Christopher se encontraba en el pasillo esperando a que su padre lo atendiese.
Sabía perfectamente que había sido el.
No había otra explicación.
Tardó unos días en deducirlo, y hubiese sido más difícil si no hubiese sido por un pequeño detalle.
El anillo con una "V" de Vélez que todos sus hombres debían llevar de forma obligatoria.
Desde pequeño supo que el trabajo de su padre no era del todo limpio.
Aún así lo ignoró.
Hasta ahora.
—Pase... —Dijo Zara su "Secretaria".
También sabía que era su amante, o una de las tantas.
Él quería que sea igual.
Mujeriego y sin sentimientos.
Pero lastimosamente eso se le vino abajo, al él ser gay, y con lo segundo aún más después de que apareció Richard para derretirlo completamente.
En pocas palabras, Richard había sido, la maldición de su padre y su salvación.
—Christopher... ¿Ya te arrepentiste después tu aventura con el sirviente? —Preguntó su padre sin siquiera mirarlo, seguía con la vista fija en los papeles que tenía frente a él.
—¿Porque lo hiciste?
—¿Hacer que?
—¡¿Porque lo hiciste?! ¿Crees que no me di cuenta? —Grito mientras golpeaba con fuerza la madera del escritorio.
—¿De que te diste cuenta campeón? —Preguntó el Sr. Vélez haciéndose el desentendido.
Christopher rió sin ganas.
—Oh Sr. Vélez, querer manejarse como un mafioso no siempre sale bien. —El hombre lo miró confundido. —¿O acaso esa «V» en los anillos significaban vaca?
—No comprendo Christopher.
—Tus hombres usan un anillo con una «V» en el dedo meñique ¿O no?.
—No, ya no. ¿A que se debe esa pregunta?
—Pues a Richard le dispararon, una bala que debía recibir yo, y casualmente los hombres tenían anillos ¡Con una puta «V»! —Exclamó furioso al sólo recordar el dolor que estaba pasando Richard.
Se pasaba las noches gimiendo y gruñendo de dolor.
—Mierda. —Murmuró el Sr. Vélez para si mismo.
—¿De verdad te interesa ese chico hijo? —Preguntó.
—Si. —Respondió el castaño con seguridad.
El hombre sólo asintió.
—Pues esa «V» no era de Vélez, ni mucho menos de vaca, sino de Velazco...
—¿Velazco?
—Si "Velazco corporation" son la competencia, querían hacerte daño.
—¿Porque?
—No lo sé, pero lo descubriré. —Respondió el hombre aunque sabía perfectamente porque.
A pesar de los errores que había cometido, Christopher seguía siendo su debilidad.
Y ahora ellos lo sabían.