Al día siguiente gruñí cuando el despertador bailó a mi lado. Quería romperlo, pero mi padre me había amenazado diciendo que si rompía este despertador me quitaría el móvil hasta que tuviera veinte. Salí con los ojos cerrados hasta el baño. Abrí la puerta y vi a mi hermano sentado sobre el inodoro.
Oh, se me había olvidado estos momentos~pensé mientras me cepillaba los dientes. Cerré mis ojos para que mi hermano terminara tranquilo y me adentré la ducha una vez libre el lugar.
Dejé que mi cabello se empapara por el agua caliente, lavando mi cuerpo y llevándose el sueño de mi ser. Aunque sabía que pronto volvería.
Después de ducharme abrí mi maleta. Odiaba a mis primas por haber quemado toda mi ropa. LITERALMENTE. Y dejarme solo con vestidos y ropa femenina, aunque admitía que realmente me gustaba mi nueva ropa jamás lo admitiría en voz alta.
Me coloqué uno de los vestidos más cómodos. No era tan ajustado como para ser la típica zorra de las películas, pero tampoco muy holgado como para parecer un saco de patatas.
Como el vestido era blanco, lo acompañé con mis converse negros y una chaqueta de cuero negra. Dándole mi propio estilo al vestido.
Me até el cabello en una cola de caballo alta y me puse unos accesorios que mi hermano me regaló desde niña. Bajé a la primera planta saltando las escaleras de dos en dos y luego deslizándome por la baranda de madera.
Mi hermano ya se encontraba comiendo su desayuno. Mi padre lanzó el aderezo y mi hermano empujó mi plato el cual se deslizó por la mesa hasta llegar a mí.
—¡No perdí la práctica!—digo atajando el aderezo y agregando de este a mi desayuno. Cuando mi padre se volteó y me analizó su ceño se frunció.
—No irás así, ¿o sí?—dice mi hermano con la boca llena
—¿Por qué?—digo adentrando un gran bocado a mi boca. Él me tira su sudadera
—Ve a cambiarte o cúbrete con eso—ruedo mis ojos y se la vuelvo a lanzar
—No necesito cambiarme, estoy bien así—tomo las llaves de la camioneta y levanto mis cejas de arriba a abajo de manera divertida
—No manejarás, en tus malditos sueños—dice mi hermano arrancándome las llaves—te espero en el auto—dice sin dejar de caminar.
—Adiós papá—me despido con un apretón de manos y un abrazo y él me detiene
—¿Estás segura de ese vestido?—pregunta dudoso, ¿qué tenía de malo mi vestido?—no digo que te veas mal, simplemente pienso que como cambiaste y maduraste... no sé hija...
—Papá, nada de eso sucedió, estoy bien—tomo mi mochila y mi ropa deportiva, ¡hoy iría por primera vez a clases de fútbol sin tener que lidiar con las niñas de mi equipo anterior! ¡iría con chicas grandes!
Salté para tomar mi skateboard y adentrarme a la camioneta. Mi hermano comenzó a conducir hasta llegar al colegio, con la música a todo volumen y su hermana menor bailando a su lado.
—¿Y los gemelos?—digo al ver las grandes puertas del edificio
—Ellos llegan por aparte, no creo que quieras venir con dos chicas que llevan las mismas bragas que el día anterior—arrugué mi nariz y me bajé de la camioneta. La gente miraba a mi hermano, cuando un auto mucho más ruidoso que el nuestro llegó.
—¡Hey! ¡hey! ¡hey!—grita Adrián sentándose al borde de la ventana. Mi hermano rueda los ojos con una sonrisa y espera por ellos.
Cuando entramos fue demasiado incómodo. La gente me miraba raro, pero a mi lado estaban los "dioses griegos" al parecer. No sé que les ven... yo no los veo tan apuestos a decir verdad.
Mi hermano se despidió con una palmada en mi hombro, gracias a eso soportaba golpes fuertes y mucho peso. Y los gemelos con un beso, Adrián en la mejilla y Aaron en la coronilla de mi cabeza. Él sabía que odiaba que hiciera eso, y por eso lo seguía haciendo.
¿Por qué me dejaban botada en medio pasillo? ¿A dónde debía ir?
—Quítate bacteria—sentí unos brazos empujarme haciendo que cayera de rodillas al suelo. Mi hermano se detuvo y volvió a ver a la bestia que me empujó para pasar. Me levanté furiosa y lo tomé del brazo, él me miró confundido hasta que mi puño aterrizó en su nariz
—Se dice "con permiso, necesito pasar"—pude notar la sonrisa de orgullo en el rostro de mi hermano y de los gemelos. Pero esa sonrisa debía acabar en cualquier momento
—¡Señorita! ¡acompáñeme de inmediato!—miré a la regordeta mujer furiosa, tan molesta que hasta su rostro se enrojecía. Tenía una espantosa verruga un poco más arriba de su labio superior.
—¡Pero fue la culpa de este idiota!—gruñe mi hermano, pero ella grita para callarlo
—¡VO-CA-BU-LA-RIO! ¡Y cuide su tono señor Pearson si no quiere terminar en dirección de nuevo!—mi hermano me mira con enojo y respira profundo
—Vieja cara de huevo... que me chupe--- Mi hermano comenzó a gruñir por lo bajo, la mujer abrió sus ojos de par en par y la mano de Adrián terminó en la boca de mi hermano
—Yo digo que corramos por nuestras vidas—sugiere Aaron
—¿Qué fue lo que dijo Justin Pearson?—la mujer parecía que iba a explotar
—¡AHORA!—Adrián tomó mi mano y tiró de ella con fuerza para comenzar a correr entre la multitud de alumnos que observaban la escena con suspenso
Comencé a reír mientras corría, cuando mi hermano atropelló a la morena. Nos detuvimos para esperarle, pero el ogro venía gritando. Lo que más causaba miedo era que traía una escoba en sus manos.
—¡Justin!—fue lo que el director dijo una vez sentados en su oficina.—¡mini Justin!—dijo al verme
—Yo vine porque necesito mi horario—digo intentando escapar de la situación
— ¡No es cierto! ¡la encontré golpeando a alumnos en el pasillo principal!—ruge la mujer, le lanzo una mirada asesina y ella me saca la lengua.
—Como estamos empezando el curso y no llevan ni una hora en el colegio, dejaré pasar esta ocasión. ¡Pero! Llevarán una advertencia, Justin, si los vuelvo a ver en problemas le diré al entrenador para que no jueguen esta temporada. En cuanto a ti, la violencia es intolerable aquí—asiento mordiendo mi labio inferior
—¡Pero fue autodefensa!—digo nerviosa
—Por eso solo irás con una advertencia esta vez—dice entregándome mi horario.
Los cuatro nos retiramos, los gemelos comenzaron a reír y se despidieron de nuevo de mí.
—Mucha suerte—dicen para dividirnos e ir a nuestras clases.
************************************************************************
¡HOLA! ¡MUCHAS GRACIAS POR LEER! Si llegaste hasta aquí es genial :3
¡No olvides dejar tu hermosa y sensual estrellita! BYEEEE
XOXO~
ESTÁS LEYENDO
¡Corriendo en TACONES!
Random"Eres de otra galaxia" "Eres una chica" Si criarse rodeada de lobos es malo, imagina ser criada por todo menos mujeres. Convivir no solo con tu hermano mayor y sus mejores amigos, también con tu padre (el cual no sabe nada sobre mujeres) y sus her...