17. Dulce muerte

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Narrador.

—¡Maldición! ¡¿Como pudieron irse así como así?!—Exclamó molesta cupido.—¡6 meses! ¡Me tomó 6 putos meses encontrarlos la última vez!

—Jovencita, ese vocabulario...—Le recriminó el guardián del asombro mirándole mal.— Todos estamos preocupados por ellos. Sabemos el peligro que corren...

La ojicafe gruñó evitando mirar a alguien.

Todos los guardianes fueron llamados después de enterarse que los gemelos huyeron. Sandman escuchaba la pelea entre los espíritus al igual que el hada de los dientes.

—¿Se habrán ido porque pensaron que los culparíamos por lo sucedido?—Murmuró el conejo de pascua con un búmerang entre sus patas.

El guardián del invierno lo pensó por unos segundos. En su mente apareció el rostro asustado de la peliblanca y como se alejaba de él... Quizá...

  — No lo creo.— Habló cupido de brazos cruzados.— De ser así, y conociendo al niñato emo, los enfrentaría como normalmente lo hace y defendería a su hermana a capa y espada. — Frunció el ceño.— A menos que...— Abrió los ojos de par en par, comprendiendo.—¡Oh, mierda!

  — ¡Vocabulario!

—¡Me vale mierda!— Gritó de vuelta, comenzando a caminar en círculos y atando cabos en su cabeza.— Joder, ¿Como no lo supe antes? 

— ¿De qué estas hablando?— Quiso saber el peliblanco.

— ¿Ellos les dijeron cuales eran sus poderes? 

—Pues... Julien nos dijo que podían controlar el curso de la vida y la muerte...— Respondió el hada de los dientes.  

—  ¿Y les dijeron que poder tenían cada quien?— Volvió a preguntar en tono burlesco.

Los cabos se había atado.

—No... Supusimos que...

—Por sus apellidos y por sus vestimentas...

— Y ahí esta.— La pelinegra rió sin una pizca de gracia.— Bien jugado, Julien, bien jugado.

El taller se quedó en silencio por unos minutos. Todos trataban de asimilar la noticia. 

Los gemelos les habían ocultado información importante. Estaba claro que ellos eran un enigma envuelto en otro... A simple vista, había deducido que los poderes relacionados con la muerte le pertenecían a Julien el hermano, no a Irisa.

  —"¿Viste sus ojos? " Eso fue lo que Jamie me preguntó.— Murmuró el guardián de la diversión, captando la mirada de todos.— "Es como si estuviera luchando contra algo"... 

 —¿Crees que su madre este implicada en todo esto?— Preguntó el conejo de pascua.

— El mismo Julien lo dijo una vez. Ella intentaba entrar en sus mentes. No podía hacerlo con él, pero Irisa... 

— Era un blanco mas accesible. — Acompletó la frase Norte. 

— No estaremos seguros de nada hasta que ellos mismos nos lo digan.— Sandman asintió, dando razón al comentario de Tooth.  

**

  — ¿Segura que no quieres explorar los alrededores? Creí ver una madriguera de conejos no muy lejos de aquí.— Dijo el pelinegro con una sonrisa, intentando que esta vez su hermana tuviera ánimo para levantarse.

Habían pasado 2 semanas desde que huyeron del polo. Lograron refugiarse en un bosque del continente europeo donde encontraron una cabaña en ruinas que el ojiverde pudo reparar con sus poderes.

En todo ese tiempo la peliblanca se la pasaba durmiendo la mayor parte del día o recostada en la cama con la mirada apagada. 

 Ella negó, enterrando su rostro en la almohada y dándole la espalda a su hermano. 

El chico suspiró, otro intento fallido.

Se dirigió a la puerta para salir a por leña para pasar la noche. Dió una última mirada hacia ella.

— Lo siento.— Murmuró por lo bajo, arrepentido.

— No fue tu culpa que todo esto llegara a pasar... Fue mía... De mis poderes.— Susurró de vuelta antes de que la puerta de su habitación se cerrara.

—No... Fue la mía... 

De no ser por él, ella no estaría en esas condiciones.

Todo era su culpa...  

Life ||Jack Frost Y Tú||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora