Aceptame

XVIII

—Padre, padre por favor. —rogó Hinata, siendo ignorada por completo. El líder del clan Hyuga avanzaba con Sakura Haruno pisándole los pies.

Al ver que no conseguiría nada por parte de su progenitor, Hinata detuvo a la omega de la muñeca, impidiéndole seguir el paso.

Sakura se mantuvo recta, negándose a verla.

—¿Qué se supone que estás haciendo? —siseó sintiendo que en cualquier momento se le saldría el corazón por la boca.

Pero la omega no respondió, se soltó tirando de forma ruda el brazo y siguió avanzando tras el Hyuga mayor.

Hinata apretó los puños por ser ignorada, Hanabi llegó por atrás y la tomó del brazo deteniendola de volver a correr tras los otros dos.

—Sabes que no puedes intervenir.

—Me importa una mierda, Hanabi.

La menor volvió a tirar de ella y siseó con dureza. —Si realmente te valiera mierda, no habrías aceptado desposar a alguien más.

Hinata se soltó y continuó su camino hasta la oficina de su padre, cuando estuvo frente a la puerta pasadiza se detuvo con un nudo en la garganta y las manos temblando.

Ella quería entrar, realmente quería hacerlo, pero su cuerpo no se movía, no reaccionaba por más que lo intentaba.

—Quiero pedir la mano de Hinata.

Su corazón se detuvo cuando las palabras llegaron a sus oídos a través de la puerta para luego comenzar a bombear con fuerza.

—Que descaro, un omega pidiendo la mano de un alfa. Lamento informarle, señorita Haruno, que mi primogénita ya está comprometida.

—Pero aún no está casada, ella tiene el derecho de decidir.

—Sí, y ya lo hizo. Me temo que los preparativos ya se están llevando a cabo. Los omeyas esco-

—Puedo ser mejor que cualquier omega que hayan escogido, lo sabe.

—Creo que no está viendo la posición en que se encuentra, señorita Haruno. Usted viene de padres civiles, no tiene dojutsu ni la educación y prestigio que el clan Hyuga ha llevado por años. Usted es solo una ome-

Hinata no pudiendo soportarlo más, entró en la habitación, avanzó sin dudar hasta colocarse junto a Sakura, tomándola del brazo y forzandola a levantarse de la silla. Enfrentó a su padre, quien estaba mirándola con indiferencia detrás de su escritorio.

—Es suficiente, padre. —habló conteniendo el conjunto de emociones que comenzaban a revolverse en la boca de su estómago. —No es necesario que-

—No tendré dojutsu, ni clase, y tal vez mi apellido no signifique nada para ustedes. —interrumpió Sakura, Hinata sintió que se le secaba la garganta. —Pero soy la discípula de uno de los tres Sannin, de la quinta y el sexto Hokage, soy una de las kunoichis más fuertes de las últimas generaciones, soy la heredera del Byakugo, una de las mejores ninja médico que existen, y podría ganarle a cualquiera de ustedes en un enfrentamiento.

—Sakura, por favor no-

—Si tan segura está, entonces que así sea. —Hiashi se levantó de su asiento con un semblante pesado, Hinata intentó poner detrás de si a Sakura, pero la omega se mantenía firme en su lugar. —Dentro de una semana se realizará un combate cuerpo a cuerpo en el dojo principal de los Hyuga. Si logra ganar contra nuestros cinco mejores miembros, entonces permitiré su matrimonio.

—¿Y si pierdo?

—Entonces no podrá volver a acercarse a mi primogénita. —sentenció el mayor, Hinata casi podía ver la sonrisa de autosuficiencia que quería colarse en el rostro de su padre.