CAP51

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-¡Denme mis zorras maletas!-dije al ayudante del aeropuerto.- ¡No le voy a pagar señor, déjelas, yo puedo!
El señor bufo dejándolas, antes de irse me mira indignado.
-Señorita la ayuda era gratis, usted decide si darme o no dinero.- para después voltearse y seguir en su camino.
Iba a responder pero primero mi orgullo y lo poco de dignidad que me queda, arrastre mi maleta y mi mochila hasta pedir mi taxi.
No quería esperar un departamento, fui directamente con Matthew, solo tengo tres días contando desde hoy.

-Gracias.-le dije al taxista dándole el billete para después mirar el edificio con nervios *No seas marica, vamos Miller tu puedes*pensé dándome fuerzas, jale las maletas y entre al edificio, no quiero pensar si huelo feo o me veo mal pero estoy teniendo muchas miradas de gente con aura de millonario. Solo me quedaba preguntar por Matthew y mandar al carajo las miradas.
Me acerque a un muchacho con sonrisa Colgate y el cilandro de ayer pegado todavía al diente *Mentira, mentira*.

-¿Se encuentra Matthew Adonis Rowling?-le pregunte al chico Colgate, el chico me mira con una sonrisa encantadora.
-Sígueme.-dijo amablemente, caminando hacia el ascensor.
Apretó el número siete y había musiquita, solo movía mi mano y el pie, el chico me mira y después paso su mirada de curioso ha sorprendido.
-¡¿Eres tu Mindy?!-pregunto sorprendido, salte de mi lugar y asentí nerviosa *Espero que no sea un asesino*.
-Matthew me ha hablado mucho de una chica adicta a la música del ascensor.-dijo risueño abriéndose las puertas del ascensor, mi estómago bailaba los ovnis y un duende feliz saltaba.
-¿Matthew te ha hablado de mí? ¿Qué te ha dicho?-dije sintiéndome caperucita provocando al lobo feroz.
-Si mucho me ha hablado de ti, me ha dicho que vino a escapar de la realidad y crear un mundo ficticio, pero sé que su sonrisa es falsa, pobre chico.-dijo el muchacho con sonrisa Colgate con nostalgia.
Asentí, me sorprendió que ya estábamos los dos enfrente de una puerta blanca, mi corazón acelerado preguntándose si fue la mejor opción.
-Ramona, ¿El señor está ocupado?-dijo a la secretaria que estaba alado de la puerta, ella con el teléfono en la mano y su libreta alado, alzo la mirada y negó, el chico me mira.
-Suerte.-dijo para después irse.
Estaba frente a la puerta con mi maleta agarrándola con fuerza y mi mochila pesaba más de lo que me imaginada.
*Abre la maldita puerta, ¡No veras un enano que salga para patearte!*
Abrí la puerta, se oyó un ‘Adelante’ *Su voz* pensé haciendo que no pudiera hablar, abrí un poco más la puerta y pase con la mirada en alto.
Su mirada estaba perdida en la computadora y una calculadora de lado sacando cuentas.
Su oficina es blanca con madera de color suave y fotos de ecología colgando y unos colores que se ve la paz desde que entras, pero era lo que necesitaba en ese instante yo.
-Hola Matthew.-dije en voz alta para que escuchara.
Matthew soltó todo y su mirada quedo clavada en un punto inexistente, todo su cuerpo se tensó.
Matthew Adonis Rowling POV.
-Hola Matthew.
Esa voz; esa voz; esa voz…
Era lo único que podía pensar, no venía nada más a mi mente que los recuerdos cuando la conocía por primera vez, sus ojos brillosos, su piel suave y esos labios deseables.
Levante mi mirada y seguía como siempre, sus jeans rotos, su blusa blanca con palabras negras y sus vans tintos con una coleta alta algo desecha pero queda con todo ella, su cara con maquillaje natural que demuestra que no necesitas ponerte como un payaso para gustarle a cualquier chico.
-Y… ¿Cómo te va?-dijo con una sonrisa, se veía nerviosa pero no lo hacía notar a simple vista, tendrías que conocerla muy bien para saber todo de esa chica.
Me puse de pie, arreglando mi camisa blanca, la corbata me había hartado y la había tirado en alguna parte de esta oficina.
Me acerque a ella y cada paso que daba más nervios y preguntas venían a mi *¿Conocería a alguien? ¿La haría feliz? ¿Qué hace aquí?  ¿Le importo? ¿Le compro una banana? ¿Todavía amara las bananas? ¿Me amara todavía a mí?*
-Muy bien y ¿A ti?- *Extrañándote sobre todo* pensé sin decirlo, le dije a Mindy, la chica que me robo el corazón.

¿Por qué yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora