Hinata caminó apresurada por los pasillos de la mansión Hyuga. Había recibido el mensaje mientras estaba en una junta con el Hokage y los demás líderes de clanes, para todos había sido una gran sorpresa ver a la seria e imperturbable Hinata Hyuga correr desesperada por los techos de la aldea.No le importaba en absoluto, en ese momento lo único que llenaba sus pensamientos era su omega, su omega dando a luz.
Llegó agitada a la puerta de la habitación donde estaban ayudando a Hikaru y se encontró con su otra omega mordiendo sus uñas con nerviosismo. Debido a su propio embarazo, habían decidido que ella no estaría presente en el parto de su gemelo para no alterarla, pero ahí estaba.
—Hikari, no puedes estar aquí. —reprendió la mayor con el ceño fruncido. La omega se colgó de su haori y la miró con ruego.
—Quiero estar con él, alfa, por favor, por favor, por favor...
A decir verdad, Hinata aún tenía dudas sobre los sentimientos de ambos omegas, ninguno de los dos había sido claro al respecto, y se habían asegurado de que nadie, ni siquiera ella, los atrapara en una situación que comprometiera su imagen.
Lo único que sabía, es que era muy fuerte, lo suficiente como para pasar por sobre su autoridad. La alfa suspiró, ansiosa por entrar a la habitación, pero sabiendo que no podía hacerlo con la alterada omega ahí.
—No puedes, y lo sabes. —regañó. —Justo esto queríamos evitar, Hikari, mira como estás.
—¡Estoy bien!
—No, no lo estás, ¿y cómo crees que se pondrá él si te ve así? ¿Quieres entrar? Cálmate primero.
Hikari parpadeó con un sollozo, y, sin soltarse de su alfa, comenzó a inhalar y exhalar en un intento de controlarse a si misma. —Si me calmo, ¿promete que me dejará entrar con él?
Hinata arqueó una ceja, ¿como se atrevía esa omega insolente a cuestionarla de esa manera? Aunque ya nada le sorprendía, llevaban poco más de un año casadas y comenzaba a hacerse a la idea de que sus omegas pasaran por sobre su palabra como si nada.
—Si logras demostrar que puedes ser de ayuda y no un estorbo, entonces sí, te dejaré entrar. Pero, —Hikari no alcanzó a emocionarse cuando Hinata alzó su dedo índice entre ambas. —si algo le pasa a este bebé, toda la responsabilidad caerá sobre ti, ¿sabes lo que eso significa?
La omega sorbió su nariz y asintió. Desde su caída, su embarazo había sido tachado de complicado, si entraba ahí y la situación la sobrepasaba, no sólo pondría en riesgo a su bebé, también comenzarían a cuestionar su buen juicio, si lo pensaba a fondo, el Consejo del clan vería esto como una nula fuerza de voluntad y daría por hecho que no era digna de ser una omega madre.
Ya era vista como menos que su hermano, arruinar más las cosas con esto la afectaría más temprano que tarde. Hinata no dejaría que la marcaran porque el alfa líder no podía estar con alguien de la rama secundaria, sin embargo, sabía que el Consejo ya estaba viendo la forma de convencer a Hinata de romper su lazo.
Entonces no sólo ella se volvería un integrante de la segunda rama, también lo haría su bebé. Perdería todo por lo que había luchado.
Perdería su posición en el clan, su libertad, y a su hermano. Todo por un capricho.
Hinata sintió como era liberada del agarre de la omega conforme los minutos pasaban, podía ver la mirada atormentada de la castaña y las lágrimas que se acumulaban en sus ojos. La azabache suspiró tomando sus mejillas y susurrando sobre sus labios.
—Estuviste durante todo su embarazo, estás aquí ahora, que no estés ahí dentro no quiere decir que no lo quieres, no quiere decir absolutamente nada. —aseguró besando los labios rosados. —Él entiende que no puedes entrar en estas condiciones y lo acepta, porque te ama a ti y al bebé que llevas dentro, ¿no lo amas tú también?
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Aceptame
Hayran Kurgu"Aceptame, con mis defectos y virtudes, aceptame, porque nadie va a amarte de la misma forma en que lo hago yo." Hinata tiene que encontrar a un omega para desposar si quiere ser la líder de su clan, el problema es que la omega que ella quiere, no e...