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—Oye Yoongi humano.

Yoongi dejó un momento lo que estaba haciendo para enfocarse en el gatuno. Jimin se encontraba moviendo sus pies encima de un pequeño árbol que siempre ha estado en el jardín mientras él tendía las prendas de ambos.

—¿Qué son las estrellas para ti? —inquirió alzando su brazo en dirección del cielo, estaba despejado transmitiendo paz y tranquilidad. Pintado de naranja y amarillo trayendo consigo la noche.

—Bolas de fuego.

Jimin le miró buscando indicio de burla, pero soltó una risilla moviendo su colita al darse cuenta que era en serio su respuesta.

—No hyung. Sé más creativo.

Tendió el último pantalón de lona agotado, apoyando su brazo en el tronco del árbol para recuperarse. —Bueno, de pequeño me enseñaron a que eran bolas de fuego. No soy como Namjoon que te aseguro se sabe todos los nombres de las estrellas.

Jimin bajó con cuidado y por supuesto con la ayuda de Yoon quien lo sostuvo de su cintura.

—Pero mi abuela me dijo una vez que las estrellas son las almas de las personas. Decía algo absurdo que desde el cielo nos cuidan y esas cosas. —prosiguió Min.

Los ojos felinos y de color avellanados de Jimin brillaron al escuchar dicho relato.

—¡Mamá decía algo similar! Las estrellas representan los recuerdos tanto de la persona que pasó a la otra vida como de las que la recuerdan. Pero... ¿has oído de las estrellas que desaparecen?

—¿Desaparecen? En realidad nunca me he fijado en una a tal punto de observarla todos los días, Minnie.

Jimin hizo un puchero. —Esas estrellas olvidadas significan que las personas junto a sus recuerdos han sido abandonadas y nadie se recuerda de sus esencias.

Yoongi pudo notar el cambio de humor de Jimin ya que sus orejitas se escondieron entre sus cabellos y su cola dejó de bailar.

—¿Eso te dijo tu mamá?

—Me lo dijo cuando mi abuela falleció... y antes de que ella y padre lo hicieran también.

Toda la atención de Min Yoongi se posó sobre Jimin. No conocía esa parte de la historia del menor. Quería preguntar sí, pero sentía que presionaría a lo gatuno.

—¿Sabes? —Jimin alzó sus órbitas en dirección del humano.— Las cosas y objetos tienen diferentes significados dependiendo de la persona. Yo creía lo que me decía mi abuela, pero siento que los buenos recuerdos quedan en el corazón y en el cerebro claro. —se río mostrando sus encillas.

Yoongi señaló primero el pecho de Jimin, luego subió y tocó con leve fuerza la frente del felino. Jimin cada día aprendía cosas nuevas de Yoongi. Era súper inteligente y eso le encantaba. Además que le hacía sentir mejor.

—Tienes razón, humano. ¿Y las estrellas fugaces?

—Namjoon dice que son naves espaciales compitiendo como carreritas.

Ambos soltaron sus risas apreciándose el uno al otro.

—Las estrellas fugaces se conocen por traer buena suerte. Con mis amigos siempre pedimos un deseo. Aunque la mayor parte del tiempo son meteoritos.

—¿En serio?

—Síp. Quiero ver una para pedir un deseo.

—¿Cuál deseo? —Yoon acarició las orejitas del contrario haciéndolo ronronear.

—¡Si lo digo no se hará real, humano!

Yoongi asintió comprensivo, recordando aquella estrella fugaz que vio cuando caminaba por la cabaña del moreno.

—Ahora vamos dentro que se está poniendo helado acá fuera.

El gatuno recogió el canasto vacío de ropa yendo primero por el jardín. Sin embargo, fue detenido por el pálido quien lo giró con cuidado.

—H-Hyung...

Estaba muy cerca de él. Yoongi recordó el primer día en el cual conoció a Jimin, fue el mismo día en que vio dicha bolas de fuego. Sus facciones seguían siendo delicadas y creía necesario admirarlas cuanto pudiera.

—Encontré un par de estrellas que nunca quiero perder. —dijo viendo directamente a los ojos de Jimin.

El felino sintió su mofletes arder. Pensar que Yoongi el primer día lo tiró de la cama y ahora dormían abrazados era totalmente diferente. Realmente se sentía como en casa.

Yo encontré mi universo. —Jimin rodeó el cuello del mayor por dos centímetros.— ¿Lo sabes?

—Lo sé.

Yoongi juntó sus labios con los abultados del menor. Disfrutando de la torpeza del menor, sonriendo entre cortes y admirando las pecas que poseía el felino. Poco a poco se fue incrementando el beso, que Yoon pidió permiso con su lengua para entrar y Jimin accedió con un quejido. Sin embargo, frenaron al momento en que Jimin se dobló de dolor. De nuevo sentía ese mal estar por debajo de su ombligo.


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Yoonmin porque sí, porque es vida. :D

Tengo que estudiar que mañana tengo corto de física y la próxima semana tengo exámenes parcialeeees. Lloro.

Chau, lávense las manos y quédense en su jaus.

|| Subí esto porque esta historia chafa llegó a 1K || Gracias por todo, perdón por tan poco. 💓

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