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—¿Christopher? hijo... —Habló Yenny al otro lado de la puerta.

—Quiero estar sólo... —Respondió el castaño caminando hacia el baño.

—¿No quieres que te traiga algo de comer? —Preguntó suavemente y no recibió respuesta por parte del ojimiel.

—Te traeré un mix de frutas y jugó debido a que no almorzaste.

Christopher ignoró las palabras de su madre y siguió su camino rumbo al baño.

Se quitó la camiseta y observó su torso en el espejo.

Lleno de rollos y grasa.

Ahora entendía porque Richard se había quedado a charlar con la doctora y lo había ignorado.

Era horrible; su cuerpo, sus mejillas.

¿Como pudo haberse acostado con el? Vaya coraje había tenido.

Si el estuviera en su lugar no podría ignorar esos rollos de grasa, esas mejillas hinchadas y esos brazos tan... Asquerosos.

Y una vez más, lloró.

Se daba pena el mismo y le daba pena al mundo.

Su madre sufría por su culpa.

Y su guardaespaldas estaba con el sólo porque seguramente; o le habían pagado, o sentía lastima.

«Y sentiría aún más lastima si supiera lo que siento cuando hablan de amor... »Pensó.

Lo único parecido al amor que tuvo en su vida, fue a James. O al menos eso pensaba.

«Y yo y mi glotonería lo tuvimos que arruinar —Pensaba —El me dejó por obeso y Richard lo hará también apenas encuentre a alguien mejor. » Siempre pensó que lo que James le ofrecía era amor. Pero no sabía que eso podría comparase con interés o avaricia, pero no con amor.

Muchas veces pensamos que el amor es en realidad besos, abrazos, regalos y hasta muchas veces sexo.

Pero la realidad, es que el amor es sinceridad y trabajo en equipo. Es estar para el otro pase lo que pase, poder y querer ofrecerle todo de ti quizá hasta el punto de dar tu vida. Es complementarse y poder aceptar las virtudes y los defectos del otro para ayudarlo a mejorar cada día. Es agradecer poder despertar a su lado cada mañana, y no en la cama, sino en la vida.

Pero aveces en nuestra inocencia e ignorancia, damos todo por un simple y falso "Te amo".

Y eso exactamente había hecho Christopher, le dió todo a aquella persona que lo único que hizo fue dañarlo.

Le dió su tiempo, su dinero y su corazón.

Le dió las cosas más valiosas que un ser humano puede tener exceptuando el dinero. Este no era lo más importante pues no valía tanto la pena, porque podías reponerlo. Pero el tiempo...

¿Podías reponer el tiempo perdido? Técnicamente si, realmente no.

Podías hacer las cosas bien y hacer que valga la pena, pero el tiempo perdido no se podría recuperar. Y un corazón roto era muy difícil de sanar.

Anorexia ||OreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora