¡Corriendo en TACONES!

Glaciar, Iceberg, Hielo

Miré el reloj una vez más, joder que lentitud de día. 

Dibujé en el pupitre mientras el profesor explicaba por qué los sapos eran importantes para el universo. La verdad era un poco aburrido. Las chicas del día anterior parecieron estar muy molestas conmigo, pues derramaron sus bebidas sobre mí en el recreo. Fue un desperdicio, pero decidí no pelear mucho. Pronto me vengaría y les daría su merecido. 

  —Hey—miré al chico que me pasaba una nota pequeña, desenvolví el papel hasta ver lo que decía. 

¿Necesitas más soda en tu cabello? Tal vez así deje de ser tan grasoso...

  —¿Puedo ir al baño?—pregunté arrugando el papel, el profesor frunció el ceño. Toda la clase me miró ya que me había levantado del asiento

—¿Para qué?—preguntó como si fuera lo peor del mundo, rodé mis ojos y suspiré

—No pues, para abrir la cámara de los secretos y de paso matar a una serpiente gigante en las tuberías —respondí con sarcasmo—¿para qué más? Me estoy orinando y necesito ir al baño—el profesor rió un poco y anotó algo en un papel

  —No, no puedes ir al baño. Pero puedes ir a detención—me entregó el papel y me hizo sentarme para seguir con su estúpida clase

—Viejo verde cara de sapo desgraciado...—gruñí por lo bajo. 

Al sonar la campana de la salida tomé mis cosas y fui hasta el campo. Le mostré la nota de detención a la entrenadora y me dejó retirarme hasta la oficina. Bienvenidos al Breakfast club 2018 

Me senté de mala gana en uno de los pupitres del medio, había bastantes personas dentro de la pequeña sala. Unas cuantas chicas y unos cuantos chicos, algunos jugaban con sus dedos. Otros leían o dibujaban, otros solo dormían y otros escuchaban música. ¿A cuál grupo quería pertenecer en detención? 

 Al final me quedé en solitario. Era más sencillo. Mi móvil había sido confiscado por lo tanto no tenía mejor cosa que hacer, levanté mi mirada cuando la puerta se abrió de par en par dejando ver a un hombre en sus veintes con traje, alto como una montaña y con un increíble similar a Charlie y Max. Incluso su frialdad parecía ser contagiosa, pero no duró mucho hasta que sus grises ojos terminaron en los míos, dio unos pasos adelante y caminó hacia mí. 

  —Tu debes ser Lola—dijo a una distancia prudente, asentí mientras le mantenía la mirada, se acercó lo suficiente como para que fuera la única que pudiera escucharlo. Su aliento olor a menta golpeó mi piel—aléjate de Charlie, no debe distraerse con juegos fáciles y pasajeros. 

  —Luke—ambos miramos a la puerta, Max tenía la ropa desordenada, se le veía más frío de lo normal—Déjala—el chico desconocido se apartó ante Max

—¿Qué haces en detención?

—Lo mismo te pregunto—se cruzó de brazos, todos nos pusimos incómodos ante la tensión del ambiente entre estos dos, eran como perro y gato. Se miraron por unos segundos más y luego se dirigió hacia mí—Hey vaca—fruncí el ceño—te presento al degenerado de mi hermano mayor—mi mirada viajó hacia Luke

—Pensé que tu hermano mayor era el Iceberg

—Sí, pero más grande un glaciar—se encogió de hombros ganándose una mala mirada de su aparente hermano

—Nos vamos—dijo tomando del brazo a Max pero él no se movió

—No me pienso ir a ninguna parte—Luke le susurró algo y aunque intentara escuchar era imposible. El rostro de Max se hizo blanco como la nieve, sus puños se cerraron y empujó a su hermano para irse de allí como Flash. 

No sé como, no sé cuando. Pero terminé corriendo detrás de Max. Me fugué del instituto por su culpa y terminé en un lugar donde no quería estar pero ni borracha. Max comenzó a fumar, molesto pateando el pasto, golpeando todo a su alcance. Era una bestia en celo. 

  —Hey detente—corrí a detenerlo, pero fui empujada haciendo que me partiera las nalgas.—¡Maldito hijo de calamardo!—grité molesta, noté que Max ahora miraba a una de las lápidas blancas del cementerio. Me acerqué a él y miré a la misma dirección, pero era una lápida vacía, sin nombre o sin un comentario. Lo único que tenía era una pequeña firma en la esquina. AP

¿Qué era AP?

—Aléjate de nosotros—dijo por fin, fruncí el ceño ¿cuál era su problema?

Intenté tocarle el hombro, pero solo logró que me hiciera una llave y me derribara al suelo. Me moví tal cual gusano intentando liberarme de su agarre, la furia que sus manos daban en el agarre de mi ropa me asustaba. Sentí algo caer en mi cara, eran sus lágrimas. 

—¡Suéltame Max que me haces daño!—grité jadeando, me dolía su agarre, mis brazos y piernas se cansaban de tanto luchar

Un movimiento brusco lo apartó de golpe, Charlie le estampó un golpe en el rostro y Luke me miró con desaprobación. —¡Cálmate joder!—gritó el iceberg a su hermano menor que lloraba con fuerza

—Le dices algo a alguien y nadie volverá a saber de ti—miré a Luke ante su amenaza, ¿pero qué había hecho yo para que estuvieran tan molestos?

—Aléjate Lola—dijo Charlie una vez que su hermano se hubiese calmado. Verán, estos días con él al menos había logrado que su frialdad bajara, pero con su tono de voz este cabrón congeló el infierno. 

—Yo solo quería ayudar—ladré para salir de allí. 

No le dije nada a mi prima, después de todo estaba enamorada de Max. Sané los raspones de mi piel y me di una relajante ducha. Quería engordar, así que me comí la mitad del refrigerador y me dormí el resto de la tarde. 

La alarma sonó desesperada, tomé el reloj y lo estampé contra la pared. Quería dormir más pero las ganas de hacer pis me ganaron. Maldije a mi vejiga pero mi furia se fue cuando golpeé mi dedo meñique contra el borde de la puerta. 

— ¡ME CAGO EN EL ABORTO DE MONO PERO DE LOS QUE SON MAL HECHOS!—dije para patear a la puerta—¡Uy no no! Mala idea, mala idea—dije saltando sobre mi pie sano sosteniendo el otro adolorida. 

Me duché y me alisté para un nuevo día, si mi suerte seguía así le pediría al dios del algodón de azúcar que me suicide. Pero soy tan pendeja que seguro se muere con solo verme. 

—Deja de pensar en voz alta—salté más alto que Tiger con su cola ante la voz de mi tía

—¡Santa cachucha! Se me salió el intestino grueso, no me asustes así—dije intentando recuperar mi respiración. 

—Debo asistir al funeral de los Phillips—fruncí el ceño—María te dejó una tostada e Ileana se marchó al instituto con una amiga de porrismo

—Buena suerte—dije despidiéndome de ella para irme sin prisas al colegio. 

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¡HOLAAAA! Un nuevo capítulo, espero les haya gustado, no olvides dejarme una hermosa y sensual estrellita. Pronto llegaremos a los 100 votos :D gracias por leer, BYEEE

XOXO~