"Solo puedes saborear, sentir y gozar"
Fueron sus palabras cuando me vendo los ojos y me recostó en su cama. Después de dejarme ducharme. Me encontraba en ropa interior, mientras el tenía un mono de dormir y el torso descubierto. Podía sentir el olor a jabón masculino brotar de su cuerpo. El ambiente echaba chispas.
Tenia mis manos inmóviles mientras le dejaba mi cuerpo a su merced.
— Yo te daré a probar algo diferente y tu debes decirme que sabor es. ¿Entendiste? —asentí rápidamente sintiendo mi cuerpo impaciente.
Un jadeo escapó de mis labios al sentir algo frío en la zona abajo de mi cuello.
— ¿Qué sabor es? —preguntó dejando el sabor en mi boca.
Relamí mis labios en busca de una respuesta era cremoso. Helado.
— Vainilla.
Un mordisco en mi cuello me estremeció.
— Cuando te muerda es porque respondiste mal. —sentenció con voz ronca. Asentí como respuesta.
Algo pegostoso recorrió mi escote antes de llegar a mi boca. El sabor dulce me invadió el paladar.
— Miel. —susurré. Sus dientes mordieron mis pezones.
Mastiqué un trozo de fresa, amortiguando mis jadeos mientras bajaba.
— Chocolate.
Fue lo que echó en mi abdomen. Poco a poco iba perdiendo la razón, todo se reducía a sus labios y manos. Un liquido frío en mi vientre me enloqueció, me retorcí en la cama. Probé el sabor.
— Banana.
Un gemido salio de mis labios al sentir sus besos y succiones. Quería tocarlo, quería sentir mis manos en su cuerpo.
Perdí mis sentidos cuando su boca llego a mi monte de venus, podía sentir mi cuerpo arder. Paso su lengua enloqueciéndome. Ya no hay sabores, solo sentir y gozar. Un gemido involuntario escapo de mis labios al sentir un mordisco en mi zona más sensible.
Era una manera cruel y excitante al mismo tiempo, todo mi cuerpo respondía ante él, no existía tiempo ni mundo, solo Andrew.
Mordió, chupo y lamió todo de mí. Un dolor punzante en mi entrepierna podía ser la mejor locura si tenía a Williams para calmarla, sus dedos entraron y salieron mientras su lengua hacia maravillas. La habitación sumida por el silencio se lleno de nuestros gemidos y jadeos, solté el agarré de sus manos, mis dedos se enredaron en su cabello tironeando de él, sus gruñidos eran la gloría, el trapo en mis ojos se soltó dejando a la vista el maravilloso dios entre mis piernas. Enrosco mis piernas en sus hombros dándole mejor acceso. Podía sentir las vibraciones en mis cuerpos cuando su boca atrapo mi clítoris.
Jadeos de deseo brotaban de su garganta haciendo el momento más ardiente. Podía ve como se masturbaba mientras me hacia sexo oral. Era la gloria. Mi pulso era irregular en el momento que la sangre se me concentro en un solo lugar podía sentir mi orgasmo, él lo notó con sus dedos me daba pequeños toques que enviaban corriente a mi cuerpo.
— Vente para mí, pequeña.
Sus palabras solo me motivaron. Mi cuerpo se estremeció, mientras llegaba al clímax, gemidos de placer brotaron de mi garganta al sentir mi liberación, segundo después se vino Andrew soltando un gemido ronco.
Fuegos artificiales y cañones sonaron en mi mente.
Mi respiración entrecortada y la de él resonaban en el lugar. Cerré los ojos tratando de recomponerme. Un peso hundió el lugar a mi lado. Lo observé, su cabello alborotado, una sonrisa en su rostro y mirada desorientada.

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Atrapada
Ciencia FicciónBrenda Calvins, estudiante de secundaria y linda chica, vida millonaria pero aburrida, hasta que un accidente lo cambia todo en su vida. No te dejes llevar por lo primero que ves. A veces la confianza puede llevarte a la perdición.