Las ruinas perdidas

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El resto del día nadie pudo quitarle la sonrisa del rostro a Hiccup. Fue un día genial, en realidad, pero cambió cuando llegó la noche. Estaba tan feliz que no podía dormir. Puede que hacer un encantamiento bien en una escuela de magia no suene como la gran cosa, pero para él significaba mucho más. Pasó un buen rato dando vueltas en la cama.

El castaño recordó los veranos en los que se mensajeaba con Merida por medio de tecnología muggle. Ni Jack ni Rapunzel disfrutaban de los aparatos muggle, pero él y su amiga pelirroja, al venir de familias muggle, lo disfrutaban bastante. Se sentía un poco triste saber que Hogwarts no permitía ninguno de esos aparatos, así que se las ideó para enviar mensajes a su amiga sin una lechuza. Quería practicar más, ver de lo que era capaz. Eso y necesitaba aclarar su mente.

Construyó una pequeña tienda con las sábanas, sacó un pergamino, una pluma, tinta, y comenzó a escribir iluminado con su varita.

Dormitorio de Hufflepuff, 12:06 a.m.

Mer,

No sé por qué te estoy escribiendo esto a ti. Me gusta cómo dices las cosas y pones mis pies en la tierra, supongo.

Estoy aburrido. Y emocionado. Tenía meses que no me sentía orgulloso de mí mismo. Creo que ustedes son los mejores amigos que puedo tener. (Punz, Jack y tú, quiero decir)

Creo que nada con Astrid va bien. Hoy intenté besarla y me rechazó ¡Estoy yendo muy rápido! ¿cierto?

Las lecciones de Punzie funcionan bien, pero tampoco me molestaría que Jack y tú me enseñaran una que otra cosa útil.

Por cierto, ¿Alguna vez te conté de cuando hice un amigo en el bosque prohibido? Creo que es del tipo de historias que a ti te podrían gustar.

Hicc

PD: Tu cabello me gusta mucho.

Hiccup dobló el pergamino e intentó hacer uno de los conjuros de tele trasportación que Rapunzel le había enseñado. Se sintió satisfecho cuando el pergamino desapareció frente a sus ojos, pero dudaba si éste había llegado al dormitorio de Gryffindor como quería o si había terminado en cualquier otro sitio. Después de todo, fue un experimento y decidió no darle mucha importancia. Apagó la luz de su varita y cerró los ojos posando su cabeza encima de la almohada.

Estaba a punto de dormir cuando sintió aparecer un pedazo de pergamino por encima de él con un destello azulado.

Dormitorio de Gryffindor, 12:14 a.m.

Haddock,

¿Qué demonios? ¿Tienes una idea de qué hora es?

No me importa, en realidad, pero creí que eras un corderito que se dormía a las nueve en punto.

Me alegro que estés orgulloso y que estés mejorando. Jack es un idiota. (Eso lo dije sin propósito, pero ambos sabemos que es cierto)

Si quieres puedo darte lecciones de defensa contra las artes oscuras y alguna poción que te interese, pero Punz es la indicada para ayudarte con encantamientos. Aunque si quieres, siempre puedo enseñarte algo de batalla cuerpo a cuerpo, considéralo.

Astrid es extraña. Es necia y atrevida y muy fuerte, nos parecemos mucho y quizá en otra vida habríamos sido amigas, pero ella me odia no tengo idea porqué tal vez por ti. No sé si estés yendo rápido, pero creo que lo mejor será que hables en serio con ella.

Y no tengo la menor idea de tu amigo del bosque. ¿Cómo pudiste no contármelo? Te odio.

Dun'Broch.

Los Hijos Del Firmamento - ROTBTD Hogwarts AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora