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Estaba de mano con mi mejor amigo, me llevó a casa gracias a Dios mamá no estaba, llorare mientras me bañaba parecía un viuda recién llegada del cementerio. Me sentía muerta. Vacia. Agradecía que Tyler siempre estuviera hay para mí. Me ayudo con la ropa y a estar decente. Me encontraba en este lugar por él. Laboulet se encontraba repleto, era un club nocturno cerca de la ciudad. Luego de que Tyler me busco dijo que necesitaba distraerme por lo que aquí estábamos. Las luces de neón cambiaban constantemente: azul, rojo, amarillo, verde. Mareaba. Las personas se movían de un lado a otro restregando sus cuerpos, el calor era tolerable. 

El bartender me sonrió coqueto pero mis ánimos eran lamentables, Tyler pidió dos copas de Vodka. Me tomé la mía, pero me hizo un gesto para que bebiera la otra, de un trago largo deje vacia la copa, con alcohol en mi sistema no me sentía tan miserable pero aún así sus ojos venían a mi mente como las veces que dormía y se apoderaba de mis sueños. Tome dos copas de tequila antes de ser arrastrada por Tyler a la pista de baile. Pasó sus manos por mi cintura pegándome a su cuerpo, me sentí tranquila al aspirar su aroma, deje reposar mi cabeza en su cuerpo, la música era ruidosa pero nosotros nos movíamos lento. 

Tres horas más tarde estaba brincando como loca con mi mejor amigo mientras cantábamos a todo pulmón Bad Girlfriend. Mi mente viajo a ese día que lo conocí: el día de su cumpleaños. Estaba muy tranquila leyendo mi libro cuando fui interrumpida por Annie para ir a su fiesta, sentí los nervios a flor de piel cuando sentí su mirada sobre mí intensa, penetrante. Nuestras manos entrelazadas, cuando por primera vez en una fiesta subí a las habitaciones. Todo comenzó con Annie.

El cuerpo de alguien me saco de mis cavilaciones. Un chico con camisa blanca, con vaqueros y de proporcionado cuerpo choco conmigo.

— Lo siento. Fue mi culpa.

— No tranquila, estaba mirando hacia otro lugar, ¿Como te llamas? —preguntó fascinado.

— Brenda.

— Alex. —dijo con animo.

La mano de Tyler en mi cintura me apartó de él, su mirada de desconfianza me intrigo. No confíes en nadie. Susurró Tyler en mi oído alejándome de él no sin antes disculparme y despedirme. Miré hacia atrás viendo al chico hablar con alguien a lo lejos, una mata de cabello rubio, brillaba por las luces. Volteé cuando miro en mi dirección. ¿Que hacia el aquí? Avise a Tyler pero para ese momento Jake había desaparecido junto con el chico. Bebía tranquilamente, viendo como Tyler bailaba con una chica.

— Es bueno verte.

Un escalofrió recorrió mi cuerpo ante esa voz. Es como el sexto sentido que tiene el cuerpo ante algo que no es bueno.

— Jake, igualmente. ¿Divirtiéndote?

Traté de sonar de lo más normal, pero algo no me gusto en el momento que vi el chico que me chocó hablando con él. Estaba deslumbrante como siempre, una chaqueta de cuerpo junto con una camisa blanca y pantalones ajustados le daban la apariencia de un modelo, su cabello rubio cayendo de manera rebelde sobre su cara cuando pasaba sus manos, como bebía de su vaso despreocupadamente, incluso con un brazo en la barra, lucía bien. Tanta perfección me asusto. 

— Si, pero me sorprende verte sola y no con tu novio.

La sola mención de Andrew me hizo acordar lo que paso, su mirada se encontraba atenta en mis movimientos, mentí de la manera más sutil.

— Esta de viaje.

Si lo se patético, pero se encogió de hombros, por lo que supuse que se la creyó.

— Bailamos. —con una sonrisa angelical me llevó a la pista de baile, nos reíamos de cualquier cosa, aunque me sentía abrumada por su cercanía. Enredó un dedo en mi cabello suelto tensando mi cuerpo. Quería irme de allí. 

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