Capítulo 21 "Acorralada por la tentación"

8.8K 876 62
                                    

Tapo mi boca en un gesto sorprendido. Me siento fatal, fui tonta. Ya comprendo porque Jesse actuó tan agresivamente, no es propio de él ahora que lo conozco mejor.

-Jesse siempre se ha sentido culpable por ello -continúa-. No debería pensar así, siempre se lo digo, pero no me hace caso. Él no podía hacer nada para remediarlo, tenía que pasar, lo decía el destino.

Permanezco muda, no sé qué decir.

-Te has quedado sin palabras ¿verdad? Pero tú no podías saberlo -Me mira compasivamente y después me abraza inesperadamente, pillándome totalmente desprevenida. Agarrando mi cabeza la pega a su pecho y puedo oír el alocado latir de su corazón. Cuando la suelta aprovecho para volver a subirla y contemplar su cara. Estamos tan cerca...

Lo siguiente que miro son sus labios.

-¿Te apetece...besarme?

Mi respiración se acelera y casi no puedo llenar mis pulmones ante tal pregunta. ¿Lo dice en serio o tan solo quiere burlarse?

Y es ahora cuando me doy cuenta. Harry lo sabe todo. Al averiguar cómo nos conocimos realmente Jesse y yo se ha percatado de que todo ese rollo del enamoramiento era hacia él. Que todo lo que dijo Clare acerca del chico misterioso del café era él.

Lo ha sabido desde hace varios días.

Aún así esto no es fácil. Y mucho menos cuando, resignadamente, me desprendo de sus brazos y me dirijo a la puerta, de vuelta al bullicio del exterior.

Como esperaba agarra mi muñeca, girándome. Haciéndolo todo más complicado.

-Lo sé.

<<Esa es la cuestión>> me dan ganas de decirle. Pero en su lugar me hago la loca y con un hilo de voz le respondo:

-¿El qué sabes...?

-Sé lo que sientes por mí, sé que te gusto más que sólo como amigos.

Estoy desesperada, hundida entre mis propias mentiras y sentimientos. No tengo escapatoria y lo último que pretendo hacer es confirmarlo, eso nunca. Pero siempre hay espacio para más mentiras y negaciones, es el único arma que me queda. Tengo que hacerlo con fundamento.

-¡Eres un maldito creído! ¿Crees que lo sabes todo? ¿Crees conocerme lo suficiente? -Me encaro a él, intentando parecer rabiosa a pesar de que el único sentimiento que me embarga es la tristeza-. Tú no sabes nada... -Ahora viene la guinda del pastel, lo que hará que su determinación se disipe- ¡Ni siquiera sabes que mis padres murieron!

Palidece y yo estoy a punto de desvanecerme por la fuerza de voluntad que ha requerido mi desfensa. Se presenta el momento perfecto para escapar, pero él no me deja ir. Por el contrario aprieta su agarre.

-May, me lo podías haber contado...

Y entre tantas mentiras, una verdad.

-¿Para qué? ¿Para qué sintieses pena por mí? -Finalizo, arrastrando las últimas palabras, cargadas de desprecio.

Era algo que siempre había temido si finalmente le comentaba el accidente de mis padres. No imaginaba que acabaría confesándolo así, mucho menos que descubriría de esta manera mi amor por él. No todo es tan brillante, ni reluce, la realidad apesta. Esto duele, y mucho.

Suspira, controlándose para no responder a mis palabras furiosas. Me acerca más a él.

-Quizás no te conozca demasiado bien, probablemente no conozco ni la cuarta parte de ti. No lo sé todo, es más, cada vez siento que sé menos. Pero si de algo estoy totalmente seguro es que me quieres. Simplemente yo te gusto.

Lo miro directamente a los ojos y siento que de un momento a otro me derrumbaré. Pero me mantengo fuerte y continuo con mi "cabreo". Endurezco mi expresión, pero él lo ignora.

-¿Qué como lo sé? -prosigue-. Por la forma en que te sonrojas levemente cuando estoy cerca, te tensas. Tus miradas furtivas, de las que piensas que no me doy cuenta. La manera en la que se te ilumina la cara...

No puede ser, no soy tan obvia. Deben de ser suposiciones falsa, él no puede haberse dado cuenta. Estoy acabada.

-... ¿Qué como lo sé? -repite-. No eres buena disimulando.

Su mirada es intensa y cuando me sujeta la cara con una mano, todas mis barreras se esfuman, dejándome la sensación de que no han sido creadas lo suficientemente fuertes para aguantar esto.

Y me besa.

Me besa inesperadamente, juntando nuestros labios suavemente. Un roce que hace que me estremezca de arriba abajo. Es tierno, deseado y lleno de sensaciones reprimidas. Reprimidas por ser incorrectas, prohibidas.

Pongo una mano en su pecho y lo empujo levemente, intentando cortar la abrasadora conexión, inútilmente.

-Esto está...mal -Mi respiración entrecortada, agotada, hace que las palabras salgan débiles.

Se separa bruscamente.

-Me da igual. Llevo tanto tiempo deseando hacer esto... -Posa sus labios sobre los míos, y los mueve para añadir:- por una vez deberíamos dejar de pensar en los demás.

-Pero Clare es mi amiga...

No me deja terminar, cierra los ojos y aumenta la presión con demasiada fiereza, anestesiándome por unos segundos. Por mi mente todo lo que se dibuja es el cuadro que Clare pinto para mí.

Dulce May (DTHE#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora