En el primer entrenamiento dimos solo una vuelta a la cancha. Las chicas no aguantaban más de una y eso era muy preocupante.
—Queremos ser realmente buenas, de no ser así nos iremos—me dice una mientras bebe agua, frunzo el ceño
—No puedes ser buena si no entrenas lo suficiente—la chica se encoge de hombros con una sonrisa—de ahora en adelante entrenaremos dos horas, una hora para solo cardio y así subir más rápido nuestra condición física y la otra hora para dedicarla al fútbol solamente—todas comenzaron a quejarse, pero levanté el tono de mi voz—si se quejan lo aumentaré a tres horas
Todas guardaron silencio y siguieron calentando, miré la pantalla de mi celular. Tenía un mensaje nuevo de Aaron
"¿Necesitas ayuda? Acabo de terminar y si quieres te puedo ayudar"
Comencé a escribir una respuesta cuando la voz de Ana me asustó.
—¿Ese es el gemelo guapo? —la miro con una sonrisa
—Son gemelos, se parecen demasiado, ¿no se supone entonces que ambos son guapos?—pregunto con rostro obvio
—Exacto, pero prefiero al que casi no habla... el otro me parece demasiado infantil—mira el mensaje que me ha enviado—Aaron, ¿le negarás la ayuda?—arranca el celular de mis manos y escribe algo rápido. Cuando me lo devuelve mi boca cae al suelo
—¿"Gracias y claro que necesito tu ayuda guapo"? ¿¡EN SERIO LE ENVIASTE ESTO!?—ella ríe con inocencia—¡Yo jamás le he dicho así! ¡es como otro hermano para mí!
El aparato vibró dejando ver en la pantalla un mensaje de respuesta
"¿Guapo? Nunca me haz dicho así haha, me gusta... deberías seguir haciéndolo y está bien, llego en unos minutos"
Volví a correr junto con las otras chicas y luego di la orden para cambiar a abdominales.
Esperé a que mi amigo llegara pero la única persona que apareció en mi campo de visión fue el de Red, junto con... ¿Gabriela? ¿Era esa morena la chica de mi hermano?
Levanté mi brazo para saludarla cuando vi la mano Red en su cintura y ella reía como si nada. Tal vez no fuera la chica más inteligente del mundo, pero eso parecía a infidelidad. Ella no notó mi presencia hasta que Red me señaló.
Corrí hacia ellos y los saludé como si nada sucediera
—Te necesitaba encontrar hace un rato Gabriela, ¿podemos hablar?—pregunto forzando mi sonrisa y apartándola de Red.
Una vez lejos de él la miré como una asesina.
—¿Qué crees que estás haciendo?—se queja
—Lo mismo te pregunto—cruzo mis brazos sobre mi pecho—¿Sí tienes claro de que mi hermano se está esforzando por no arruinar las cosas contigo?—ella rueda sus ojos con un bufido.
—Red es solo para pasar el rato, además... ve, anda y dile que me acuesto con Red, seguro me odiará, pero te puedo apostar que también te comenzará a odiar a ti—su sonrisa me molestaba, respiré profundo... no la golpearía, no la golpearía, no la... el sonido de mi mano contra su mejilla fue lo único que se escuchó.
Las chicas seguían entrenando, pero al verme golpear a Gabriela se quedaron en silencio. Red por otra parte había desaparecido, seguramente se fue por ahí.
—¿Cuál es tu problema?—la voz de Ana interrumpió la mirada de odio que me lanzaba la morena.
—Pregúntale a tu amiga, que le abre las piernas a todo lo que camine, tal vez así deje de ser una maldita perra infiel—Ana no supo que decir, pero mi mirada solo estaba en ella. Estaba molesta pues sabía que mi hermano no se merecía esto. Realmente creo que nadie merece esto.
Un balón le golpea la cabeza, rompiendo nuestra guerra de miradas. Miro a Ana que fue la lanzadora. ¿Cómo se movió tan rápido?
Red corrió hacia ella para ayudarla, empujándome con un poco de fuerza. Las chicas veían la escena.
Tomé mis cosas y salí corriendo de allí.
Maldiciendo por lo bajo al recordar que dejé mi skateboard en la camioneta de mi hermano desde el primer día de clases. Me puse mi sudadera y vi de lejos a mi amigo. No lo saludé, simplemente pasé de largo.
¿Por qué me afectaba tanto? Claro, porque yo era quién le diría a mi hermano.
La lluvia comenzó a caer con fuerza, corrí de nuevo para evitar mojarme mucho.
Una motocicleta se detuvo a mi lado
—¿Necesitas un empujón?—pregunta, veo al cabellos arcoíris
—¿Y tus guardaespaldas?—pregunto con sarcasmo.
—Hey, yo solo te ofrecí ayuda. Si no la quieres está bien, pero no necesitas meterte en los asuntos ajenos—suspiro y asiento, me pasa un casco y me siento detrás de él. ¿Debía abrazarlo?—es más seguro si me abrazas—dice comenzando a avanzar. Con incomodidad paso mis brazos alrededor de su cintura y lo abrazo con fuerza apenas comenzamos a ir un poco más rápido.
Cuando me dejó frente mi casa tomó mi brazo
—No le digas a nadie que fui yo quien te vino a dejar—le devuelvo el casco, no pude responder cuando la puerta de mi casa se abrió. Él simplemente se despidió con la mano y se fue.
Corrí a la entrada y saludé a mi padre, mi hermano estaba sentado en el sofá con el celular en las manos.
—Hola —dice sin volverme a ver.
—¿Qué te sucede?
—Terminé con Gabriela—dice con una triste sonrisa
—¿Qué?—entonces, ¿la había golpeado por nada?
—Sé que está entre nuestras reglas, pero... bueno, ella quería que su "primera vez"—hace énfasis en las comillas con sus dedos, su voz era amarga y su mirada vacía—fuera especial. Claro está que se le olvidó mi nombre cuando estaba finalizando y no sé por qué, pero me vio cara de "Red"—vuelve a hacer énfasis—es decir... ¿sabes lo asqueroso que fue? Estaba adentro de ella
—Límites—anuncio interrumpiéndolo asqueada
—Bueno, pues... ahí me di cuenta que para empezar no era virgen y me hizo rogarle y hacerle algo muy lindo para que me llamara por el nombre de un idiota, y segundo me di cuenta de que ella llevaba saliendo con Red desde antes incluso de que comenzáramos a salir. ¿Pero sabes qué? Duele mucho—su mirada se clavó en mis ojos, podía sentir el nudo en mi garganta y por la manera de hablar de mi hermano sabía que él también tenía uno—Siempre fui un mujeriego, siempre traté a las mujeres como una noche de placer... siempre tuve tiempo y ojos para ti, pero nunca para las demás chicas. Siempre me despreocupé del compromiso y de lo que ellas podían sentir. Pero ahora que realmente cambia y comienzo a sentirme de una manera distinta por una chica, me enloquece y me enamora tiene que usarme como segundo plato—mi hermano se cubrió el rostro con sus manos, apoyando sus codos en sus rodillas. ¿Verlo llorar? La última vez que lo vi llorar fue cuando mi madre nos abandonó. Lo abracé apoyando mi mejilla en su hombro, no éramos de mucho contacto físico, pero sabía que esta vez él lo necesitaba.
—¿Sabes? Me alegra que ya no estés con ella, sabes lo que papá siempre nos ha dicho Justin, "cuando una persona se va de tu vida es porque le está dando el lugar a la siguiente que será mejor para ti"—dije citando a mi padre a lo que recordaba, sabía que él nos estaba escuchando mas nunca interrumpió nuestro momento de hermanos. En ningún momento de mi infancia ni adolescencia.
—Serás la única chica en mi vida—dice con los ojos cerrados, me río con ironía
—Ya veremos, porque cuando te atrevas a volver a follar en mi habitación, oh mi querido hermano... ahí verás de lo que soy capaz como mujer—amenazo, él ríe un poco más animado.
¡Sabía que esa arpía no era la correcta para mi hermano! ¡desde que la vi cruzar por la puerta de mi casa!
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¡Hola! Gracias por leer!!! espero lo estés disfrutando :3, no olvides dejar tu hermosa y sensual estrellita!!!!
XOXO~
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¡Corriendo en TACONES!
Random"Eres de otra galaxia" "Eres una chica" Si criarse rodeada de lobos es malo, imagina ser criada por todo menos mujeres. Convivir no solo con tu hermano mayor y sus mejores amigos, también con tu padre (el cual no sabe nada sobre mujeres) y sus her...