La verdad comenzaba ahora, en este momento.
-¡Hoy festejamos a los graduados que dan un nuevo paso en su comienzo de un futuro lleno de sueños!-dijo la directora haciendo que todos aplauden.
*Un futuro lleno de sueños* esas palabras hicieron eco en mi interior.
Detrás de la directora había fotos de todos los graduados, en un proyector que cambiaba a cada diez segundos, fotos con recuerdos y sonrisas del momento.
La directora llamo a cada uno de los graduados para ir por su diploma, hasta que mi nombre sonó en los megáfonos sacando mi mente del abismo para fingir la emoción de un diploma.
Cuando iba subiendo por las escaleras del escenario el proyector cambio a una foto donde salía Matthew y yo, yo hacía gestos a la cámara y Matthew me miraba como si fuera lo único del universo.
-Señorita Mindy…-dijo la directora.-Falta muchos diplomas, agarre el suyo por favor.-dijo en susurro con una sonrisa.
Voltee a verla con los ojos cristalinos e agarre el diploma mirando esa foto recibiendo aplausos de todos los presente, baje las escaleras y me fui a mi lugar que estaba de lado Abby, y mi lado izquierdo estaba Ryan dándome una sonrisa de compasión.
-Animo Mindy.-dijo tomando mi mano mirándome con una sonrisa.- Todo saldrá bien.
Asentí e baje la mirada.
Antes estaba lista para patear el trasero de ese bastardo pero ahora que descubrí que no estamos de roca, que tenemos sentimientos y cuando menos te lo esperes los sentimientos llegan a tu vida cubriéndote de todo lo que es vida, sea bueno o malo los sentimientos te dan vida, ahora que los conozco no sé cómo hacer para no sentir el dolor de este sentimiento.Cuando ya estaba por acabarse, la directora nos felicitó por nuestra salida triunfal y nuestros sueños.
-¡Que la suerte este siempre de su lado! Recuerden que hay momentos tristes pero ellos son los mejores, siempre te darán dos lecciones: El aprendizaje o una gran lección.
Todos aplaudimos para después cada fila ir saliendo en orden para la fiesta que es después de los diplomas.
En el camino me encontré sonrisas, lágrimas de orgullo y felicidad de padres a sus hijos e hijas, fotos y risas de los presentes.
Mis amigos tenían una familia hermosa cada uno de ellos, hasta apreciaba los hermanos de Liam que lo abrazaban con felicidad.Me quite el traje de graduación la toga, quedando con la ropa de abajo cómoda, me subí a la moto y vi el birrete, sonríe con nostalgia, *Adiós* pensé para aventarlo en la calle e conducir en la moto directo a mi apartamento e empezar a vestirme.
**
De: Mindy
Para: Abby
¿Paso por ti, comadre?
**
Vi el mensaje contestándole con un no, yo me iría en moto, sabría que se molestaría pero es más fácil todo con una Yamaha.
Me puse el vestido rojo, con un maquillaje de noche que rúlese tus ojos y los labios rojos con unos tacones con pedrería plateado bajos, *buenos para cualquier ocasión* pensé, el peinado elegí una coronilla dejando caer las puntas en chinos naturales. Por ultimo con una liguilla para sostener una pistola de 9mm en el muslo.Tocaron la puerta dejándome sobresaltada en mis pensamientos, con los tacones resonando me acerque al mirador de la puerta y eran Carl y Dylan.
Les abrí la puerta y los dos me miraron de arriba y abajo.-¡Estas hermosa mi niña!-dijo Carl mirándome boca abierto.
-¡Mindy estas reluciente!-dijo Dylan con una sonrisa.
Les di las gracias sonriendo y los deje pasar.
-Estamos de paso cariño, queremos una foto contigo para tenerla de recuerdo y también Matthew hubiera querido verte así.-dijo mostrándome la cámara.
Agarre mi celular y lo guarde en mi cartera negra de cuero con diamantes plateado, cerré la puerta e fui abajo en la recepción del hotel para tomarnos la foto.
El conserje se ofreció para tomar la foto, Carl estaba a mi lado derecho y Dylan del izquierdo. Después me tome una sola con Carl y otra con Dylan, para finalizar me tomaron una sola.
-Muchas gracias.-agradeció Carl al conserje que le devolvió una sonrisa para irse a su puesto. Carl se volteo a verme con una sonrisa que un padre recibiría a su hijo.
-Yo sé que tus padres estarían orgullosa de ti.-dijo abrazándome, nunca espere un comentario de alguien sobre mis padres, mi corazón se rompió ya no lo sentía, ya no sentía si estaba llorando o si alguien me abrazaba, siento un enorme vacío que los sentimientos no podrán llenar nunca, nunca llenaran un vacío de familia.
-Cariño no llores estropearas tu hermoso maquillaje.-dijo soltando una risilla Carl con las mejillas mojadas de lágrimas y su saco lleno de mis lágrimas.- Por dios me haces llorar.-dijo causándome una risa.- ¡Así te quiero ver! Riendo cariño.-dijo Carl y un Dylan nos miraba con una sonrisa para después unirse, paso su mano a mi hombro abrazándome cariñosamente.
-Esperemos verte esta navidad Mindy, nos harías muy felices a todos y hasta punky.-dijo Dylan, Carl se fijó en su reloj que colgaba en su mano y dio un brinquito.
-¡Ya es tarde! Ve Mindy a tu baile a disfrutar tu única noche de graduación.-dijo empujándome a fuera donde estaba mi moto ya lista.
-Gracias por todo chicos, los amo demasiado.-con un nudo en la garganta y con una sonrisa los mire a los dos mirándome con brillo en sus ojos y que se dirigía ese brillo a mí.- Son como mi única familia.
Carl y Dylan me abrazaron dándome apoyo e diciendo que soy ya de la familia.
Les di mi última mirada a esas personas que siempre vivirán en mi presente para después avanzar a mi última parada, para después apretar el gatillo.
**
Entre a la habitación, lo veía mejor más relajado y con color en su piel, con cuidado me senté en su lado de la camilla y pase mi mano a su mejilla.
*Mi ángel, mi vida* estaba ahí sin saber que andaba en las tinieblas con un demonio que estaba a punto de aventarlo.
No sabía si iba a volver a verlo, pero tenía que decírselo antes de tiempo, no quiero jugarme el destino en mis manos.
No pensé que existía el amor, hasta que conocí que el amor no es solo sexo o caricias, el amor es algo más fuerte que puede romper todo ¡Absolutamente todo! Dos personas que se aman deberían estar juntos, luchar por su felicidad y ganar un solo corazón para poder cuidarlo con cuidado a no romperlo, no pensé que el amor te vuelve un idiota, un idiota con suerte de tener aúna persona así a tu lado.
-Mindy-oí una voz que hace que sufra de sonrisas automáticas.- ¿Qué estás haciendo aquí? Deberías de andar disfrutando tu baile, espera ¿Estas llorando hermosa?-dijo sentándose de un tirón, con perfil serio.Reí a verlo tan preocupante e tierno con una mirada de cariño de cuidarte y saber el motivo de tu risas, lagrimas e sonrisas.
-Matthew ¡Te amo!-dije soltándolo parándome y mirándolo con una sonrisa de verdad, me apunte con los dedos.- ¡Yo te amo! Deseo estar siempre a tu lado, pedir deseos a las estrellas, despertarme contigo, saber y aprender cada día un gesto nuevo tuyo, tener una casa contigo, una mascota, salir a pasear, soñar juntos, hacer un futuro donde estemos tu y yo.-dije con lágrimas moviéndome en cada palabra, Matthew me miraba sin expresión, solté un suspiro y lo mire.-Te amo y eso y nadie lo podrá cambiar nunca.
Termine todo con lágrimas y agotamiento.
-Mindy-hablo despacio Matthew.-Ven aquí.-dijo apuntando a la camilla, me acerque despacio a su lado viendo cada expresión.
Me senté a su lado, me recorrió un mechón rebelde y lo coloco con delicadeza detrás de mí oreja, después me mira a los ojos y con su mano en mi nuca me acerco a él.
-¡Diablos! Como te amo nena.
Sus labios hicieron contacto con los míos y no necesitaba más.
Sus labios al compás de una sinfonía de unos corazón latiendo a mil por hora, unos últimos alientos que te dan vida para continuar en un mundo donde esa persona y tu existen sin miedo a nada, donde dos personas pueden ser felices.
Separándose de mí, pego su frente a la mía.
-Yo te amo Mindy Miller, y no te fallare nunca esa promesa me la hice cuando te vi por primera vez.-dijo robándome el corazón que ya no sentía.-Rompí mi juramente.-dije despacio para despegar mi frente con la suya y mirarlo a sus ojos grises.
-¿Cuál juramento?-dijo mirándome con una sonrisa.
-Enamorarme.-dije viendo como me regalaba una hermosa sonrisa que no merezco.
-Esa promesa la rompimos juntos.-dijo besando mis nudillos.-Por cierto cenicienta te ves hermosa, y tiene que lucir ese encanto en el baile.-dijo risueño.-No te preocupes de mí, Ryan se quedara conmigo, vendrá cuando tu estés en el baile.
*Gracias Ryan* pensé en mis adentros.
-Está bien.-dije parándome.-Solo primero iré al baño a retocar el maquillaje.-dije risueña yendo al baño del cuarto de hospital.
Me retoque el maquillaje y vi la hora, *Ya es tiempo* pensé suspirando viéndome en el espejo. *Puedo despedirme*
Salí del cuarto del baño y lo mire con una sonrisa, ¿Cómo podía despedirme de él? Me acerque a su lado y le di un beso en la frente.
-Adiós Matthew.-dije tocando su mejilla sintiendo su piel por última vez en mi palma.
-Adiós Mindy.Camine hacia la puerta, la abrí y mirando la pared de enfrente, trague duro.
-Recuerda que te amo Matthew.-dije para después cerrar la puerta.-Yo también te amo Mindy, suerte.-dijo gritando, su voz se iba apagando cada vez que cerraba más la puerta, hasta que quedo completamente cerrada.
Me aleje del hospital para después acercarme, al baile de graduación.
Ahí quedo un corazón.
**
¡PERDON!
No eh podido subir hasta apenas ahora, no eh tenido tiempo, los exámenes, la escuela me han tenido todo el día desde la tarde hasta noche terminando proyectos y temarios.
Todavía no termino los exámenes hasta el miércoles pero aquí les dejo un capitulo.
Espero que me perdonen por tenerlas tan abandonadas y comprendan.
Les agradezco por seguir leyendo, y me harían muy feliz si comentaran o dieran un voto a mi escrito, me daría ánimos.¡Las quiero!
Hasta pronto.*Este capítulo fue de despedidas pero el que sigue empieza la acción.*
PD: Parte del próximo capítulo.
-Ryan.-dije tocando su hombro, haciendo que voltee a verme.
La música del baile se oía de fondo.
-¿Ya es hora?-dijo mirándome serio, asentí.
-Ya es hora.
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¿Por qué yo?
Aksi¿Amor? Siempre es la típica historia del chico que es el mamado más sexy del colegio que siempre se mete en problemas, es boxeador o un Mafioso drogadicto pues Mindy viene siendo la vida de esos idiotas. No se puede adaptar o robar de la obra.