Me parece exagerado. Hay demasiada comida, demasiada luz artificial, demasiada gente emperifollada, demasiado lujo. Y yo no estoy acostumbrada a todo esto. El diminuto pisito de mi tía y el viejo Spike me bastan, no necesito una enorme mansión y un gato persa en su lugar.
-Estás espectacular -Me dice Jesse mientras entramos a la sección dedicada a la exposición de Clare.
-Calla.
-¿Si no lo hago vas a seguir sonrojándote?
Le lanzo una mirada de aviso. Avisándolo de que, como no se calle, alguien se llevará una colleja.
-¿Me lo estás confirmando? -Vuelve a intentarlo.
Esta vez le piso disimuladamente el pie.
-Nunca aprenderás la lección. Te repito que así sólo me dan ganas de seguir provocándote.
Nos abrimos paso entre la multitud y tras unos minutos andando por aquí y por allí vislumbramos una brillante melena rubia, y tras ella unos grandes ojos negros.
-¡Aquí! -Levanta un brazo y lo mueve tan rápidamente que llego a pensar que se le saldrá.
Nos encaminarnos hacia Clare, sintiéndome observada, y conforme nos acercamos descubro a la persona que me provoca ese sentimiento. Harry se eleva junto a ella, impecable en un bonito traje negro. Está guapísimo, y mi cara se colorea con ese pensamiento.
-¡Madre mía, May! ¿Has visto cuánta gente? ¡Dios mío! -Lleva una mano a su frente dramáticamente y empieza a hiperventilar.
Pero para su numerito histérico al ver a Jesse.
-¡Esto es casi mejor! -Se gira hacia mí tras contemplarle y baja su voz, hablándome en susurros-. Lo has traído, llegué a pensar que quizás era mentira. ¡Pero no!
Miro a mi izquierda pero Jesse ya no está, y casi grito al verle saludando a Harry. Pero no un saludo normal. No. Una serie de abrazos, palmadas en la espalda y apretones de manos que da a pensar que estos dos no se acaban de conocer.
-May... ¡Harry y él son amigos! Sí puede llegar a ser aún mejor -Clare me roba el grito que se ha quedado atrancado en mi garganta, pero el suyo es alegre.
Ambos nos miran tras su efusivo saludo, el brazo de Harry no abandona los hombros de Jesse.
-Jesse, esta es Clare, mi novia -Harry empieza a hacer las presentaciones. Según lo planeado... ¡debía ser yo la que lo presentase a todos!-. Clare, Jesse, mi mejor amigo.
Si antes mi expresión era sorprendida, ahora ha alcanzado otro nivel. Uno muy superior. ¡Su mejor amigo! ¿Cuánto más queda ya por ver? Definitivamente soy gafe, quizás es por esa vez que pase bajo una escalera, o por el día que tiré el estante de saleros de la cafetería. Seguro que lo último.
-¡Jesse! May me ha hablado tanto de ti. Está muy enamorada -Clare le guiña un ojo mientras le proporciona a sus costillas una serie de cordiales codazos-. Debes de estar haciendo algo bien.
Esto es vergonzoso, insoportablemente bochornoso. No sé ya dónde meterme. Todo se está liando demasiado y tengo que separarlos.
-Jesse -Lo arranco, literalmente, de las garras de Harry-. He visto un cuadro precioso, ven conmigo y lo ves.
-¡Vamos también nosotros!
-¡No! -digo casi inconscientemente.
-¡Pero soy la creadora! ¿Quién mejor para enseñároslos?
-Sí...pero...tienes a mucha gente que quiere conocerte y a mí ya me lo explicaste todo. Yo puedo hacer lo mismo con Jesse.
-Vale -dice decepcionada, pero se le ilumina de nuevo la cara-. Ya comprendo... -Me susurra cómplice. Ahora cree que quiero un rato a solas con Jesse... Me sirve. Y es verdad, necesito aclarárselo todo para que no crea cosas que no son.
Los perdemos de vista y nos adentramos entre la gente, hasta llegar a un gran grupo que admira uno de los cuadros. Muestra una transitada calle. La reconozco, es la misma que se ve desde la ventana de los baños del hospital.
-Sabía que yo te gustaba, pero lo de que estás enamorada me pilla por sorpresa.
Cojo una bocanada profunda, en parte para tener la fuerza suficiente para explicárselo y en parte para no abofetearle.
-Jesse -Lo miro directamente a los ojos, y eso parece acallarlo. Mejor, estoy segura de que ya no habrá ninguna interrupción "graciosa"-. Esto es una tapadera. Te invité porque, básicamente, soy una bocazas. Dije que tenía acompañante para esta exposición pero era mentira., no quería que Harry y Clare viesen que me siento...sola. Ya sabes, en el sentido de relaciones amorosas. Estos últimos años no me han llovido propuestas para citas y cosas así.
Es mentira, por supuesto. Últimamente mentir se está convirtiendo en mi pasatiempo preferido, pero no puede ser de otra manera. No puedo decirle que estoy enamorada de su mejor amigo, el cual su novia es mi mejor amiga. Pero como todo, este breve discurso posee sus verdades: llevo años sin tener novio, desde que mis padres murieron.
-May, podías habérmelo dicho. Soy tú amigo y no te iba a juzgar.
Me abraza.
Un abrazo que me aclara muchas cosas, como por ejemplo que Jesse en su interior es una persona tierna. Un buen amigo. Me alegra de que él lo considere así y que valore nuestra amistad.
Le devuelvo el abrazo aún más fuerte, estrujándolo entre mis brazos. Tras separarnos acaricia cariñosamente mi cara, volviendo a hablar.
-Respecto a lo otro... ¿Llevas años sin novio? ¿Significa que eres virgen?
Y lo hace para cargarse el momento. Al final le doy lo que se merece, un fuerte y contundente guantazo, con la mano bien abierta.
-¡Oh, vamos, May! -Agarra su mejilla con una mueca de dolor-. Eso es un problema, tienes veintitrés años.
Aunque mi cara muestra furia y un mensaje explícito de que volveré a pegarle si no se calla, él sigue con el tema. Opto por irme, dejándolo allí plantado, pero no sin antes escuchar:
-¡Necesitamos solucionarlo!
Imbécil.
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Dulce May (DTHE#1)
Chick-LitNunca unos ojos verdes han acarreado tantos problemas. Nunca un par de miradas tantas mentiras. Y mucho menos un accidente de café tanto dolor. Pero cuando May encuentra a Harry todo cambia. La vida le ha dado la espalda tantas veces... Ya no hay e...