¿Por qué yo?

CAP23 parte 1

-Esa hoja de papel arrugada contenía un dibujo que me hizo mi hermana de tres años-dije con lágrimas cayendo en mis mejillas mojándolas, Carl alado de mí y un Dylan al otro lado me miraban con compasión, tome un poco de té y ellos esperaron, agradecí profundamente su silencio, proseguí.
-Era su primer dibujo que hizo y me lo había dedicado a mí, estaba muy contenta corría a mi lado para darme ese dibujo-soltaba sollozos ahogados-Recuerdo que me decía*-Mira Iny lo que te hice, te quelo mucho Iny-dije hipeando.
-No quiero sonar entrometido pero si la vas a ver en vacaciones-dijo Dylan con calma, ya que Carl estaba soltando lágrimas y Dylan tenía los ojos cristalinos.
-No, eso es lo que más quisiera-dije intentando hacer una sonrisa leve-Murió, la secuestraron-dije mientras ocultaba mi cara, me sentía un puto asco, me odiaba, prefiero que se hubieran llevado mi vida antes que mi familia.

-¿¡La secuestraron!?-dijo Carl exaltado.
-Si… y yo n-n-no pud-e-e-e hacer na-a-a-da-tartamudeaba, sentía tanto odio por mí misma en ese instante y siempre lo tendré.
-¿Por qué la secuestraron?-dijeron confundidos los dos con el ceño fruncido.

-No lo sé-dije sintiendo asco, pero no podía decirles que por mi puta y asquerosa culpa, mía y tan solo mía.-Hice lo posible pero todo fue en vano-dije secando las lágrimas, sorbí la nariz-Lo único que tuve después de un día fue una foto de ella… muerta en una cobija tapada-dije parándome y empezando a caminar de un lado para otro, me faltaba el aire y mi vista nublada no ayudaba en nada.
-¿Pero estabas segura que era ella?-dijo Dylan todavía esperanzado, reí amargamente sin nada de sentimiento.
-Su cabellera güera saliendo de la cobija y su cuerpecito tirado en el bosque que fue tomada la foto, me decía que era ella.
Cuando vi la foto, vi el fondo detrás y era ese bosque donde íbamos un fin de semana de picnic diariamente, era tradición de hermanas.
-Fui inmediatamente al bosque que conocía de memoria-continúe, secándome con enojo las lágrimas-No había rastro, nada, solo había sangre en las hojas, dure dos años buscando su cuerpo cada día-dije con lágrimas que cae sin control.

Dos años me bastaron para caer en la realidad en que mierda de persona era, escape cuando me di por vencida, la policía ya tenía muchas pistas sobre mí para quedarme un año más en Washington y los malditos bastardos que iban detrás de mí, hicieron todo lo posible para que sufriera y todo por mi avaricia y sanar a mi familia, sabiendo que la única que necesitaba ser sanada era yo.
-¡Madre mía!-grito Carl, cuando termine de contar, su cara y la de Dylan estaba rojas, con mocos y lágrimas cayendo efusivamente, si ellos se ven así, no quiero saber cómo me veo yo. Carl y Dylan me abrazaron, eso era lo que necesitaba pero aun así me sentía vacía, no conté la verdad como iba todo, no quiero que piensen la realidad de mi ¿Cuál es? Que soy una estúpida por dejarme llevar.

-Cariño siempre estaremos ahí para ti, eso no lo dudes-dijo Carl abrazándome más fuerte.
-Eres fuerte Mindy, no dejes que el pasado te arruine, yo sé que tu hermana te amo mucho y te sigue amando, te ve desde arriba con una sonrisa de lo orgullosa que esta por ti-Dijo Dylan secándose las lágrimas e uniéndose al abrazo.
Reí amargamente, sino fuera por mí, ella tuviera 6 años y mi familia estuviera a mi lado.

-Familia ya llegue-dijo un Matthew sonriente llegando, pero su sonrisa cayo cuando nos vio a los tres. Caminaba despacio hacia nosotros, Dylan y Carl me fueron dejando libre de su agarre, yo tenía la cabeza agachada no quería que me viera de esta forma tan débil, sentí su mano levantar mi mentón. Mis ojos dieron con los suyos y ellos no vi lastima, vi compasión y sentimientos inexplicables, me saco una sonrisa leve.
-Hey-dijo en un susurro viéndome detenidamente, estábamos muy cerca, podía oír su corazón latir frenéticamente.
-Hey-dije con una curva intentando mantenerla en mis labios.
-Ángel no llores, tienes unas hermosas alas que tienes que relucir con esos ojos que me dan vida-dijo abrazándome fuerte, lo tome por sorpresa su abrazo.

Su abrazo era como estar de nuevo en el pasado donde podías reír, ser alegre sin preocuparte si hay escuela mañana o un examen que hacer, era como estar de nuevo en casa.