Renacer

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En un lugar, no muy apartado del centro de Londres, en un callejón que solo es visitado por magos oscuros o por gente de no muy buena reputación y que es llamado Knockturn, un mago renegado y aislado del resto de la comunidad, que nunca sirvió a Voldemort pero que sí creía en la pureza de la sangre, recibía de parte de unos hombres (magos también) de aspecto sospechoso. Se trataba de un par de cofres y unos cacharros, producto de un robo realizado semanas atrás en el Mar Mediterráneo y por el cual tuvo que pagar miles de galeones.

Clause Emeric Victorius, tataranieto de Emeric, llamado también «El Mago Malo», quien fuera un hechicero agresivo y tenebroso que aterrorizó al sur de Inglaterra en la Edad Media. Se decía que él tenía en su poder la Varita de Saúco que estaba dotada de increíbles poderes. Murió en un feroz duelo con otro mago oscuro llamado Egbert. Ese era más o menos su árbol genealógico. Sin embargo, nunca se quiso involucrar en la guerra de Voldemort, primero porque, si bien compartía los ideales de la limpieza de sangre, consideraba a Voldemort un verdadero charlatán porque no era precisamente un ejemplo de pureza, sino un mestizo depresivo y acomplejado de sus orígenes; segundo: sentía que no estaba preparado para participar en una guerra de ese tipo puesto que su fin último eran los ideales de su mentor y guía, del mago que fundó Hogwarts, hablaba de Salazar Slytherin. El verdadero y único sangre pura mágica.

Había estudiado tanto y revisado cientos de escrituras, hasta que logró ver una conexión... La serpiente... esa era la respuesta. ¿Por qué Slytherin eran distinto al resto de los magos que fundaron la escuela de Magia y Hechicería durante la Edad Media? Simplemente porque Salazar, no era un mago, era un dios.

Estaba seguro que Salazar fue una reencarnación del dios egipcio Osiris que había muerto en manos de su hermano Seth. El cuerpo de él fue encontrado por su esposa y hermana, Isis, pero que al poco tiempo tuvo que emprender una nueva búsqueda de él, ya que Seth lo había descuartizado en catorce partes las que esparció a lo largo del Nilo. En ese momento, la diosa habría realizado un pacto con el mismísimo dios Ra para encontrarlo.

Según lo estudiado por Clause Emeric, la diosa en algún momento salvó a Ra de la muerte segura por haber sido mordido por una cobra (una serpiente que en aquel entonces no era común en el Nilo). El reptil era creación de ella misma y lo había hecho con el fin de lograr la derrota de Ra.

Cuando su esposo fue asesinado, ella optó por proponerle un trato a Ra: si ella lo salvaba de la muerte por veneno de serpiente, él le debía revelar su nombre verdadero. El dios se lo habría dado, a sabiendas que al hacerlo corría en peligro su deidad. No obstante, ella en vez de utilizarlo en su contra, le dijo al dios que guardaría su secreto, siempre y cuando él la ayudara a tener dos vidas: una para consagrarla a la búsqueda del cuerpo de su esposo y la otra para vivir con él en un futuro en donde ninguno de los dos fuera perseguido. Ra aceptó, diciéndole que, a partir de las reliquias de su esposo, podrían ambos volver a la vida, pero que dependería del tiempo si estas eran descubiertas juntas. Podrían pasar miles de sucesos y éstas jamás se unirían o podría ocurrir solo un hecho y ambos se reunirían, obedecería solo de la circunstancia o de las coincidencias del destino. Isis aceptó el trato, aunque sabía que reunirse con Osiris, tenía ínfimas posibilidades.

Al parecer y luego de haber realizado lectura de cientos de papiros, así como de libros de magia antigua, y según sus propias conclusiones, una parte del cuerpo de Osiris habría sido vendido a comerciantes del oriente que, con el correr de los años, llegaría al viejo mundo, en donde la vasija contenedora de esa parte del cuerpo sería encontrada por una joven bruja, quien al abrirla de inmediato quedó embarazada, dando a luz a un niño, al cual llamaría: Salazar Slytherin, reencarnación del dios egipcio, Osiris.

Salazar, en la búsqueda de sus orígenes y a sabiendas de no era un simple mago, sino que en sus venas corría sangre divina, no logró dar nunca con el paradero de la otra parte de la reliquia para poder traer a su amada de regreso al mundo y, desde entonces, Salazar se dedicó solo a la educación de la magia pura en Hogwarts, hasta que los otros tres fundadores no quisieron seguir con él debido a sus ideales, optando, entonces por abandonarlos definitivamente. Ahí se pierde el rastro de Slytherin. Unos piensan que buscó la reliquia de los huesos de Osiris con resultados negativos, otros creen que murió en el abandono total. A ciencia cierta nadie sabía con exactitud qué fue de él, pero de eso ya han pasaron más de mil años.

OJOS DE ANGEL IV: SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora