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—¿Podemos comprar galletas? —Jimin sin esperar una respuesta ya estaba metiendo en el carrito de compras un paquete color azulado.

Yoongi sonrió divertido, el gatito parecía todo un niño cuando de compras en el supermercado se trataba. Corría de una estantería a otra sin parar, tomando lo que se mirara delicioso. Además, ya había pasado por todas las degustaciones gratis de algunos productos.

—Cuidado, Minnie. —Yoongi dejó a un lado las compras para dirigirse al menor quien estaba sobando su retaguardia al caer sin frenos.

—¿Estás bien? —La mano delgada y desconocida extendida frente a Jimin lo sorprendió, aunque terminó aceptandola y ya de pie se dio cuenta de quién se trataba— Nos volvemos a encontrar, pequeño.

—Uh, supongo que sí... gracias.

Jimin no le dio tiempo al contrario en hacer algo pues se fue a abrazar a Min cuando este ya estaba más cerca, enterrando su cabeza en su pecho. Yugyeom hizo una mueca con sus labios.

—¿Tú de nuevo? —vociferó el mayor de edad con fastidio.

—Lo mismo digo, Yoongi.

El mayor se dio la vuelta listo para irse de ese lugar, Jimin fue tomado de su muñeca y llevó sus felinos ojos al pelinegro.

—¿Quieres salir conmigo? —preguntó con un ligero rubor en sus mejillas. Jimin procesaba la pregunta mientras Yoongi rechinaba sus dientes.

—Yo...

—Escúchame bien Yugyeom, Jimin es mi novio. Así que con el único que va a salir es conmigo, te pido que dejes de mirarlo como algo más.

Yoongi salió del lugar dejando a Kim sorprendido. Ya en el auto el silencio reinaba, por suerte el felino se atrevió a hablar.

—Lo iba a rechazar. —Min lo vio de reojo y de nuevo posó su vista en la carretera. No lo admitiría en voz alta pero se sentía feliz tras escuchar eso— Yoongi human-... hyung —se corrigió— Usted en el supermercado...

—Disculpa eso, olvidalo.

—¡No! Digo... ¿por qué lo dijo?

Jimin dejó de ver por la ventana y ahora observaba al pálido. Poseía un perfil que para él es más que perfecto.

—Porque me gustas. —dijo bajito, Jimin frunció su ceño al no entender y antes de volver a preguntar el mayor se adelantó— Mira, ya está en verde el semáforo.

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El timbre de la casa no dejaba de sonar, al parecer la persona detrás de esa puerta estaba algo apresurada. Luego de una pelea de miradas el perdedor fue Hoseok, así que se levantó para ir a atender, aún así se tratara de la casa de Yoongi.

El azabache asomó su cabellera encontrándose con un chico un poco más pequeño que él, abrió más la puerta recibiéndolo.

—Hola, ¿buscas a Yoongi? —preguntó Hoseok suponiendo que era algún amigo o conocido, pero este por la expresión que puso no hizo más que confirmar que no se conocían esos dos— Uh... ¡Yoongi, buscan!

Hoseok esperó unos segundos al dueño del hogar quién llevaba consigo a un gatito sostenido de su cintura, Jimin iba abrazando por detrás a Yoongi.

—¿Puedo ayudarte en algo? —dijo amable, con el menor cerca no le daban ganas de mandar a las personas a cualquier parte ya sea lejos de él.

—¿J-Jimin?

Las orejitas castañas se pusieron alertas tras escuchar su nombre, y cuando dio con el dueño de esa voz, su expresión y ánimo cambió.

—Wonho... ¿qué haces tú acá? Deberías estar en Bughyu y no en La Tierra.

—Corrección, deberíamos estar allá y no en este planeta. —el rubio con mechones celestes se cruzó de brazos.

—Esperen, esperen, ¿acaso tú también eres un Glossie? —Yoongi miró detenidamente a ambos felinos, y estos también chocaron miradas.

—¿Cómo pudiste decirle a un... Disculpa, ¿qué eres? Ah, ya recuerdo... ¿Cómo pudiste decirle a un humano sobre nuestra especie?

—Cálmate, Wonho.

Ni Yoongi ni Hoseok entendían muy bien qué ocurría, pero por ser un pequeño vecindario sabían que todo el mundo los escucharía, y no querían llamar la atención. Min invitó a pasar a Wonho y este dudoso entró, ya sentado en uno individual se pudo relajar un poco.

—Bien. Dime Wonho hyung, ¿qué haces acá? —inquirió el castaño sentado al lado de Yoongi.

Este bebió el contenido de la taza de leche caliente que le ofrecieron antes de hablar, ---En mi radar apareció que un Glossie andaba rondando por esta esfera. Nunca pensé que fueras tú, Jimin.

—¿Y qué hace otro alienígena acá? ¿De verdad no nos invaden? —Nam estaba siendo retenido por Hoseok, el moreno quería entrevistar al rubio-celeste.

Wonho posó su vista sobre Nam y luego la volvió a colocar en Jimin, —Como decía, no esperaba encontrarte, pero ya veo que el Universo nos quiere juntos.

—Y sigues con eso... —murmuró Jimin siendo escuchado únicamente por el pálido.

—Jiminie, estuve arreglando la nave que me trajo hasta acá.— No obtuvo algún comentario por lo que siguió— La dejé escondida en un bosque, podremos volver a casa.

Inmediatamente Jimin abrió sus ojos felinos y su cola se tensó. Yoongi no fue diferente, este empuñó sus dedos.

—No.

—¿Cómo no? —el otro gatuno movió su cola curioso.

—Mi familia ya viene en camino. Regresa tú, nosotros te alcanzaremos.

—¿Y dejarte solo con estos humanos? No, ni lo pienses. Me quedaré contigo para cuidarte.

—Puedo cuidarme solo. Y si necesitara ayuda iría tras Yoongi hyung. —Jimin abrazó por la cintura al pálido, escondiendo parte de su rostro en su pecho.

La antes energética cola se detuvo al ver esa imagen. Tragó saliva para interrumpir, —¡Es un humano! No puedes confiar en ellos, en nadie que no sea de nuestra especie.

—Los humanos son buenos. —dijo frotando su rostro mientras olía la rica loción a café natural que emanaba Yoongi.

—¡Aléjate de mi novio!

El felino rubio se puso de pie decidido a ir por Jimin, pero este último solo cambió su expresión a una de molestia.

—¡No somos novios! Pensé que ya lo habías superado. —bufó, cruzándose de brazos de manera que se vio tierno.

—No lo niegues, bien que me amas.

—Uno, no me gustas. Dos, si me gustaras no sería tu novio porque estaría traicionando a Changkyun hyung.

El gatuno llamado Wonho alzó sus orejitas tras escuchar tan reconocido nombre. Involuntariamente su colita comenzó a agitarse sutilmente de un lado a otro. —K-Kyun...

—Lo ve hyung, le gusta. Pero no lo admite y por eso trata de evadir ese tema usándome.

Yoongi quien permaneció en silencio hasta el momento, acarició la parte dorsal de la orejita felpuda, ---No sé qué pasa con exactitud, pero...

—Puedes quedarte el tiempo que necesites. —complementó Namjoon. Yoongi lo fulminó con la mirada e iba a reiterar pero Hoseok fue más rápido.

—Por supuesto. No hay ningún problema, además, es mejor que te quedes aquí y no afuera en donde pueden descubrirte.

Min posó su vista sobre Jimin, quien estaba de brazos cruzados haciendo un lindo puchero, después de unos segundos soltó el aire retenido. —Está bien. ¡Pero dormirás en el sofá!

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