XII

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•Narra Marco:

No sé cómo lo hace pero esta chica es preciosa. Hasta teniendo un resfriado de mil pares de narices está espectacular. Desde el día que la vi sabía que no iba a ser fácil olvidarme de ella. Y más complicada se haría esa tarea siendo hermana de mi compañero y, para colmo, mi vecina.

- ¿Seguro que no necesitas nada? - dije inseguro antes de marcharme. Dalia estaba tan mala que casi no podía ni caminar.
- Que no Marco, enserio, estoy bien.
- Pues como no te creo voy a decirle a tu hermano que se venga y te cuide porque no te voy a dejar así. Mírate, no te puedes ni levantar del sillón.
- Haz lo que quieras. Yo me voy a dormir - dijo acomodándose en el sillón con la manta por encima y apoyando su cabeza en un cojín.

Salí a la parte cubierta del jardín y llamé a Dani. Le expliqué lo que pasaba y me dijo que esta noche no podía venir, que me quedara yo y cuidara de ella, que tenía su autorización. Yo acepté, porque soy su amigo y compañero y porque me preocupa el estado de su hermana. También soy protector con las personas que me importan y a Dalia le he cogido tanto cariño en tan poco tiempo que me quedaré.

Anoche, antes de quedarme con Dalia, fui a mi casa a por algo de ropa y a por Rome (mi perro) que nunca duerme solo y me daba miedo lo que pudiera pasarle. Cuando me desperté fui a un baño que tenía en la planta baja y me duché y me puse la ropa del entrenamiento. Le dejé una nota en la que decía que cuando terminara volvería a por Rome, que no se preocupara y que ya le explicaría el hecho de que mi perro estuviera allí.

Cuando el entrenamiento terminó, Ceballos habló conmigo sobre anoche y le dije que todo bien. Dalia se quedó frita poco después de que él se marchara y no la desperté en toda la noche, dejé que descansara lo máximo posible.

(...)

Llega el clásico y vamos todos en el avión, incluidos familiares. Mi hermano y mi padre se sientan conmigo. El avión va casi lleno solo con todos nosotros pero al ser un vuelo común va más gente. Voy a ir al baño cuando — ¡Me cago en la puta! —, vuelvo corriendo a mi asiento y le explico la situación a mi hermano. Trazamos un plan para que no nos reconozca y tras varios minutos, funciona. No se ha dado cuenta de que estoy aquí.

Os preguntaréis que de quién me estoy escondiendo y, sinceramente, me estoy escondiendo de mi ex: Amalia. Es una chica preciosa de ojos grises y pelo oscuro, casi negro. Es medio egipcia medio española y he de decir que al principio me caía súper bien he hicimos muy buenas migas, de ahí que empezáramos a salir, pero al final no nos entendíamos bien; además, ella se quedaba estudiando en Mallorca y yo tenía que venirme a Madrid y seguir con mi carrera. Tenía que terminar los estudios allí y no podíamos seguir juntos así que la dejé. Unos meses más tarde vino de visita y quedamos, nos volvimos a enrollar y terminamos juntos denuevo. No sé porqué me engañé pensando que me quería por cómo era, sería porque me gustaba muchísimo y echaba de menos que alguien me quisiera, pero la dejé porque me di cuenta de que solo se aprovechaba de mí y de mi dinero.

El plan duró hasta que llegamos a Barcelona y vino a saludarme. Estaba inmóvil y no me salían las palabras. Sólo pude darle dos besos y enseguida mis compañeros me rescataron y me fui con ellos. — Gracias al cielo bendito — pensé.

(...)

Llevamos un día en Barcelona y algunos estamos en el spa del hotel, relajándonos antes del día del partido. Para no estar tan tensos y eso. Es un clásico y no podemos fallar.

Cenamos en el hotel. En mi mesa están Isco, Sergio, Lucas, Nacho y Carvajal. El grupo de siempre o como me gusta llamarlo a mí "Los bomba". Los llamo así porque una vez estábamos en los vestuarios después de un partido, ganado obviamente, y sólo quedábamos nosotros. Algunos tenían gases por los nervios y pues no hicieron otra cosa que explotar, como si fueran bombas pero fétidas (es una anécdota un poco asquerosa pero si hubierais estado en ese momento os hubierais partido de risa).

Llegamos a la habitación, yo la comparto con Isco así que los demás se van cada uno a la suya.

- Pisha, ¿cómo estás? Te noto tenso hoy.
- No, estoy bastante tranquilo. La tarde en el spa me ha hecho relajarme bastante y hacerme pensar las cosas y tal.
- Uy pisha, ¿qué cosas te ha hecho pensar? Porque a tu Bro se lo contarás, ¿no?
- Claro hombre, pero mejor mañana que hoy ya es tarde - dije metiéndome en mi cama dispuesto a dormir. A los 5 minutos me quedé frito. Sólo recuerdo a Isco cagándose en mis antepasados por dejarle con la intriga.

Ya estamos en el comedor. El partido es a las 15:15 así que después de una hora vamos al estadio a prepararnos: vestimenta, calentamiento, revisión rápida de los médicos y al césped.

Miro a los palcos y en uno veo a mi padre y mi hermano. Después de quedarme un rato mirando veo que están con — ¿¡Amalia!? Qué cojones querrá está tía ahora. Dios que asco. —. Seguí observando los palcos pero no me había percatado de que al lado derecho del de mi familia estaba la de Ceballos. Dalia estaba allí — Esta chica me sigue a todos lados, pero por dios, que perfecta que eres chica — y tenía una sonrisa radiante, tanto que me dió un ánimo increíble aunque no fuera para mí o no supiera el sentido pero me reconfortó.

(...)

Acaba el partido y perdemos por un aplastante 5-1. Al terminar de cambiarme fui al palco de mi familia cabizbajo pero me cambió la cara al escuchar los ánimos de mi padre diciendo que sólo estamos pasando por una mala racha.

Salimos del palco y, ¿a qué no adivinas a quién me encontré? Sí señores, Dalia estaba ahí, saliendo del palco con su familia. ¿Porqué coincidimos en tantas cosas? ¿La vida me quiere decir algo o son mis paranoias?

No sé cuántas veces diré que está preciosa pero es que no me canso de repetirlo. Es increíble lo que puede hacer tu cabeza cuando te gusta alguien.

— Espera espera macho, ¿has dicho que "Te gusta"? ¿Estás seguro? Ay diosito, ya no sé ni lo que siento. Pero joder, a quien quiero engañar. Este es el tipo de persona a la que le gusta a todo el mundo. Creo que sinceramente me estoy enamorando —.

Siempre fuiste tú.  ||  Marco Asensio. {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora