La sorpresa, tristeza, dolor y la ira pasaron por mi rostro en menos de un minuto. No entendía a que se debía su estado de animo pero no me usaría a mi como su saco de boxeo.
— ¡¿Estas loco?!
— Si estoy loco, maldición. Por que tu con tu sonrisa, tu mirada y esos labios me llevaste a la locura.
Debía sonreír y derretirme de amor pero sabia que no lo dijo con amor, el odio destellaba en sus palabras.
— ¿Por qué me tratas así? ¿Por qué estas evadiéndome?
Estaba enojada, joder. ¿Quien se creía para tratarme así?
— Hace dos años, Brenda —sentí un golpe bajo al escuchar mi nombre—, estabas con un imbécil que mataba personas. Hace dos años eras una perra tras su culo. Hace dos años estaba ese maldito bastardo entre tus piernas.
Todo se removió en mi interior al escuchar hablar de mi pasado, el sabia todo lo que había hecho hace dos años pero la palabra clavé era: Entre tus piernas. Mi cerebro conecto todo de manera apresurada.
Me encanta saber que soy el único que ha estado dentro de ti.
Esa era la razón por la que me trataba así. Su jodido ego estaba herido.
El se entero que no fue el primero ¿Seria ese el mensaje que recibió?
Estaba en una discusión con Andrew por quinta vez en el mes. Anteriormente peleábamos por todo, teníamos tiempo sin hacerlo pero esto era una forma de empezar de nuevo.
— ¡¿Es enserio?! Estas así por que no haz sido el único. —grité. Entrecerró sus ojos mirándome con enojo.
— Sí, me jode saber que no he sido el único en follarte. Eres mía. —estaba cansándome de esto.
— Tu estúpido ego no te deja vivir en paz.
— Tu no me dejas vivir en paz. Me perteneces, pequeña. Todo de ti me pertenece. —Estampó su boca contra la mía en un beso rudo, salvaje, posesivo. Su lengua invadiendo mi boca, mis piernas flaquearon pero me era imposible no resistirme a él. Me sentó sobre su escritorio abriendo mis piernas para él, aparto mi falda, gemir al sentí su dedo en mi entrepierna mientras entraba y salia.
— Yo soy el único que te hace gemir así. Tu cuerpo reacciona ante mi tacto. Siempre que te toco estas jodidamente mojada por mi. —sacó su dedo mi interior llevándolo a su boca. Bajo su pantalón.
Su pene me penetro si contemplación. Aruñe su espalda al sentir lo brusco que se introdujo en mi, sus embestidas eran hambrientas, deseosas. Sin poder evitarlo mi cuerpo ardió ante su contacto, oleadas de placer recorrían mi cuerpo y me calentaba más lo duro que me follaba contra su escritorio.
— Estas atrapada. —gimió en mi oído antes de correrse dentro de mí. Se vistió dándome la espalda para volver a su asiento. Me vestí rápidamente, sintiendo un gran dolor en mi pecho.
Me sentía usada como un objeto que solo utilizabas para divertirte.
Me quede hay parada intentando pensar que hacer. Solté lo primero que sentí.
— No puedo seguir así.
— ¿Como?
«Que estas haciendo Brenda»
— No puedo seguir así. —estallé enfrentándolo, bebía Vodka tranquilamente como si no hubiera pasado nada, me folló, se fue, regreso, me volvió a follar y yo lo permitía. Debía detener esto.
Me sobresalté al ver el vaso estallar cerca de mí. Mi mirada era de horror, pude ver el arrepentimiento cruzar su rostro al ver lo que hizo.
— Brenda... —intentó acercare.
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Atrapada
Science FictionBrenda Calvins, estudiante de secundaria y linda chica, vida millonaria pero aburrida, hasta que un accidente lo cambia todo en su vida. No te dejes llevar por lo primero que ves. A veces la confianza puede llevarte a la perdición.