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•009•

—No entiendo cuál era la necesidad de dejarte conmigo. —vociferó Jimin de mala gana sin verlo— Te podrías haber quedado en casa.

—¿Acaso no ves mi entusiasmo al estar aquí? Tu tonto humano se dejó influir por la idea del otro tonto. Pero el lado bueno de todo esto es que estoy contigo.

—Hablo en serio Lee Ho Seok.

—Yo también, en estos seis días... —Jimin se paró en su lugar mientras que Wonho lo observaba desde la silla.

—No Wonho. Hablo en serio sobre Changkyun, él te ama. Además, yo no te veo con otro cariño más que amigos. ¿Podrías entender eso de una buena vez? —lloriqueó.

—Jimin, ¿acaso alguien más ya ocupa tu corazón?

Jimin arrugó su pequeña nariz mientras una clara imagen del humano fantasma pasaba frente sus ojos, se ruborizó velozmente y con sus manos cubrió su rostro.

—Lo sabía... ¿A-acaso es?...

Los ojos de Wonho se posaron sobre la mano que rodeaba la cintura de Park, y de inmediato subió sus felinos ojos para encontrarse con una cabellera desconocida.

—Yugyeom.

Hoseok el gato mostró sus pequeños colmillos en forma de amenaza. —¿Y tú quién meow eres?

Jimin estaba inmóvil no por el hecho de que lo tuviera agarrado de la cintura sino que si esa mano se atrevía a bajar un poco más descubriría su colita. Tenía sus dos manos sobre su pecho mentalizándose sobre qué hacer en ese tipo de situación.

—Ya te lo dije, idiota. Soy Yugyeom, el futuro novio de esta belleza. —decía mientras atraía más a Jimin a su delgado cuerpo.

—Déjalo. —Wonho se puso de pie, debía controlar el impulso de sacar sus garritas y destrozar ese rostro.

—No veo que se queje. Ademá-... —Yugyeom cortó sus palabras por falta de aire y un dolor brutal, por instinto llevó ambas manos a su abdomen para calmar el dolor.

—¿Podrías dejar de tocar a mi hermano con tus sucias manos?

—¡No tenías que golpearlo, tonto! —Rápidamente se acercó a auxiliarlo el pelinegro de orejitas.

Wonho estaba asombrado, no pensaba que el tiempo pasaría tan rápido. —Son u-ustedes...

—¡Jin, Kookie, TaeTae!

Gritaron ambos gatunos lanzándose sobre sus amigos queridos.

—Realmente son ustedes. Qué rápido están acá. ¿Hace cuánto llegaron? —inquirió Jimin sin dejar de abrazarlos.

—¡Me asfixias! Oh, gracias. Hace como... —vio su muñeca— ...veinte rocas celestes.

—Tres horas. —aclaró el mayor de todos.

—¿Y hasta ahorita se dignan a venir a mí?

—Más respeto. Aterrizamos lejos de aquí, tuvimos que tomar transporte para llegar. —dijo SeokJin acomodando su gorra rosada. El mayor miró fríamente a Hoseok, este agachó su cabeza en forma de regaño, —Con que eras tú... Me alegra que estés bien pero no creas que se librarán de esta.

Wonho pudo ver una leve sonrisa en el rostro del mayor, dándole miedo en cierta forma. Taehyung se acercó al chico pelinegro, poniéndose a la altura de este quien se encontraba arqueado por el dolor abdominal.

—Disculpa a Kookie, se enfurece si tocan a nuestro Jiminie. —decía tratando de ayudarlo.

Yugyeom retrocedió por instinto unos pasos asustado al ver unos grandes ojos frente a él. Negando con su cabeza, se reincorporó.