XX

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FINAL DE LA PRIMERA TEMPORADA

- ¿Pero estás seguro de que esa chica es la amiga de tu hermana?
- Que sí joder, que yo me acuerdo perfectamente. Habrán pasado algunos años pero yo, de los amigos de mi hermana, no me olvido nunca. Además Marco me dijo que cree que estaba por Barcelona así que estoy seguro, que digo, segurisimo.

Es lo último que oigo decir cuando se me pone un nudo en la garganta y salgo de allí 'corriendo'.

Llego a mi sitio y le digo a mis amigos y compañeros que me voy, que no me encuentro bien y que he decidido irme. Riqui se dispone a llevarme pero le obligo a quedarse. Acto seguido, me despido y me voy, saliendo así por la puerta.

Una vez fuera, distingo la figura de Nacho junto con otras dos personas que no consigo identificar. Sigo mi camino hasta que mi peor pesadilla se hace realidad.

- ¡Ey chica! - oigo decir a Nacho pero no le hago caso y sigo caminando solo que esta vez un poco más rápido - Pero para un momento - dice y me agarra del brazo para girarme hacia él -. ¿Dalia?

Su rostro me lo dijo todo porque, al ver que no estaba seguro de su pregunta, seguía allí esperando una respuesta. Y es que es normal que me hiciera dicha pregunta, ya no estaba igual que antes. Ahora llevo el pelo por los hombros, en un tono más claro, y he adelgazado un poco, formándome así más curvas.

Me esperaba la pregunta pero no que él viniera a comprobar si era yo.

- ¿Dalia? ¿Qué haces aquí?
- Pe... Perdona pero creo que te has confundido de persona - digo girando la cara hacia un lado para que no me pueda reconocer tan fácilmente.
- No Dalia, mírame - quitó de en medio a Nacho y como me levantó la cara forzándome a mirarle -. Te he echado de menos - no esperó ni un segundo más, ya me estaba besando.
- Marco, quita - consigo decir con lágrimas en los ojos -. No hagas esto más difícil.

Dicho eso, me fui. No pintaba nada allí y mucho menos con él. No sabía que hacían allí pero tampoco quería saberlo.

Todo mi plan de dos años, tirado por la borda en diez minutos. Ahora en lo único que pienso es en mi carrera como profesora y mi novio.

No les voy a negar que echaba de menos besarle — Joder, es que besa tan bien. Mierda Da, no pienses eso. No, no y no —, reconocer esa electricidad que hay entre nosotros y que por desgracia no podamos demostrarnos por culpa de las amenazas.

(...)

Es sábado, Natalia no está en casa por lo que supongo que se habrá quedado en casa de alguien. Reviso el móvil por si tengo alguna llamada de ella o algún mensaje, pero nada, no da señales de vida. Solo tengo mensajes de Marco, Dani, Isco y, sorprendentemente de Morata, quitando las llamadas que me ha dejado mi novio.

Hoy si que me encuentro mal, así que creo que me voy a quedar en casa — Ey, unas peliculillas del Netflix no vienen mal así que aprovecha que estás sola y disfruta la fruta bebé —.

Después de varias horas y tres películas no me veo capacitada para hacerme la comida así que pido una pizza a domicilio. Justo antes de marcar el número me llama Morata y lo cojo sin pensármelo dos veces.

- ¡Hola! - digo alegre pero con voz ronca debido a mi malestar.
- Uy, ¿qué le pasa a la princesa?
- Estoy malita pero no pasa nada. ¿Qué tal por ese Chelsea?
- Bueno, podríamos ir mejor pero no te llamo para hablar del Chelsea o de fútbol, quiero que me expliques una cosa.
- A ver si adivino, quieres que te explique el por qué de mudarme de Estados Unidos a Barcelona y no haber avisado a nadie.
- Cada día me sorprendes más.
- Viene de familia - los dos reímos a carcajadas por unos segundos hasta que vuelvo a hablar -. Bueno, cuando vuelvas a España te lo cuento.
- Me encanta tu propuesta. Nos vemos en una semana princesa.
- ¿Cómo que una semana?
- Vives en Barcelona, ¿no?
- Ajá.
- Pues dentro de una semana tenemos partido en el Camp Nou, la selección contra Grecia - —Mierda — -, así que nos vemos guapa. Ahora, te tengo que dejar que vienen los peques.
- Chao.

— Mierda Dalia, la has cagado. ¿En qué coño estabas pensando? Ahora te vas a tener que presentar en el maldito hotel en el que se hospeden y enfrentarte a un mar de preguntas incómodas. Felicidades por tu retraso —.

(...)

Y bueno, aquí estamos, a jueves. Mañana viene Morata y, como bien me recordó, el resto de la selección española, con lo que le deberé una buena explicación a media plantilla.

Al salir de clase me veo con Riqui y este me lleva a casa. Le invito a comer ya que nos ha sobrado comida de más por lo mal cocinera que es Natalia, porque se olvida que somos dos y hace comida para diez. Él, encantado por la idea, sube y come con nosotras. Después de comer, recogemos la mesa y voy a mi cuarto con Riqui no sin antes escuchar el típico "No hagáis guarrerías que os escucho".

Y es que si con alguien me había sentido cómoda después de estar con Marco, era con él, con Riqui. Solo le faltaba esa chispa que le ponía Marco a la vida y que espero que no haya perdido porque, en el fondo, creo que nunca dejaré de quererle como le quise a él. Solo que volver a estar como antes es un sueño, él es mi sueño.

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En unos días, o tal vez una semana, empezaré a publicar la segunda temporada de "Eres mi sueño" y espero que les guste tanto como esta.

No espero que den "like" o me sigan pero me encantaría ver apoyo en las dos novelas que tengo subidas.

Por último, decirles que estaré activa por Wattpad pero no subiendo, sino leyendo.

Disfruten!😄💗

Siempre fuiste tú.  ||  Marco Asensio. {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora