María José, ¿Quieres ser mi novia?

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Calle:

Después de aquel suceso con Poché, lo que restó del fin de semana me evadía la mirada y si por alguna extraña razón la cachaba viéndome ella se ponía roja al igual que un jitomate y empezaba a temblar de nervios, a pesar de que le pregunté tantas veces que era lo que ocurría no decía nada, decía que solo se sentía un poco mal, o estaba estresada o cosas así que por nada del mundo creía, pero preferí no molestarla más con eso...

Lo que si me preguntó fue, que había ocurrido esa noche y se porque tiene solo vagos recuerdos, si al momento en que me presento con Matu y estuvimos ahí, ella empezó a beber demasiado, creo yo por la tensión y lo incómodo que se volvió el ambiente, también le dije que empezó a bailar muy provocativamente con La Matu (que al principio no me desagrada verla, no sé que pasó en ese momento pero me había transformado, salió ese mounstro dentro de mí que solo Poché sabe provocar), y todo iba bien, hasta que la estúpida esa la beso, ahí fue cuando salí de mi trance y le dije a poché que nos fuéramos, le expliqué que ella al momento en que entró al carro cayó perdidamente en sueño, tanto que tuve que cargarla desde el coche hasta el cuarto, le puse pijama y quedamos completamente dormidas, hasta que ella empezó a tener ese sueño que jamás me contará...
Al terminar de contarle, ella tapó su carita con ambas manos y pidió disculpas, lo cual solo le dije que no había problema, que para eso estamos las amigas, pero que solo le pedía que actuará normal, ya que su extraño comportamiento me estaba sacando de quicio...

Hoy salí temprano de clases, decidí ir a buscarla saliendo para ir a comer y tal vez después ir a su casa a hacer tarea y ver películas, le mandé mensaje justamente en la salida:

-C: Hoy salí temprano de la U, pasó por ti cuándo salgas gordi, te quiero...

-P: Si frutita, te espero en la entrada. Te quiero más :)

Para su salida todavía faltaba una hora y media, así es que decidí llevar a Kim a hacer unos pendientes, al terminar llevarla a su casa y de ahí por Poché...

-¿Ya le dijiste a Poché que le diste una oportunidad a Pipe?- preguntó Kim mientras miraba unas cosas en un estante.

-¿Debería?, Digo... No tiene porqué saberlo, al fin y al cabo solo estoy "saliendo" con él para ver si logramos regresar... Lo cual dudó, ya que esa peliazulada me tiene más loca por ella cada día y ella ni en cuenta...- Dije sin importancia

-Si sabes que con Pipe no vas nada en serio y solo lo utilizas para darle celos a la azulada, ¿Porqué no le dices a María José lo que sientes por ella y se dejan de juegos?- Pregunto un tanto harta.- Desde lejos se nota que ambas sienten lo mismo, ya se han besado un par de veces y es más que obvio que las excusas que ponen sobre eso son tan tontas que ni ustedes se la creen... ¡YA ANDEN MARICAAAA!- Dijo exaltada haciendome pegar un brincó. Tanto que otras personas nos miraron.

Kiiiim! ¡Marica, Por Dios!, Relájate...- Expresé un tanto sonrojada por las miradas de los demás. Ella solo rio.

-Es que odio verte de nuevo con aquel idiota que no te merece... Por fin encontraste a alguien demasiado especial, que te quiere y valora por quién eres y tú... Vuelves a la misma joda con Pipe, ¡Entre ustedes ya no hay solución...!- expresó pagando las cosas que compró así saliendo del lugar. Empezamos a caminar por la plaza para ir a la camioneta.

-Ya sé que no hay solución con Pipe... En si ya no siento nada por el pero...- Frené de golpe antes de llegar a la camioneta. Kim volteó a verme.- Me da miedo Kim, tengo miedo de todo lo que se pueda desartar con esto, tengo miedo de que mis papás lo sepan y me odien por esto, sabes cómo es mi mamá y ella quiere mucho a Poché, la odiaría después de esto...- Baje mi mirada.- Tengo miedo que lo que siento por Poché sea pasajero, ¿Qué tal si después me doy cuenta que en realidad no me gustan tanto las niñas como pensé?, ¿O qué tal que en realidad lo que siento por Poché sea más grande de lo que imaginó y ya no pueda vivir sin ella?...- Dije tomando asiento en una banca que se encontraba cerca. Kim tomo mi rostro en sus manos e hizo que la mirara.

Aprender A Quererte...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora