Siempre fuiste tú. || Marco Asensio. {Terminada}

XXII (t2)

Narra Marco:

Estábamos terminando de cenar cuando ella se levantó para ir al baño, esta era mi oportunidad, estaba seguro.

Nunca había tardado tanto en volver, creo que llevaba unos veinte minutos en el baño. ¿Le habrá pasado algo? No, no creo.

Al poco tiempo la veo volver. De verdad, es tan guapa, tan bonita que no me perdonaría perderla por nada del mundo.

Tengo que centrarme, viene hacia aquí y yo, cuando me quiero dar cuenta, estoy en el suelo, arrodillado. Ella tiene cara de no saber qué es lo que pasa. Así mejor.

— Dalia... Lo he estado pensando y... Quería preguntarte si... — hice una pausa, como intentar dramatizarlo todo. Sí chicos, ella no es la única Drama Queen — ¿Quieres casarte conmigo?

Todo el restaurante había puesto la vista en nosotros. Algunos incluso creo que me conocieron y grabaron pero lo único que me importa ahora es que la mujer de mi vida me diga que sí.

— Yo... Esto... — joder, si que estaba nerviosa — ¿Marco estás seguro? — yo asentí y ella solo se lanzó a mis brazos y me besó.

— ¿Eso es un sí? — dije divertido fingiendo preocupación.

— Es un sí. Te quiero Willemsen.

— Y yo Ceballos.

Narra Dalia:

No había visto a Marco tan feliz en meses. Bueno, quiero decir, desde que le di el sí que ponía en regla nuestro compromiso está más pendiente de todo.
Incluso subió una foto a Instagram de nosotros haciendo estupideces acompañado de un pie de foto que ponía "Se viene bodorrio compañeros". Si es que es un solete.

Quitando los insultos de algunas fans de Marco y alguna que otra cuenta de fans del mencionado, todo va sobre ruedas.

Todavía no hemos puesto fecha pero ya he empezado a buscar un vestido de novia, el lugar donde será el banquete y bueno, todo eso que se hace en las bodas. Suerte la que tengo de que Sara y Maca me ayudan porque como Maca ya está casada y Sara pronto lo estará pues aprovecho.

Lo que me hace especial ilusión son los invitados. Mi familia, mis amigos... Hace tiempo que no veo a Natalia, la echó mucho de menos.

Hoy juega el Madrid en el Bernabéu y allí estoy, en el palco con mi suegro y mi cuñado. Marco no ha salido de titular pero sale en el minuto veintiocho por una lesión de Vinicius. El pobre, ha salido llorando del campo aunque no es para menos. Están jugando el partido de vuelta de octavos de la Champions League y van perdiendo. Sinceramente no creo que Marco pueda mejorar el resultado poniéndoles por delante en el marcador pero de lo que sí estoy segura es de que se dejará la piel para intentarlo.

Minuto 70. Vamos perdiendo 0-4. El Madrid prepara la contra. Reguilón por banda izquierda le hace un pase a Lucas, Lucas levanta la cabeza, Marco está solo. Pasa y... ¡Gooooooooooool!

A pesar de todo el esfuerzo no consiguieron mucho más que el gol de Marco y bueno, la bronca de Solari vendría luego por parte de Florentino. Dos clásicos y un partido de Champions en un mes, los tres perdidos y los tres importantes. Bye bye Solari.

— Joder, deberíamos haber defendido mejor o habernos metido más en el partido - escucho quejarse a Nacho.

— Te iba a decir que tranquilo, que sólo es un partido, pero es un partido de Champions y ya no la vamos a conseguir - decía Lucas.

— Bueno, tenemos trece Champions y nadie nos supera ni se acerca en dicho número así que cabezas altas y para adelante que podremos conseguir mucho más - decía el capitán, Sergio Ramos, que no pudo jugar el partido por sanción.

En ese momento Marco salía del vestuario. Ni se dió cuenta de que estaba allí, tampoco dirigió la palabra a nadie. Seguro volvería al autobús para volver a la ciudad deportiva y vernos en casa.

— Gracias por traerme Maca - dije dándole dos besos.

— Tranquila mujer, además, vivimos cerca y no me suponía un problema. Para algo están las amigas.

— Que suerte ha tenido Lucas contigo chica.

— Anda anda, calla, que Marco contigo también ha tenido bastante. Venga, vete dentro y espera a tu prometido, que seguro que tiene ganas de verte.

— Gracias de nuevo - dije saliendo del coche y entrando en casa despidiéndome de la mujer de mi amigo con la mano.

Estaba todo oscuro y no se veía absolutamente nada. Raro porque cuando Marco llega todo está encendido y pues su coche está en el garaje. Voy encendiendo las luces para no chocarme con nada, ya que soy bastante patosa, y subo a la planta de arriba. Voy a la habitación a cambiarme, desmaquillarme y bañarme y oigo la ducha. Gracias a Dios, pienso. Marco se está duchando pero tiene una cara, que mejor no le digo nada. Voy hasta la ducha y le doy un beso.

— Ya te puedes bañar tú - me dice cuando sale del baño dando un portazo.