2.8K 333 47
                                    

Miraba a Joel que estaba tendido en mi cama atento a su celular, mi celular vibro, miré la pantalla y mostraba una llamada entrante de Ethan.

Contesté.

— ¿Cómo estás?

— Sé que estas con Joel — Rodé los ojos, estas dos semanas había estado insoportable desde que descubrió que Joel me iba a ayudar.

— Ya vas a empezar — Dije logrando captar la atención de Joel.

— Sólo te quería decir que no esperes que te hable si vas a estar con ese estúpido — Joel me miró, él había escuchado.

— No puedes ser así, Ethan — Antes de colgar pude jurar que escuché la voz de una mujer.

Lo pensé, ¿él sería capaz de engañarme?

Algunas veces escuchaba esos rumores pero generalmente los ignoraba.

— Joel — Me miró —. ¿Puedes conducir?

— De poder, puedo, de querer, no —  Negó con su cabeza.

— Por favor — Me arrodillé en su regazo.

— Sólo por ti, ojitos — Sé levanto de la cama y me guiñó el ojo.

Ojitos.

Le sonreí antes de que diera la vuelta, salimos de mi casa en rumbo hacía la suya.

Subimos en silencio al auto para que los hermanos de Joel no se dieran cuenta.

— Mí madre no aprobaría esto, pero sólo por ti — Giró hacía mientras se colocaba el cinturón de seguridad —. ¿Destino?

— Casas coloniales cerca de la tienda de arte.

Asintió con su cabeza y entró en marcha el Jeep.

Había un silencio, no era incómodo pero tampoco completamente agradable, las ganas de hablar se sentían demasiado en el ambiente.

— Vengo en unos cinco minutos — Dije antes de bajarme rápidamente del auto.

Caminé unas cuantas cuantas casas antes de llegar al duplex de Ethan. Observe a mí alrededor antes de abrir la puerta y entré.

La casa estaba en total silencio, logré a pensar que no había nadie pero un ronquido sonó en toda la casa, fui corriendo a la habitación principal.

Ahí estaba él y ella, entre las sábanas.

Mí cabeza daba vueltas, ganas de vomitar y de tirar todo al suelo estaban amenazando.

Algún ruido debí hacer que ambos despertaron de golpe. Ella con una sonrisa plácida y Ethan más pálido que lo que es.

— Erick — Le negué con la cabeza.

Vi como se levantaba pero fui más rápido que él, dejé las llaves en la mesa y abrí la puerta saliendo de allí.

— ¡Erick! — Gritó Ethan detrás de mí, se sentían sus grandes pasos.

Varios vecinos miraban extraño, me conocían y sabían que era el novio de Ethan.

Vi el auto de Joel, me miraba extrañado, abrí la puerta y entré rápidamente.

— Vamonos, Joel — Hablé sintiendo mi garganta cerrada y lágrimas a punto de salir.

Él me había engañado.

Modelo | JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora