Lo miró entre pestañas, simulando que no se había dado cuenta de su presencia tras aquel escrito que se supone debía estar estudiando.Era pequeño y de cabellos rojos. Hanari nunca había visto a alguien así, incluso ella, que pertenecía a una familia poco común, estaba sorprendida por la salvaje elegancia que se mostraba ante ella.
Era tan bonito como una rosa, incluso más que aquellas que decoraban los rosales del jardín. El suave perfil que presumía una bonita nariz de botón hacía que su garganta se secara, ni siquiera las pequeñas cinturas de las doncellas que atendían a su padre se podrían comparar con el delgado cuerpo envuelto en un corset negro.
Hizo un gesto con la mano e inmediatamente una sirvienta se inclinó para servir más té en su taza. Hanari aprovechó para obtener información.
—Su nombre es Kamanari Inoe, Hanari-sama. Viene de las tierras del Sur para reunirse con la familia Ryuji.
La mujer frunció el ceño suavemente. —¿Qué busca con la familia de los Ryuji?
—Escuché de las doncellas del líder que el clan Kaminari busca unirse a ellos para elevar su estátus. Parece ser que tienen problemas con el Feudo.
—¿Qué más sabes?
—No mucho, es un omega que iba a ser prometido al sobrino del Feudo del Sur, pero al parecer hubo un problema entre familias y los han rebajado en prestigio.
Hanari asintió despidiendola. Como si el jóven hubiera sentido su mirada, ladeó el rostro en su dirección y se encontró con sus ojos. La mujer le sonrió recorriendo el cuerpo estilizado deliberadamente con la vista, bajando el escrito y llevando la taza a su boca, el omega parpadeó coqueto y apretó una sonrisa entre sus labios, escabullendose entre los rosales del jardín.
—¿Ya se concretó un acuerdo con los Ryuji?
—Me parece que no, señorita, el jóven Kaminari se alojará en los aposentos de la segunda familia hasta que se formalice un encuentro con el hijo mayor de los Ryuji.
—¿Cuando será eso?
—Se rumorea que en dos días, pero no puedo afirmar nada, lo siento, Hanari-sama.
La mujer se levantó de la silla y bajó los pocos escalones que la separaban del jardín. Se adentró en los caminos de altos y espesos rosales, buscando entre ellos la suave figura del omega con la esperanza de encontrarse con él y verificar si su aroma sería tan dulce como parecía.
Entonces vio por el rabillo del ojo como alguien pasaba detrás de ella, se giró a tiempo para ver la figura envuelta en una camisa blanca y un corset negro ocultarse en otro pasillo de rosales.
Hanari sonrió, caminando rápidamente tras él, apretando los labios cada que el omega volvía a esconderse y aparecer tras ella soltando pequeñas risas.
La mujer presionó la lengua contra la mejilla y se detuvo divertida, sabiendo que el omega aparecería tras ella pensando que seguiría el otro camino. Esperó unos segundos y se volteó en una esquina de los pasillos, sorprendiendo al pequeño cuerpo que chocó contra ella.
El omega alzó la vista con los ojos bien abiertos, retrocediendo un paso. Hanari sostuvo su cintura por si acaso el jóven amenazaba con caerse y sonrió ladina.
—No es común encontrar bellezas más grandes que las rosas. —comentó en voz baja. —Dime, jóven de cabellos rojos, ¿acaso eres una rosa que por envidia de las flores ha sido convertida en un hada que vaga entre los rosales de este jardín?
—La señorita me halaga innecesariamente, este jóven servidor no es merecedor de compararse con las hermosas rosas de este espléndido jardín, sin embargo, aceptaré sus palabras con regocijo, puesto que no me atrevo a rechazar a su persona.
—El jóven afirma no poder compararse con los suaves pétalos, pero no he visto rojo más brillante que el que lleva sobre usted, ni cosa más delicada que la piel de su rostro.
—La señorita es muy amable con este su servidor. Más no puedo agradecer de corazón a quien desconozco de nombre.
Hanari se alejó de él e hizo una reverencia llevando una de sus manos a su espalda y otra a su corazón. —Mil disculpas le ofrezco por mi descortesía, puesto que la belleza del jóven me ha dejado impacta, he olvidado casi mi nombre. Llamada por mi madre Hanari, soy la hija mayor del líder de la familia Miyazaki.
El omega sonrió haciendo una reverencia con ambas manos unidas al frente. —De la familia Kaminari en el Sur, soy llamado Inoe, le ofrezco mis respetos, honrado de estar frente a alguien de tan alto prestigio.
Ambos se miraron con ojos brillantes y Hanari incluso olvidó deshacer la posición de sus manos. Embobada con el olor dulzón de la canela y chocolate que flotaba en el aire, la mujer no pudo pensar en nada más que la belleza que sonreía tímidamente frente a ella.
—¿Será muy apresurado para el joven de rojos cabellos si esta mujer descortés le invita una taza de té?
—No me atrevería a rechazar tal proposición de la señorita.
Hanari sonrió, extendiendo el brazo para que el omega se sostuviera de ella, y lo último que supo, fue que él sería el próximo objeto de sus sueños y motivaciones, y por su nombre juraba bajo los cielos que le pertenecería así como ella le pertenecía a él desde ese momento.
Esta es una muestra de como se conocieron Hinata y Kosuke en sus vidas pasadas. Espero que les haya gustado. Gracias por leer.
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Aceptame
Fanfic"Aceptame, con mis defectos y virtudes, aceptame, porque nadie va a amarte de la misma forma en que lo hago yo." Hinata tiene que encontrar a un omega para desposar si quiere ser la líder de su clan, el problema es que la omega que ella quiere, no e...