—Bien Christopher, voy a hacerte un chequeo general para ver si puedes irte a casa. —Anunció el doctor que estaba de guardia toda la noche.
—Oh ¡Richard! ¡Que bueno que llamas! —Exclamó Yenny al atender la llamada. —Si, el está bien gracias por preguntar...
—¿Porque le pregunta a todo el mundo menos a mi? —Preguntó Christopher soltando una risa nerviosa.
—¿Es Richard? —Preguntó Erick en susurro pues al parecer no había escuchado a Yenny.
—Mhm —Asintió mientras el doctor prendía una linterna y se la ponía en los ojos.
—¿Te sientes bien Christopher?
—Preguntó el doctor quitándole el termómetro y revisándolo.—Si...
—Pues afortunadamente lo estas, te daré unas pastillas y podrás irte a casa. —Sonrió el doctor y Christopher también.
[...]
—Muchas gracias Richard —Agradeció la pelinegra sonriendo mientras bajaban.
El moreno prendió las alarmas del auto y caminó hacia su camioneta pero Christopher lo detuvo agarrando su brazo.
—¿Podemos hablar? —Preguntó el castaño.
—Ahm no tengo tiempo para esto, estoy cansado y mi jornada de trabajo terminó.
—¿No significó nada para ti? —Preguntó el castaño con un nudo en la garganta.
—¿Porque haces esto? —Preguntó el moreno soltándose de su agarre.
El castaño sólo bajó la cabeza con lágrimas en los ojos y entró a la mansión.
—Lo siento, pero no pienso rogarte... —Susurró el moreno con la voz quebrada y caminó hacia su camioneta.
[...]
—¿Erick? —Preguntó Richard con la voz ronca atendiendo la llamada y mirando la hora.
¿Las 05:00 am?.
—Richard, de verdad perdona que te moleste pero me dijiste que te avisara si pasaba algo... —Habló Erick a través de la línea.
—Si, no te preocupes ¿Que paso?
—Encontramos a Chris tirado en el baño de su habitación, vamos camino al hospital...—Pero... ¿Como?, ni siquiera hace una semana que lo dieron de alta. —Preguntó el moreno mientras agarraba sus llaves y un suéter.
—No lo sé... Pero había sangre.
—¿Sangre? —Preguntó Richard alarmado.
—Si, en el inodoro, en el piso y en su boca... —Dijo el ojiverde y se pudo oír un sollozo.
—Ahm, ¿es la señora Yenny?
—Si, está muy mal, ella fue quien lo encontró así.
—Ok, voy para allá —Anunció antes de cortar la llamada.
20 minutos después llegó a la clínica en la que habían internado anteriormente a Chris y caminó hasta la recepción.
—¿Christopher Vélez? —Preguntó a la joven que atendía.
Ella asintió y tecleó en la computadora.—Ese paciente salió de alta hace casi una semana —Dijo la mujer mirándolo con tristeza.
—¿Como? ¿No está aquí? —Pregunto nuevamente y la mujer negó con la cabeza.
—No, lo siento...