CAP7

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Me levante el sábado por la mañana para empezar a correr en la playa de California, necesitaba encontrar un lugar para poder de nuevo entrenar bien, mientras llegaba a la playa, pensé que luego iría más tarde  a visitar a Matthew ya que se le olvido su ropa ya limpiecita y no mojada *que por cierto le dije que me diera dinero para que fuera yo personalmente y no un vagabundo a la lavandería del departamento* sabiendo que yo tengo lavadora pero ah por eso como dije *¡Existe un dios!*.

Después de correr y sudar, me bañe y me arregle con unos hermosos pantalones negros desgastados, una blusa tinta que muestra un poco la cintura, mis vans tintos y una gorra con los lentes del hijo del portero que ahora son míos, me puse un poco de rímel y pintalabios rojo *no de zorra aclaro* y me dirigí a la casa del  tío de Matthew.

Al llegar a su casa nunca me fije que tenían un balcón y ahí pude ver aun Matthew ¿¡Leyendo!?, pensé en un plan para sorprenderlo, ya que vi que aun así no oyó mi “algo” ruidosa moto, me fije que tenía un alambrado de flores que llegaba más arriba del balcón pero solo me interesaba ese balcón, me subí por el alambrado fijándome de no pisar las flores, llegue y empecé a escalar ese balcón hasta que estuve en pie en superficie de no morir pude ver que aun así no me notaba Matthew y ¡eso que solté algunas maldiciones!, parece muy concentrado en su lectura.

Hasta que vi muy cerca de él vi que estaba leyendo bajo la misma estrella *con ese llore como marica*, toque su hombro y él se sobresaltó haciendo caer el libro y tallarse la cara, se volteo con ceño fruncido pero al verme se sorprendió, ¡estaba llorando! Y con el resfriado de ayer la nariz roja y sus mejillas.

-Aww’s Matthew-dije abrazándolo me dio sentimiento  verlo llorar es algo que no puedo soportar en un hombre que veo que llora por algo de verdad que te interesa como por ejemplo un gran libro o película.

-Este no puede de ser, no puede morir-dijo sollozando en mi hombro

-Tranquilo, todos pasamos por eso-dije sobándole la espalda, oía sus sollozos y me hacía sentir vulnerable, cuando se separó de mi le limpie con mis pulgares sus lágrimas.

-¿Tú también llorasteis?- me pregunto con ojos brillosos y sorprendidos, parecía un niño pequeño

-Si claro que si-dije con ternura sobándole la mano

-Oh nunca me lo espere de ti-me contesto soltando una risita y yo le di un sope.

-Tonto Adonis-dije rodando los ojos-Yo también tengo sentimientos muy profundos guardados dentro de mí-dije desviando la mirada al suelo al recordar los viejos tiempos

-Ya  tranquila ya todo paso-me dijo dándome un apretón, le sonreí dándole las gracias por no preguntar.

-Bueno venía a dejarte tu ropa limpia-dije sonriéndole y pasándole su ropa

-Gracias Mindy

-Bueno te dejo para que sigas en tu profundo mar-le dije bromeando yendo directo al alambrado de flores

-No quédate está bien, ya luego lo termino Mindy-dijo jalándome hacia él.

-¿Enserio?, por mí no te preocupes luego vengo-dije seria, él puso un mechón rebelde atrás de mi oreja haciendo que se solo ese acto me diera escalofríos.

¿Por qué yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora