y todas esas putas mierdas, eres patética.-Golpeo su hombro al pasar por su lado, y subo las escaleras, no me gusta ser frio con la gente pero es lo que soy, la gente me lo pide a gritos que sean un hijo de puta y yo les doy lo que piden.

Pego un portazo en cuanto entro en mi cuarto, esta echo una mierda, todo tirado por todos lados, la ropa sin doblar y colgar, la cama sin hacer, y la persiana medio bajada, se que ella no va a subir aquí, si lo hiciera seria completamente tonta. 

Oigo un golpe, y luego como suben las escaleras, como sea ella que se prepare, yo solo aviso, me tiro en la cama y miro al techo, la puerta se abre lentamente y se perfectamente que es ella.

-Bienvenida a mi leonera.-Sonrío con asco, no oigo nada, levanto un poco la cabeza y la veo quieta mirando mi cuarto con bastante asco.-¿que pasa?.-La pregunto.-La niña pija de mierda no aguanta un poco de mierda por su alrededor.-Me empiezo a reír.-Eres tan patética.-Echo mi cabeza contra la cabeza.-Y tienes huevos de venir a mi cuarto, ole tu.-Hago un movimiento de mano.

-Para.-La oigo susurrar.

-No te oigo ¿Qué dices?-Oigo como gruñe.

-Que pares.-Grita, me siento en la cama, con las piernas estiradas y la observo, todo su cuerpo es jodidamente perfecto.-No me mires así.-Me observa.

-¿Como?.-Digo tranquilamente.

-Como si me estuvieras desnudando.-Sonrío con ganas.

-¿Y que pasa si lo hago?.-La reto.

-Oh por dios, que te den por culo.-Susurra, me empiezo a reír.-Quería hablar contigo.-Yo me sigo riendo.

-Fíjate que yo no.-La idea de follarla, viene a mi cabeza, y una tensión corre por todo mi cuerpo.

-Niall.-Susurra. Joder odio en la forma que ella pronuncia mi nombre en sus labios, solo de pensar como lo gritaría me pone.-No pienso que seamos hermanos, todo es demasiado confuso.-Levanto una ceja.

-¿Por que?.-Pregunto, levantándome de la cama y me acerco a ella lentamente.

-Tu y yo somos personas distintas, no tenemos nada en común y nos atraemos demasiado.-Dice muy bajito.

-¿Como?.-Pregunto, la he oído perfectamente peor quiero que lo vuelva a decir.

-No me hagas repetirlo, se que lo has oído.-Dice.

-Ya, pero quiero que lo digas.-La presiono.-Dilo- Pego su cuerpo al de ella.

-M...Me pones.-La miro a los ojos, que brillan, me hace gracia, la niña pija dice que la pongo.

-Pues que bien.-Me separo de ella, oigo como bufa.

-Mira Niall, no se que  mierda te paso en el pasado, pero yo no tengo la culpa de ello, déjame de tratarme como la mierda y de llamarme pija de manera continua. No me conoces de absolutamente nada, no puedes juzgarme.-Me giro y la observo.

-Tu si que eres el problema.-La digo.

-Oh por dios, madura de una vez, que no tienes tres años.-Me apoyo en la pared de la habitación y la observo de arriba abajo.

-Te pongo nerviosa.-Digo levantando una ceja.

-No.-Dice sin deje de diversión en su voz.

-¿Y si te lo hiciera aquí?.-Abre los ojos sin creérselo.-¿Que?.-Sonrió.

-Eres un estúpido.-Se cruza ella también de brazos, y me mira.

-Te encanto.-Sonrío.

-Púdrete.-

-Me echarías de menos.-

-Créeme que no.-

-¿Follamos?.-

-Vale.-

Abro los ojos y la observo, veo como gira sobre sus propios talones y sale del cuarto pegando un portazo, esta cría me pone cada vez mas, salgo corriendo del cuarto y la veo bajar las escaleras, antes de que acabe de bajarlas, la agarro la muñeca y hago que se gire.

-¿No decías que íbamos a follar?.-Ella levante una ceja.

-Lo has dicho tu, yo no.-Dice.

-Has aceptado.-Ella se encoge de hombros, se suelta de mi agarra y bajas las escaleras, me siento en las escaleras rendido, una sonrisa de imbécil se forma en mi cara.

Veo como hacia en salón, agarra su abrigo y se lo pone, sale atándose en abrigo, que lleva un cinturón. Se pone enfrente mío y su mirada se clava en la mía.-¿Que?.-Pregunto.

Por un momento duda en si decir algo o simplemente irse por donde a venido y dejarme sentado aquí. 

-Bueno...-Dice.-Había pensando.-Se calla, yo apoyo mi mejilla en mi mano y la observo con los ojos cansados, esperando a que siga-No te dan ganas de quitarme el abrigo.-Abro los ojos y la mire.-No, iba de coña.-Levanto mi dedo del medio y se le enseño.-Me voy.-Asiento.

-Buen viaje.-Ella se cruza de brazos. Me incorporo quedando de pie sobre el escalón, retándonos con la mirada.-Si te crees que te voy a rogar, por un polvo lo llevas claro Niñata.-Termino de bajar los escalones que nos separan.

Ella va andando hacía atrás hasta que no tiene más escapatoria y queda entre la puerta y yo.

-Ya vendrás arrestándote hacia mi.-Dice, yo me empiezo a reír, coloco una de mis mano a la altura de su cabeza y me pego más a ella, si eso es posible. 

Veo como sus cejas se disparan hacía arriba y se forman arrugar en su entrecejo al darse cuenta de lo que estaba haciendo. 

-Pídelo.-Digo.-Y dejémonos de juegos tontos.-Murmuro en bajo, clavando mi mirada en su boca y después en sus ojos.

-No.-Me encojo de hombros.

-Pues aquí nos quedamos, hasta que me lo pidas.-Me acerco despacio, provocando que nuestras narices se rocen levemente. Inclino la cabeza viendo como ella abre sus labios despacio, de manera que nuestros alientos se mezclan. 

Cuando noto su labio inferior tocando el mío me separo de ella poniendo algo de distancia.

-Eres un cabron.-Susurra.

-No es nada nuevo, ya lo sabes.-Me encojo de hombros.

El tiempo empieza a contar, nos retamos con la mirada, pero ninguno de los dos dice nada, simplemente estamos quietos, guardando tantos sentimientos como secretos, sin ser capaces de ser personas adultas y comportarnos como tales. 

-¿Cuanto vamos a estar así?.-Pregunto, ella se encoge de hombros.

-Tiene su gracia, nos queremos follar mutuamente, pero no hacemos nada para hacerlo.-Se empieza a reír, y yo con ella.

La paciencia rebosa en el vaso y finalmente se desborda cuando no puedo más, vuelvo a cortar la distancia entre nosotros. Coloco una de mis manos en su cintura y otra al lado de su cabeza. 

-Mándalo todo a la mierda.-Susurro, mis ojos vuelven a vagar por toda su cara hasta que decidido tomar el paso. Pego mi boca a la suya, al principio se impresiona, pero finalmente me sigue el beso, colocando una de sus manos en mi cuello. Nuestras lenguas salen a jugar cuando abrimos la boca y todo mi cuerpo tiembla ante las sensaciones, al tenerla cerca y por fin terminar con este tira y afloja. 

Mis manos viajan desde su cintura hasta el dobladillo de su camiseta, la voy subiendo poco a poco viendo como su piel se eriza ante mi tacto, sonrío de lado sobre su boca y acaricio su vientre, para subir hacía su pecho.

Shade. [Niall Horan Punk ] CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora