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Había cumplido por fin mis 18 años. La mayoría de edad. Mamá se encargo de hacerme una gran fiesta en la cual fueron invitados importantes empresarios, amigo de mamá, diseñadoras reconocidas, los chicos de mi escuela y personas que ni conocía. Hubiera preferido una reunión pequeña pero según ella mis 18 merecían algo por todo lo alto. Fui acompañada oficialmente por Andrew, que se presento como mi novio ante todos. Ese día fue una locura bebí hasta más no poder luego de que los adultos se fueron y quedaron los adolescentes, teníamos una barra de alcohol exclusiva por nosotros. El evento fue realizado en un lujoso hotel de Los Ángeles, la prensa fue culpable de las fotos que circularon en las revistas al día siguiente.

Habían transcurrido dos meses luego de la muerte de Cleyton. Un noche Andrew se moletó conmigo porque Alik Solovióv lo llamó preguntándole que en cuanto me vendía. Discutimos, nos gritamos, nos golpeamos y terminamos peleados por una semana. Con el tiempo conocí sus heridas, estaba marcado por una infancia difícil, en las noches tenia pesadillas donde se levantaba sobresaltado. Unos días después me había pedido que viviera con el en su nueva casa. Era un gran paso pero acepte, creía que era hora de independizarme. Me faltaban dos meses para graduarme. Pronto iría a la Universidad y estaría lejos de casa. Nuestro día a día era una constante lucha, pero intentaba entenderlo. A veces no asistía a clases por los negocios, y la verdad era que era un gran empresario lo suyo no era la escuela, él había sido criado para llevar el negocio.

Desconocido: En algún momento los errores se pagan, y al hacerlo te das cuenta de lo miserable que haz sido.

Lancé el teléfono a la cama. Estaba cansada de esos mensajes. Bajé a la cocina por algo de comer. Vivir en la nueva casa de Andrew era una locura. Esto era un mansión. La mansión Williams. La entrada estaba rodeada de guardias. Teníamos una cocinera una señora anciana pero bien cuidada, ella ha sido la Nana de Andrew. Lo que más me gustaba de esta casa era el jardín y la gran piscina ambientada.

Me senté en la silla de la cocina, mientras disfrutaba del olor a chocolate.

— Oh mi niña, estaba cocinando un pastel de chocolate. —sonrió afable Nana.

— Mmm, huele delicioso. —la boca se me hacia agua.

— Ya te sirvió una rebanada. 

Eran pasadas las nueve de la noche y Andrew no había llegado. Probé el pastel de Nana deleitándome de lo delicioso que estaba, reíamos de las cosas que pasaban en la escuela cuando un estruendo me alerto. Andrew me había enseñado de armas y combate luego de que intentaran matarme por una venganza hacia él. Para todos era considerada su mujer. Por lo que estaba atenta ante todo.

La puerta de la entrada fue abierta bruscamente dejando ver a un Eliot cargando a un mal herido. Corrí a ayudarlo al ver la camisa blanca de Andrew con sangre.

— Fuimos atacados, estábamos bien hasta que le dispararon. —informó angustiado.

— Llévenme a mi habitación, joder. —masculló Andrew.

 ¡Aún herido era una grosero!.

Un gruñido de queja salio de su boca al ser depositado en el sofá. Me lo quede mirando.

— ¿Qué haces hay? Busca el botiquín. 

Corrí al baño buscando lo necesario, regresé con la respiración acelerada. Rompió la camisa dejando a la vista su cuerpo bien definido, el estomagó se me revolvió al ver la herida. Estaba horrible.

— Espera, voy por un calmante. —escuché sus protestas pero ya estaba escaleras abajo en dirección a su oficina. Busque entre sus cajones pero no había pastillas. Me lo pensé dos veces pero termine tomando una botella de Vodka.

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