Sakura caminaba enojada en dirección a la entrada de Konoha, ese día tenía una misión con su equipo y no regresaría hasta dentro de una semana al menos.«Quiero a Hinata-sama »
Ignorando a su omega sonrió a algunos aldeanos que desde sus puestos ofrecían sus productos tan temprano en la mañana.
«Quiero a Hinata-sama »
Rodó los ojos fastidiada, su ceño se frunció recordando que aquella alfa no la había ido a buscar desde que interrumpió su cita que al parecer no era una cita en el café que tanto le gustaba.
«¡Hinata-sama! » lloriqueaba la loba alargando las vocales tratando de que la alfa la escuchara.
«Si no te escuchó en los últimos días, ¿qué te hace pensar que te escuchará ahora? » le preguntó fastidiada.
«¡Todo es tu culpa! ¡Hinata-sama esta enojada por tu culpa!»
«¿Mi culpa? Fuiste tu quien me hizo actuar de esa manera»
«¡Hinata-samaaaa!»
Suspiró cansada, irritada y confusa.
Admitía que se había equivocado. Tal vez había exagerado su reacción aquel día, y tal vez debió haberse disculpado en vez de gritar, enfadarse y huir.
Tal vez debió haber ido a buscar a Hinata en lugar de esperar a que la alfa la buscara a ella.
Llegó al punto de reunión que era la puerta de la aldea encontrándose con solo uno de sus compañeros.
Agradeció que su loba estuviera lo suficientemente ocupada aullando y chillando por no estar junto a Hinata como para darse cuenta de que estaban a solas con Sasuke Uchiha.
Desde que se había presentado su relación con aquel beta no era la mejor. Naruto había logrado traerlo de regreso cuando tenían 16 años, y fue justo a los 16 años que se había presentado como omega.
Admitía que lo había amado durante su periodo como beta, lo suficiente para no tomar en cuenta a los demás, pero su loba lo había detestado desde el primer momento, alegando que ese “emo ingrato vengador sin sentido común ni consciencia de sus actos que debió haber sido abortado en la primera semana de gestación” no era digno de ella.
Sinceramente no entendía de donde venía tanto odio. Sasuke era su amigo, su compañero y parte de su segunda familia, y si bien había cometido algunos errores que lo llevaron por el camino equivocado, llevaba tres años buscando redención.
Se recargó en un árbol a dos metros de distancia del Uchiha, no lo saludó ni tomó en cuenta, sintió la mirada de reojo que él le dio pero lo ignoró por completo. Ella ya no tenía nada que ver con Sasuke, su loba se lo había dejado bien claro hace tres años.
Realmente no sabía que era lo que el Uchiha sentía por ella, lo que significaba para él aún era un misterio y poco a poco iba importándole menos.
Era parte de su pasado, y Sakura solo quería avanzar.
—¡Chicos! Perdón por la tardanza, unas chicas me detuvieron a medio camino. —Naruto sonrió avergonzado mientras se rascaba la nuca.
Sakura rodó los ojos divertida, desde que el rubio se había convertido en el héroe del mundo ninja se había vuelto el beta mas codiciado de la aldea.
El número de admiradoras que tenía era casi comparable con el de Hinata Hyuga (quien se había hecho bastante famosa después de crecer como ninja al explotar su potencial después de la cuarta gran guerra ninja), y estaba segura que de no ser porque era un beta y no pertenecía a un clan poderoso como lo era el Hyuga, lo superaría.
Sakura suspiró, Hinata no saldría de su cabeza por un buen rato.
—Hey, Sakura-chan, ¿sigues enojada?
Miró confundida al rubio, quien se mantenía temeroso a una distancia considerable de la Haruno.
—¿Enojada?
Fue entonces que sus ojos se abrieron con sorpresa y sus mejillas se sonrojaron.
“—¡¿No se supone que eramos amigos?! ¡Te odio, maldito imbécil!
—¿Sakura-san?
—¡No me toques, no quiero saber nada de ti tampoco, los odio!
Sakura salió corriendo de la pequeña cafetería, su nombre siendo gritado por dos de las personas que mas quería en el mundo.”
—A-ah, perdón por eso Naruto, no sé que me pasó. —se disculpó avergonzada, el rubio sonrió aliviado.
—¿Entonces todo bien?
—Todo bien. —Sakura sonrió, pensando en que cuando regresara arreglaría las cosas con Hinata, se confesaría y entonces se permitiría ser feliz junto a aquella alfa que le había robado el corazón.
Por fin la suerte le sonreiría a la Haruno, ¿qué podría salir mal?
...
—Gracias por todo Hinata. —Ino le sonrió a la alfa.
La noche caía y recién acababan de llegar a los aposentos del clan Yamanaka.
—Te lo debía, realmente siento lo de la ultima vez, no fue mi intención hacerte sentir mal.
La rubia la abrazó y sintió a la azabache recargar su barbilla en su hombro.
Ino no se resistió e inhaló lo más que pudo el olor de la alfa, su omega ronroneo satisfecha dentro de ella.
—Me divertí mucho hoy.
—Yo también.
Se mantuvieron en silencio unos momentos, simplemente rodeándose del aroma de la otra, sintiendo esa paz que les había hecho falta desde hace días.
—¿Sabes, Ino-san? —susurró la menor.
—Mmh.
—Tal vez ya no puedo luchar por Sakura-san, pero jamás dejaré de luchar por ti —la rubia abrió los ojos sorprendida —No puedo darte lo que buscas, pero nunca dejaré que me alejen de tu lado, incluso si me obligan a casarme, a marcar a alguien que no quiero, a encerrarme en una tortura por el resto de mi vida. Nada hará que deje de amarte y protegerte. Te amo Ino.
Besó la mejilla de la Yamanaka y sonriendo una vez mas se marchó.
Ino sintió las lágrimas llenar sus ojos. Hinata había quitado una inseguridad que ni siquiera sabía que tenía, sintió un peso ser sacado de encima suyo al saber que no importara lo que pasara, Hinata seguiría a su lado como desde hace 6 años.
Y a pesar de eso, lo único en lo que de verdad podía pensar era que daría todo porque ese “Te amo” hubiera significado otra cosa.
Sin poder evitarlo cayó de rodillas al suelo y lloró ahí, sin nadie que pudiera consolar a su roto corazón.

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Aceptame
Fanfiction"Aceptame, con mis defectos y virtudes, aceptame, porque nadie va a amarte de la misma forma en que lo hago yo." Hinata tiene que encontrar a un omega para desposar si quiere ser la líder de su clan, el problema es que la omega que ella quiere, no e...