XII

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—¡Por fin! Tengo tanta hambre.

Sakura empujó a Naruto apenada. —Oh, Dios, callate Naruto, incómodas a la gente.

El rubio rascó su nuca mientras sonreía avergonzado y caminaba hacia una de las mesas más apartadas de aquel restaurante. Sasuke hizo una mueca fastidiada siguiendo a sus compañeros.

—Demonios, no tenía idea de que éste lugar fuera tan elegante. —maldijo la omega por lo bajo viendo cómo desencajaban con sus ropas ninjas entre tantos vestidos y pantalones de vestir.

—Que no te afecte Sakura-chan, es solo ropa.

La mujer suspiró abriendo el menú para leer las opciones. Trató de no mirar hacia el resto de los comensales, pero no pudo evitar levantar la mirada cuando una voz familiar se escuchó.

—Wow, es tan bonito como decían. ¿Ya viste esa pintura? ¡Es hermosa!

Sakura sonrió y estuvo apunto de llamar a la que era una de sus mejores amigas, pero se detuvo cuando vio que cierto beta entraba detrás de ella.

—¿Esos son Ino y Sai? —Naruto preguntó sorprendido. —¡Deberíamos llamarlos! —sonrió alegre.

—No te atrevas Naruto. —amenazó la Haruno.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Es obvio que están en una cita, imbécil. —habló el Uchiha sin despegar los ojos del menú. Naruto lo fulminó con la mirada.

—Sasuke tiene razón, no vamos a interrumpirlos.

El rubio bufó asintiendo.

...

—Gracias por traerme Sai.

Ino sonrió tomando asiento en una de las mesas del centro. El beta mantenía su típica sonrisa.

—No se supone que debas agradecerme, es una obligación del hombre llevar a su pareja a lugares especiales para celebrar fechas especiales.

Ino rodó los ojos divertida y tomó el menú.

—¿Qué te parece si después vamos a caminar por el parque? Los cerezos están floreciendo, tal vez podamos tomar un helado mientras lo...

La omega calló cuando una pequeña cajita era depositada sobre la mesa. Miró sorprendida a su novio.

—Felices seis meses Ino.

La menor se sonrojó levemente tomando el regalo.

—Gracias, pero yo... —lo miró apenada. —Lo siento Sai, no te he comprado nada.

—No importa, ábrelo cuando acabe el día.

La Yamanaka asintió sonriendo —¿Qué es? ¿Un collar? ¿Aretes?

El pálido negó sin borrar su sonrisa. —Es una sorpresa.

—¿Por qué no puedo abrirlo ya? —se quejó —¿Es caro?

—Lo sabrás después. —el azabache deslizó una mano hasta ella y le quitó la caja sin borrar su sonrisa.

—¡Sai! No seas malo.

...

El equipo siete conversaba alegre después de haber recibido su comida.

Sakura sonrió mirando con disimulo a su amiga y su novio agarrarse de las manos hablando entre susurros que parecían ser bastante dulces.

Suspiró pensando en lo lindo que sería poder compartir algo así con cierta alfa que no dejaba de dar vueltas en su cabeza.

Su lobo se agitó feliz en su interior. Él solo recordar aquel aroma a lilas y menta que tanto le gustaba la hacía suspirar.

Y tan distraída estaba pensando en ello que no se dió cuenta cuando las miradas de los demás clientes se centraban en una elegante omega de largos cabellos rosas.

Hasta que Naruto habló. —¿Quién es ella?

Sakura miró confundida en su dirección y observó curiosa al nuevo rostro. Le pareció bonita, bastante hermosa. Tomó una mesa pegada al ventanal del restaurante y la luz del sol hizo que su piel bronceada reluciera.

Los cuchicheos no se hicieron esperar, los murmullos asombrados y halagos indiscretos a los que aquella omega permanecía impasible, posiblemente acostumbrada a la atención.

—Es bonita. —dijo el rubio sin despegar la mirada de la chica, Sakura asintió de acuerdo.

—No le veo nada de especial. —Sasuke se encogió de hombros y continuó con su comida sin interés.

...

—¿Tendrá pareja?

—No huele a enlazada.

—Dios, huele delicioso.

Ino rodó los ojos tras escuchar tantos comentarios sobre aquella omega. Desde donde estaba podía percibir un leve aroma a chocolate y cerezas, que estaba segura pertenecían a la chica de cabellos rosas. También podía ver que tenía unos hermosos ojos grises.

—Debe ser del clan Ryosuka. —miró a su novio confundida, Sai sonrió —Por sus ojos, son una característica común de ese clan, si te das cuenta tiene una pupila muy pequeña. Se especializan en los jutsus de viento.

La rubio formó una "o" con su boca y asintió.

—Me compadesco de ella, debe ser horrible llamar tanto la atención.

Ino se encogió de hombros restándole importancia, sin embargo, su cuerpo se tensó cuando nuevos susurros llegaron a sus oídos.

—Hinata-sama está aquí.

—¿Será su omega?

—¡Trae flores!

Levantó la mirada de golpe. Ahí, en la puerta del restaurante, Hinata se encontraba vistiendo tan elegante como la omega de ojos grises, portando un hermoso ramo de orquídeas y rosas rojas.

Su corazón se detuvo y un nudo se instaló en su garganta cuando la vio acercarse a la mesa pegada al ventanal.

...

Un olor que reconocería en cualquier lugar la llenó, un aroma a lilas y menta, fresco y veraniego, como tanto le gustaba.

Su omega se retorció por el gusto y placer, sin embargo, toda esa satisfacción que había sentido se desvaneció tan rápido como llegó.

Porque al levantar la mirada, y ver que aquellos ojos perla que tanto le gustaban no la miraban a ella, no había sido grato.

No lo fue cuando el ramo de flores que llevaba en manos fue extendido hacia otra mujer.

No sabía que estaba pasando, pero deseaba que todo fuera falso, una mentira que su mente creaba para asustarla, una pesadilla de la que despertaría en cualquier momento.

Sí, lo deseaba, pero el nudo en su garganta se sentía demasiado real como para serlo.

AceptameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora