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•017•

Una vez el silencio reinó en el hogar, Wonho decidió salir con cuidado. Había cubierto sus orejas para evitar escuchar los sollozos de sus amigos. Tuvo razón en que los guardias revisarían la pequeña casa, y por suerte no se les ocurrió levantar la alfombra. Antes había pensando en esconderse en un gabinete, menos mal no lo hizo porque poco pudo escuchar que estos fueron abiertos.

Caminó con cuidado viendo oscuro gracias a que las cortinas seguían corridas. Se apresuró a colocarse sus zapatos seguido de amarrarse su cola como cinturón y colocarse un gorro de Jimin. Abrió la puerta corriendo lo más que pudo en una dirección.

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Yoongi recibió el cartón de leche de fresa de la máquina expendedora, lo guardó en su mochila con cuidado de que no se aplastara.

—Dale un suspiro a la pobre. Todos los días la vacías sin dejar algo para los demás. —rió Hoseok tomando un chocolate.

—A Jimin le gusta mucho esta marca. —respondió levantando ambos hombros.

—Estás igual a Namjoon que siempre compra dulces ácidos para Jin.

—A Jin le gustan, no puedo negarme. —el moreno mostró sus hoyuelos.

Entre risas caminaron a recibir su última clase: inglés. Namjoon era un experto en el idioma y aún así tomaba el curso para acompañar a los otros dos.

—Oye, deja ya el celular, bro. Ella clase está a punto de comenzar.

—Qué raro. —ambos miraron a Nam.— SeokJin no me ha mandando ni un mensaje.

—¿Y qué tiene eso de extraño? Tal vez está ocupado jugando a destrozar los peluches que le das con sus colmillos. —Hoseok rió contagiando a sus amigos.

—Tienes razón. —guardó su celular y los tres entraron al salón.

Por otro lado de la Universidad, Wonho tomó un descanso viendo el inmenso lugar. ¿Dónde encontraría a esos humanos tontos? Solo conocía la cafetería, por lo que fue a ese lugar esperando que se encontraran ahí. Pero fue en vano al llegar y ver a unas cuantas personas esperando. Bufó pensando qué harían sus amigos en ese momento.

Decidió como última oportunidad ir buscando de salón en salón. Comenzó por el primer nivel, sus mejillas estaban rosadas al recibir tanta atención en cada clase. Así fue en el segundo nivel, hasta que llegó al tercero ya cansado. Necesitaba agua, estaba jadeando mientras maldecía ser un gato en esos momentos.

Al lado de los sanitarios había una fuente, según Wonho, que sacaba agua. Lo había aprendido observando a un humano, sin embargo, cuando él se acercó abrió su boca esperando el agua, sin saber que debía presionar un botón.

—Necesitas empujar este botón. —Wonho reconoció dicha voz que casi se hecha a llorar en ese lugar.— ¿Wonho? ¿Qué estás haciendo aquí?

—¡Namjoon!

El moreno sintió un dolor que irradiaba por todo su corazón al escuchar lo narrado por el felino.

—... entonces Jin meow se iba a entregar, pero a mí se me ocurrió un plan. Vestimos al tonto humano Yugyeom como nosotros y se fue en mi lugar. Yo me escondí en un agujero que por supuesto no hizo Tae, y esperé hasta que se fueran. Entonces acá me ves, pero ahí no termina mi plan. Escucha, tengo mi nave escondida por un bosque. Pero te preguntarás ¿cuál de todos? Y la verdad no sé cuál sea, pero la puedo rastrear con mi celular y podemos ir a rescatar a los demás.

Namjoon sentía sus rodillas perder fuerza que tuvo que ser sostenido por el felino quien chillaba por tanto peso encima de él. Wonho lo colocó sobre la pared para darle una cachetada que por suerte nadie vio ya que era hora de clase. El Moreno volvió a la realidad.

—Vamos.

Wonho iba detrás de Nam quien entró a un salón importándole poco la presencia de la catedrática. Sus amigos le vieron confundidos y una vez este tomó sus cosas le siguieron. Ignoraron el reproche, en inglés, saliendo de la clase encontrándose con el felino.

—¿Wonho?

Yoongi y Hoseok no sabían qué pasaba. Solo seguían corriendo detrás de los otros dos. Una vez llegaron al parqueo frenaron.

—¿Dónde está tu carro? —Yoon frunció su ceño sacando las llaves de su vehículo.

—No te diré hasta que me digas que mierda está pasando.

—Les explicaré una vez estemos en marcha. Ahora debemos apresurarnos. —dijo Wonho decidido.

—¿J-Jimin...?

—Todos.

Esto bastó para que Yoongi corriera a donde se encontraba estacionado su carro. Trató de desbloquearlo pero los nervios lo traicionaron. Hoseok tomó las llaves con una sonrisa. —Yo conduciré.

Wonho iba de copiloto dándole instrucciones de la ubicación de la nave. Mientras narraba lo sucedido, agregó que Jimin se había desmayado pero que estaba estable.

—¿Y qué hacía el imbécil de Yugyeom ahí?

—Supongo que iba por Jungkook, otra historia. Pero gracias a él estoy acá.

Alrededor de media hora pasó para que llegasen al bosque. Wonho sacó parte de su naturaleza y en cuatro patas corrió a donde marcaba su celular.

En un gran agujero yacía una nave escondida de hojas y demás, Wonho bajó para limpiar las ramas y hojas secas. Abrió la cápsula ingresando.

—¿Qué esperan?

Los humanos se adentraron de a poco. Estaban asombrados por dicha máquina. Namjoon trató de animarse, pero fue en vano al recordar que su chico estaba volando en el espacio, lejos de él.

Wonho cerró la nave, tocando varios botones de luces. —Les aconsejo que tomen asiento y se coloquen el cinturón. El despegue es el más fuerte, pero una vez pasemos la exósfera podrán ponerse de pie.

—¿Y no necesitaremos un casco para respirar? —preguntó asustado Hoseok.

—Recuerden que Bughyu es similar a La Tierra, no les hará daño. —Wonho volteó a ver a los humanos. Hoseok ya estaba listo, y los otros dos torpemente se abrochaban el cinturón.— No se preocupen, los traeremos de vuelta.

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Ay, pobres. :(