Aceptame

VI

Hinata entró a su habitación cansada, se deshizo de la yukata y en ropa interior se tiró a su cama.

Ronroneó satisfecha contra sus sabanas mientras sentía como el sueño se apoderaba rápidamente de su cuerpo.

—¡Hinata-nee-sama!

Sueño que se fue de inmediato cuando la puerta se abrió y por ella una emocionada Hanabi entró lanzándose sobre su semi desnudo cuerpo.

La decepción la embargo al darse cuenta de que definitivamente no podría dormir esa tarde.

Gimió triste contra su almohada mientras sentía a su hermana saltar sobre su espalda.

—¿Qué pasa Hanabi-chan?

—¿Cómo que qué pasa? ¿Cómo te fue en tu cita? ¿Cómo era el hijo del feudal del rayo? ¿De verdad es tan bonito como lo cuentan? ¡Ya se corrió el rumor de que estas buscando un omega para enlazarte!

Hinata abrió los ojos asustada al escuchar eso último «Otra vez no, por favor» pensó mientras lloriqueaba internamente.

—¿Hinata-nee-sama? ¿Me estás escuchando?

Suspiró e hizo el ademán de girarse para que su hermana se le quitara de encima.

Miro los ojos blancos de la menor brillar emocionados y no pudo evitar sonreír mientras volvía a suspirar.

—Mi cita estuvo bien, Raisuke-kun es una persona muy amable. —contestó por fin, pero su hermana siguió observándola, esperando algo mas de su parte —¿Qué?

—¿Eso es todo? ¿Una persona muy amable?

—No se que mas podría decirte sobre Raisuke-kun. Le gusta la manzanilla y el pan dulce. —Hinata sonrió recordando las conversaciones tan triviales y hasta ridículas que había tenido el día anterior con el omega.

Sin embargo, Hanabi la vio entrecerrando los ojos.

—Entonces no es tan bonito como lo pintan. —se encogió de hombros y se acostó con aires presumidos, Hinata arqueó una ceja.

—¿De qué hablas? Raisuke-kun es de los omegas mas hermosos que he visto.

Sonrió burlona cuando la castaña se levantó de golpe y la vio indignada.

Ella sabía que Hanabi era elogiada por su creciente belleza, tenía el atractivo de un omega, incluso superando en aspecto a varios, sin embargo eso le había dado un aire bastante ególatra, aire que, en su opinión, no debería de tener.

—¿Qué pasa Hanabi-chan? ¿Es eso lo que querías escuchar? ¿Sobre la belleza de Raisuke-kun?

La castaña la observó en silencio, con seriedad y el rostro tenso.

—Porque creeme hermana, podría hablar de eso todo el día. Tiene unos ojos hermosos, más azules que el mar pero que brillan tanto como el sol, dos joyas únicas de verdad, jamás había visto unos ojos azules tan hermosos...

—Lo siento nee-sama, pero tengo que continuar con mis deberes, si me disculpas. —Hanabi hizo una pequeña reverencia y se fue, la alfa no pudo evitar reír levemente cuando ya no había señales de la menor.

Sabía que era cruel de su parte recordárselo, Hanabi era hermosa, verdaderamente hermosa, pero eso nunca la haría una omega, simplemente no se podía competir contra ello. Y Hinata no colaboraría para aumentar su ego y darle alas que en algún momento serian cortadas.

...

Ino se recargó aburrida contra el mostrador. Miraba a la gente pasar frente a la entrada de la floristería y hablar emocionada de los chismes mas recientes que asaltaban la aldea.