¿Por qué yo?

CAP2

-¡El pedófilo!-grito y lo apunto, la directora abre los ojos en par y el chico solo me frunce el ceño y me mira con ojos ardiendo en llamas y no solo porque soy sexy sino también por lo que hice de escándalo en la calle y ahora delante de la directora.

-¡¿Qué dijo señorita Miller?!-dijo la directora mirándome

-Nada perdón lo confundí por un actor que le hizo de pedófilo en una película-dije con una sonrisa inocente

-Oh está bien señorita Miller-me dice mirándome como si fuera una loca

-Bueno de usted no era nada de esperarse Matthew ya era tarde de llegarme algo de usted-dijo la directora viéndolo o violándolo con la mirada. ¡QUE NO TIENE RESPETO ESA DIRECTORA! Una de las mejores escuelas de California y la directora me sale peor que un director de escuelas abiertas.

Empecé a toser pero parecía como si tuviera un gargajo en la garganta atorado para que así me escucharan. La directora de nuevo tuvo mi atención y empezó acomodarse los lentes viéndonos a los dos fijamente.

-Bueno queridos alumnos su castigo será limpiar los platos de la cocina que utilicen toda la escuela-dijo sonriendo malévolamente

Oh y eso que era el único castigo más simple y ordinario después de esto ya me imagino algo grave.

-Directora eso es injusto, mi compañero y yo no tenemos la culpa del retrasó ya que a esas horas es mucho tráfico-dije con indignación y moviendo las manos dramáticamente.

-Eso es cierto Denis, ¿usted no le ha pasado antes?-dijo el pedófilo de Matthew. La llamo por su nombre seguro se mete con ella. La directora le sonrió encantada.

-Está bien lo dejare pasar solo por esta vez, pero si paso algo me entero ese castigo será echo, ¿entendido?

-Entendido-dijimos los dos al mismo tiempo.

-Pueden retirarse-dijo  antes de bajar la mirada a la computadora.

-Ah por cierto Miller aquí tienes tus horas y clases que te tocan y la llave de tu casillero-dijo todavía con la mirada en la computadora extendiéndome los papeles.

-Gracias-dije con una sonrisa falsa, los tome y me fui de la dirección.

Ahora me toca Literatura ya que perdí educación física gracias al señor (si odio educación física te ponen a correr como corderos y eso no es nada bonito) y me queda solo treinta minutos de Literatura pero ¿Dónde queda literatura?

Estaba pasando por todos los casilleros ya que la primera planta es de puros casilleros y enfrente había una fuente con un hermoso jardín y más al fondo había tres salones pero no dice nada ningún letrero así que sigo caminando hasta donde me lleve el destino o ese gran objeto-roca que acaba de perder el equilibro y caer, si mi hermoso y  lo único que me quedaba  de trasero acaba desaparecer la poca probabilidad de que me quedara trasero al menos para esta navidad acaba de desaparecer.

Levanto la miraba para ver quién era ese objeto-roca y era el pedófilo de mayores (pero solo le digo pedófilo para no decir todo eso)  que me ofreció su gran mano pero no, lo poco que queda de dignidad me levanto yo misma, el rueda los ojos y espera que me levante.

-Te estaba buscando- me dijo el PDM (pedófilo de mayores)

-Ya me encontrasteis-dije con sarcasmo

-La secretaria me dijo cuándo salí que te ayudara a buscar todas tus clases, ya que soy el más susodicho de esta escuela de ricachones-dijo con desprecio en su boca, todavía lo digo me caería bien si no lo hubiera conocido bien pero ¡no! Primero le lanzo manís aun mono.

-Ya que yo soy la más nueva de esta escuela me prohíben juntarme con idiotas susodichos- le dijo con una sonrisa dándome la vuelta, pero él me agarra y me pega en los casilleros y me mira con rabia en los ojos sus ojos son como gris con verde pero ahora los veo más oscuros.

-No quiero tener problemas solo te mostrare tus clases y me iré ¿trato?- me dice seco

-Está bien solo suéltame-digo también seca y un poco cabreada puede que me haya pasado pero nunca lo reconocería ante él, él me va soltando, agarra mi lista de mis manos y me agarra de la mano y me sube al ascensor (wow tienen a ascensor y tiene musiquita, yeih) poco a poco empiezo a mover mis caderas mis pies y la cabeza, la canción suena como si tuviera maracas así que imagino las maracas me suelto de la mano de Matthew(o si lo llame por su nombre gracias a esa música de ascensor) y empiezo a moverme y hacer las maracas en mis manos y a dar vueltas, Matthew me ve con cara de como si fuera una linda ovni *está bien no, quitemos lo linda* y me sonríe y yo a él y le hago con la cabeza que se una-Yo no bailo-me dice con una sonrisa, lo agarro y empiezo a decirle que sacuda los hombros y le hace raro pero bien a comparación de mi primera vez que parecía como si tuviera un mono en mi espalda y quería que me lo quitaran así fue de horrible mi primera vez. Cuando para el ascensor salimos los dos y empezamos a reírnos como locos por lo raro que fue,  pero así es mi vida. Matthew me agarra de la mano y me lleva al salón de literatura y me da mi lista.

-Solo falta diez minutos pero bueno entra- me dice sonriendo, su sonrisa es hermosa y hace que sonría yo también eso contagia maldito PDM.

-Está bien-le digo-ya luego nos veremos, adiós pedófilo-le digo sonriendo mientras lo veo que se va dando la vuelta para irse

-Adiós mata-viejitas- me dice ya caminando y saludándome  no le veo la cara por que camina lógicamente pero sé que sonríe, mientras yo tengo cara de ofendida como si me hubieran dicho que no seré miss universa por el grano que tengo en el trasero, el voltea a verme y suelta una carcajada muy bien con esa voz, lo admito me cae mal pero ese físico es violable, le saco el dedo de en medio y ya entro a la clase que es dirigida por la maestra que es una anciana de cabello blanco que me recuerda a la que ESTOY JODIDA  es la que casi madreaba, como si el mundo me hubiera dado una lección de no golpear ancianas  le doy una ligera sonrisa ella me mira de arriba abajo y me dice que me siente con voz de morirás en mi clase.

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Matthew Adonis Rowling POV.

Cuando deje a Miller la alias la mata-viejitas supe que su cara será muy asombroso a darse cuenta que casi madrea a la maestra de literatura, ahogo una carcajada y me encamino al árbol que está en el estacionamiento, saco mi cigarrillo lo prendo y empiezo a recordar esa frase que nunca la olvidare siempre estará gravada en mí.

*Falta mucho por aprender, me toco volar sin alas,

decir adiós sin morirme y renunciar a mi destino para escribir otro.*