¿Por qué yo?

CAP39

Me levante con un Matthew encima de mí y un punky encima de Matthew, prácticamente me hicieron sándwich los dos.
Con cuidado me quite encima a Matthew para apagar la maldita alarma que no dejaba de sonar, *Muere perra que arruina bonitos sueños* pensé apretando el botón del reloj queriendo destruirlo.
Me di una ducha rápida para después hacer un café para mí y Matthew e irnos a la escuela pero primero levantar al ogro durmiente. Me acerque poco a poco a Matthew viéndolo dormir se ve tan lindo como si descansara sin miedo a un nuevo día que pasara con una bestia, rodee los ojos.
-Matthew-dije moviéndolo suavemente, haciendo que se mueva en otra posición.
-Matthew, idiota…-dije moviéndolo un poco más haciendo que suelte un gruñido.-Llegaremos tarde a la escuela y punky tenemos que dejarlo con Carl.
-No me digas idiota.-dijo entre dormido, abriendo lentamente los ojos.
-Buenos días.-dije dándole un beso a Matthew.
-Buenos días amor.-dijo guiñándome el ojo.
Aunque se acaba de levantar se ve como un dios y vaya que le queda corto.
-¿Disfrutando de la vista?-dice levantando la ceja con una sonrisa divertida.
-Demasiado.-dije mordiéndome el labio, suelta una carcajada agarrándome de la mano cayendo en su abdomen.
-Mi bestia.-dice ronroneando besando mi cuello.
-Mi pedófilo de ancianitas.-dije riendo, haciendo que muerda mi cuello.- ¡Auch!
-Eso te pasa por meterte en mi tráfico, en el semáforo y en la anciana de literatura y más que todo.-dijo dándome un beso tierno jalando mi labio.-En mi vida.

Terminando que Matthew dejara a punky y se duchara e vistiera, llegamos a la escuela.
Y para empezar el día señores y señoras ¡Aparecen la bola de simios, corriendo como simios hacia nosotros!

-¡Mindy te extrañe!-dijo Keith dándome un abrazo.

-Y yo a ti Keith-dije sonriendo hasta que me soltó y me mira un Finn receloso.
-No te da derecho de abrazar a mi hombre.-dijo Finn jalando hacia el a un Keith rodando los ojos.
Finn como no tenía nada que hacer y para librarse de la mejor amiga de su prima dijo que era gay y su pareja era Keith desde ahí Finn siempre está diciéndole “cosas amorosas a Keith”.

-Perdóname por abrazar a tu hombre.-dije sarcástica.
-¿Dónde está Abby?-dije volteando a todas partes y lo que vi fue como ver aúna jirafa travesti besando a un simio y era el mayor.
-¿¡Desde cuando andan en moteles!?-dije viéndolos en el árbol besándose apasionadamente pasándose el chicle.
-Desde ayer.-dijo Matthew a mi lado agarrándome de la cintura.
-Solo falto yo.-dijo Jordán nostálgico agarrándose el pecho con dramatización.
-¿Yo que?-dijo Ryan.
-¡Tu cállate! Tú tienes sexo con la maestra Georgina la de química.-dijo Finn haciendo que Ryan voltee a verlo cabreado, se acercó a Finn demasiado cerca.
-No vuelvas a nombrarla, te lo advierto Hampton.-dijo apuntándolo seriamente, Finn lo mira con los ojos achinados y los labios en una fina línea recta.
-Vámonos.-dijo Keith agarrando a Ryan para calmarlo, después de quitarse su mirada, Finn suelta un suspiro y nos voltea a ver como si no pasara nada.-Y ahora se lleva a mi chico.-dijo para acomodarse la mochila e irse, dejándonos aun Jordán, Matthew y a mi solos.
-Estos chicos me van a matar.-dijo susurrando un Jordán.
 La campanilla sonó dando la primera clase para empezar que era Educación física pero como saben el maestro me saco de su clase por un largo tiempo dejándome en el salón de química del grupo contrario que era el de Sharmin *Valí madre*.
Matthew me dejo en la puerta del salón.
-Nos vemos luego amor.-dijo dándome un beso de despedida para después irse a educación física.
Entre al salón, todavía no llegaba Georgina, me senté en la primera fila intentando pasar por “fantasma” haciendo que no suceda eso.
-¡Vaya vaya vaya! Que tenemos aquí a un pollito solo.-dijo Sharmin a su grupito de piratas versión Sharmin que se rían por su mal chiste.
-Dirás gallina Sharmin, ya que tú eres el pollito aquí.-dije viéndola con una sonrisa.
Sharmin iba atacarme con una pendejada que siempre dice pero llego la maestra haciendo que nuestra pelea pause.
Termine su trabajo ganándome una mirada de victoria de la maestra por mi buen trabajo, una mirada asesina de Sharmin y una mirada dirigida a ella de “Pudrete”con una sonrisa. Sonando la campanada salí deprisa para irme con la anciana de literatura.
Llegue agitada pero llegue, ya todos estaban ahí me miraban de arriba abajo.