ⅩⅤ

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La novia de Joel estaba por el tercer vestido, todos les quedaban bien pero no parecía convencida. Podía ver a Joel ansioso esperando que Talenia salga del vestidor.

La cortina se abrió.

— ¿Me queda bien? — Salió Talenia con un vestido color beige con toques de dorado.

— Te ves hermosa — Respondió embobado con su mirada fija en ella.

— Erick — Me miró esperando una respuesta.

— Te queda bien — Sonrió satisfecha.

Entró otra vez y salió con su ropa.

— Pagaré esto y me iré — Se acercó a Joel —. Nos vemos amor — Lo besó.

Miré hacia otro lado.

— Adiós Erick — Apenas rozó mi mejilla.

— Ahora es mi turno y tú como experto en moda me ayudarás — Tomó mi mano y me llevó a la sección de hombres.

Me senté en un banco que estaba al lado del vestidor y vi como entró con una prenda.

Esperé unos minutos hasta que salió de una vez.

— ¿Cómo me veo? ¿Muy apretado? ¿Mi trasero no resaltan? — Lo observé de pies a cabeza, llevaba un traje de color negro opaco camisa blanca y corbata negra con finas líneas plateadas.

— Te queda excelente pero quizás en un tono más claro haga resaltar más tu piel — Él sonrió al ver que había captado la atención de todos en la tienda.

— Todo te queda bien... — Susurré antes de que fuera a cambiarse.

— Bueno pequeño Erick, vendremos otro día, ahora sólo quiero dormir — Caminó donde había un empleado, le dio el traje, vino hacía mí y paso su brazo por detrás de mi nuca.

Sonreí tímidamente al ver que todos estaban mirando al salir de la boutique.

Llegamos a casa de Joel, habían pasado años que no iba ahí, aún se siente el ambiente familiar y unido.

Al parecer no había nadie, solamente nosotros dos.

Subimos a su cuarto, lucía prácticamente igual, solo el color de las paredes cambió.

Me recosté en la cama.

— ¿Te molesta? — Él se había quitado la camiseta.

— Claro que no — Evité mirar su cuerpo, pero no pude —. Vaya que haces ejercicio.

Se acostó al lado mío.

— Hubo un momento en mi vida que me obsesioné con mi cuerpo, me veía al espejo y no me gustaba lo que era, me encontraba horrible y asqueroso, según yo estaba pasado de mi peso, pero no era así, Talenia, bueno ella no fue la persona indicada en ese momento, cada vez que peleábamos me decía cosas horrendas sobre mi cuerpo o me insultaba llamándome "feo" — Soltó un suspiro —. Pasó un año y aprendí a quererme, fue complicado, pero lo superé o eso creo...

— Tú... tú no eres feo — Lo miré y él estaba mirando el techo.

— Supongamos — Soltó una pequeña risa sin mirarme.

— Lo digo en verdad — Toqué su pecho.

— Gracias.

— Me hubiera gustado estar para ti en ese momento, siento que te fallé de alguna manera.

Me hubiera encargado de decirle cada día lo hermoso que es.

Giró su cuerpo hacía mí, me tomó de mis caderas y me atrajo hacía él.

Modelo | JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora