2.8K 333 41
                                    

Estaba tratando de hacer un boceto de alguna prenda para Joel hasta que él se tiró encima mío.

— ¡Vas a ensuciarme con eso, Joel! — Le grité porque estaba apunto me meter ese cupcake de chocolate en mi boca.

— ¡Pero está rico, Erick! — Insistía mientas reíamos a carcajadas.

— ¡No, no, no! — Él había manchado mi nariz con crema de chocolate.

— Amor ¿cómo vas...? — Ethan entró sin avisar.

— Ethan...

— Erick, ven — Ordenó con voz áspera.

Él salió y lo seguí.

— ¡¿Qué haces con él?! — Me agarro la muñeca con suficiente fuerza para causarme dolor.

— Solo estábamos... — Traté de zafarme de su agarre, pero fue inútil, agarró mí otra muñeca y apretó ambas con mucha más fuerza.

— ¡¿Por qué están juntos?! — Apretó otra vez haciendo que ya casi no sienta la muñeca.

— Me está ayudando, algo que tú no pudiste hacer — Dije en voz baja para que Joel no escuchara.

— Eres imbécil, eso es lo que eres, Erick, un imbécil de mierda que no sirve para nada — Soltó mis muñecas.

Me dio una mirada de asco antes de empezar a caminar.

— ¡Ethan! — Grité para que volviera, pero fue inútil.

Antes de volver a donde Joel miré mis muñecas, estaban enrojecidas y dolían demasiado.

— ¿Todo bien? — Preguntó apenas entré.

— Sí, todo bien — Otra vez miré mis manos, pero Joel se dio cuenta.

— Erick...— Dijo acercándose preocupado quedando cerca de mí —. ¿Fue Ethan?

— Sí... digo no él no sería capaz... mis manos son así...— Mis lágrimas empezaron a amenazarme.

— Espera — Joel fue buscar su mochila se acercó con un pequeño tubo, al parecer era una crema, abrió la tapa y echó un poco en su mano.

— ¿Por qué tienes...? — Sus manos con crema tocaron mis heridas haciéndome callar.

— Soy del equipo de futbol, sufro dolores constantemente — Empezó a masajear suavemente.

Miré como lo hacía, sus pulgares se movían encima de mi piel, era agradable. Dejó de moverlos y me miró, le di una sonrisa para indicarle que todo estaba bien.

— Ethan no debería tratarte de esa manera — Habló cerca de mí.

— Él... Él no es malo, solo me protege... —

— Si crees que protegerte significa hacerte daño físicamente, él está muy mal — Dijo seriamente.

Tal vez después de todo Joel no era el malvado que imaginé por años, se preocupando por mí, se siente demasiado bien.

Me agrada Joel.

Modelo | JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora