¿Por qué yo?

Final.

- ¡Matthew, pensé que nunca te volvería a ver!-dijo Finn abrazando a Matthew, cuando me miro cambio su sonrisa.- ¡Esa zorra! Te pego la rabia, yo lo sé.-dijo Finn ganándose el dedo de en medio con una sonrisa sarcástica.
-Que te den.-dije mientras miraba a Jordán, Keith, Abby y Liam *Que siguen juntos después de tanto* y Ryan *Su romance con la maestra nunca existió por que los sentimientos nunca fueron reales*.
-¿Van a pedir de comer o vuelvo en un momento?-dijo la mesera.
-Sí, yo quiero una hamburguesa con papas y un refresco.-dije mientras miraba a los demás pedir.

Si ponía atención estos chicos eran mi única familia que he tenido y tendré, no puedo vivir sin ellos y sin sus eructos, son una ancla que me mantienen a flota y recta. Estos días que me separe un poco de ellos por Judith, Milton, Bruce, Fergus y Emma *Que por cierto va todo muy bien, nos juntamos cada fin de semana* los amo y me han mostrado que no tenemos que estar siempre juntos para saber que nunca te darán la espalda.

Sentí la cátsup resbalar con la papa de mi mejilla, me la quite despacio y mire la dirección de esa papa con cátsup, había un Finn comiendo tranquilamente papas.

-¡Y no vuelvan!-dijo el gerente del restaurante aventándonos a todos a la calle, estábamos llenos de cátsup, refresco y hamburguesas ¿Épico? épico que Abby gritara que le llego la regla del cielo, que era solamente cátsup manchándole la falda.

-¡Ya ven! Nos sacaron porque está un animal con nosotros.- me acerque al letrero de ‘No la entrada a las mascotas’ y señale a Finn.- ¡Te dije que no aullaras!

Todos soltaron una carcajada y un Finn mirándome asesinamente me sonrió y niega con la cabeza, me encogí de hombros.

Nos fuimos todos a nuestros hogares para cambiarnos, Emma estaba con Carl y Dylan, querían llevarla al museo del arte. Pero no les dejo las llaves a Matthew haciendo que suba por el balcón *Estrategia mía* y dejándome con…
-¡Hola!-dijo Sharmin mirándome con todo menos con gentileza.
-Contigo no finjo, me caes mal.-dije escupiendo las palabras con ácido en el paladar.
Sharmin deja de sonreír con hipocresía, y se pone al margen poniendo sus dedos en la frente como si tuviera un dolor de cabeza.
-Escuchan Mindy, quiero hacer las paces contigo.-dijo viendo mi cara.- Espera, espera.- dijo levantando las manos.- Las paces las hago contigo porque quiero que Emma me vea como una buena persona y que se deje maquillar.-dijo refunfuñando.

Me quede un rato mirándola extrañamente.

-¿Desde cuándo estás hablando con mi hermana?-dije cruzándome de brazos.
-Cuando la dejas con Carl y Dylan, a veces la cuido yo, pero no dicen nada por miedo a como reacciones.-dijo Sharmin mirándome.- No los mates, ellos lo hacen por la linda carita de Emma contra ellos y aceptémoslo nadie le gana a esa carita.- Bajo la mirada.- Emma me habla mucho sobre ti y no sé cómo hablarle de ti sin sentir nauseas. Así que quiero las pases por Emma.-dijo resaltando la palabra ‘por’

Lo pensé por unos minutos hasta que le di mi mano y la estreche con ella con una sonrisa.
-Por mi hermana.-dije resaltando la palabra y ella ladea su sonrisa.
 
Matthew salió de la casa, duchado y cambiado con su sonrisa radiante *Mi hombre* pensé con una sonrisa picarona.

Fuimos a mi apartamento, esperando a los chicos, tendremos una noche de pijamada, también estará con nosotros Carl, Dylan y Emma.
Estaba en el barandal apoyada mirando las estrellas y la luna circular llena dando su esplendor. Sentí unas manos en mi cintura y unos besos desde el cuello hasta la mejilla, reí y mire a Matthew.
 Sus ojos mirándome con amor y orgullo, su mirada tan compasiva y llena de amor, me sentía orgullosa que él me mirara a mí y solo a mí, que no necesitara demás chicas, que solo esta chica loca y yo a este chico que es mi locura.
-¿Por qué yo?-le dije a Matthew mientras lo miraba fijamente a los ojos, él con una sonrisa me contesta.
-Fácil, tú me vistes cuando nadie más lo hizo, desnudaste mi alma y con ella se abrió lo mejor de mí, así que Mindy por favor nunca me dejes, es mi mayor miedo, si te vas tú lo pierdo todo.-dijo mirándome con terror en sus ojos, llene toda su cara de besos, haciendo que sonría.
-Nunca me iré Matthew, lo prometo.-dije besando por fin sus labios con timidez, dos desconocidos conociéndose, dos almas unidas y unos ojos con brillo de un presente más largo que el futuro.
-Te amo Matthew.-dije mirándolo con las mejillas sonrojadas.

-¿Enserio lo dices?-dijo con una sonrisa ancha, el pecho se le infla de la emoción, reí y asentí. Soltó un grito de emoción para después abrazarme dándome vueltas en el aire.
-Te amo Mindy.-dijo susurrando en mi oído.

Sabía que esta noche nos acompañaba la luna con sus amantes las estrellas, esta noche era de nosotros y este secreto se queda con ustedes.

Gracias.

Fin.