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Yoongi siempre presta atención a su clase de cálculo uno, pero por primera vez andaba en las estrellas. ¿El motivo? Esa mañana fue un poco diferente a lo habitual, es decir, ya se había acostumbrado a despertar con Jimin a su lado y acariciar sus orejitas. El único pequeño gran detalle de este día fue que el felino cuando despertó le dio besitos consecutivos por todo su rostro. No sabía qué había hecho para recibirlos, pero no se quejaba para nada.

—Yoon. —Nam pateó la canasta del escritorio despertándolo. La catedrática se acercaba con un ceño no muy amigable.

—Joven Min. ¿Cuánto ha avanzado con el ejercicio?

Lo que faltaba. Yoongi no sabía a qué se refería. Se terminó enterando por otros compañeros quienes le señalaron el pizarrón un problema planteado.

No respondió esperando a que lo dejase en paz. —Últimamente se encuentra muy distraído. ¿No estará usted en otro planeta?

Sin darse cuenta sonrió mostrando un poco su sencillas al recordar el lindo alíen en su casa.

—La respuesta es 12.34 —Namjoon se levantó de su asiento dirigiendo al frente de la clase para resolver la integral.

Yoongi agradeció a su salvador para ahora si continuar su día normal.

^•-•^

Yugyeom había salido mucho antes de clases ya que sus últimos catedráticos estaban en reunión. Así que ese tiempo ya sabía en qué gastarlo. Cruzó las calles tratando de recordar el recorrido, partiendo del supermercado para luego encontrar al labrador entre otros lugares.

Nervioso y nervioso tocó el timbre. A diferencia de la otra vez, en esta ocasión sí le respondieron rápido.

—¿Yugyeom? —del lado interno se encontraba Jimin con pintura en su rostro.— ¿Qué haces acá? ¿Cómo llegaste?

—Hola, tanto tiempo sin vernos. Eh, la verdad Yoongi me lo dijo. —mintió. No quería sonar como un acosador al seguir a los chicos de la vez pasada.

Jimin alzó sus orejitas sin darse cuenta al escuchar dicho nombre. Yugyeom las observó sorprendido e inmediatamente el gatuno las escondió maldiciendo por dentro.

—¿Qué te trae por aquí?

—Oh, pues... quería hablar con Jungkook. —dijo sonrojándose. Jimin ladeó su cabeza buscando algún indicio de broma.

—¿Qué haces en la puerta? Ve adentro, tonto... —Los felinos se dieron cuenta que era muy tarde para ocultar la verdad. Wonho tenía expuesta sus orejas y cola. Yugyeom no podía dejar de ver a ambos.

—¿Tienen una fiesta de disfraces? —comentó sonriendo. Tratando de olvidar las preguntas en su cabeza.

—Algo así. Ya sabes, estar en casa todo el tiempo aburre.

—¿Qué hace él acá? —El de cabello rubio con celeste señaló sin importar al pelinegro.

—¿Está Jungkook?

—Sí, pero para ti no. —se cruzó de brazos.

Ninguno de los tres pensaba abandonar su posición. Sin embargo, otro felino se acercó con rapidez a la entrada jalando a los de su misma especie y viendo al humano confundido, aún así lo arrastró hacia dentro.

—Meow. —Los felinos chillaron porque habían sido jalados de sus colitas.— ¿Y ahora a ti qué te pasa, bola de pelos? —Wonho dijo viendo cómo Jin cerraba las cortinas por completo dejando oscura el hogar.

El mayor pidió silencio absoluto yendo a cerrar con seguro la puerta trasera. También trajo consigo a los dos faltantes: Tae y Jungkook quienes hace poco estaban cocinando un pastel que vieron por la televisión. Los últimos cubiertos con harina, huevo, turrón y más ingredientes.

—¿Qué sucede, Jin meow? —Jungkook se sentó de golpe al lado de Tae mientras ambos sobaban sus colitas.

Yugyeom no entendía, ó al menos trataba de no confirmar sus sospechas y seguir fingiendo. Es decir, el otro día pudo notar los colmillos filosos. Y hoy, describió orejas y colas. Incluso el día de su golpiza notó una pequeña gran diferencia entre ellos. Aún así, no podía despegar su vista del pelinegro.

—Yugyeom, ¿no es así? —SeokJin al fin tomó asiento un poco más calmado.— Escucha, tal vez ya te habrás dado cuenta. Ahora no hay tiempo para explicaciones, necesito que nos ayudes.

—¿Q-Qué son... ustedes?

—Eso no importa. Por favor dime si nos ayudarás. —Yugyeom tragó con dificultad asistiendo consternado.— Perfecto. Necesito que salgas por detrás y vayas en busca de Namjoon. Lo más pronto posible que puedas.

—¿N-Namjoon?

—Sí sí, es mi pareja. —Yug abrió sus ojos sorprendido. Pues claro, era obvio que el grupo de Yoongi conocía este gran secreto.— ¿Lo harás?

—Jin, tengo miedo. Por favor no me digas que son ellos. —Jimin se acercó vulnerable, casi apunto de caerse del shock. Odiaba que su especie fuese muy sentimental.

Yugyeom se puso de pie al darse cuenta que estaba rodeado de lo que fuesen apunto de crear un mar de lágrimas. Caminó decidido a la puerta trasera, sin embargo terminó en el suelo del susto al encontrarse a una persona tratando de ver por la ventana de atrás.

—No podré salir. Hay alguien ahí. —Yugyeom susurró lo más que pudo. Esperaba que no lo hayan visto.

Seok chasqueó su lengua. No podía llamar a su novio porque al usar su celular solo afirmarían su ubicación. El tiempo se les acaba, ahora la puerta esperaba en ser atendida. Parecía una película de terror.

—¿Nos llevarán a Bughyu? —Tae abrazó a Jungkook quien estaba con su rostro húmedo.

—¡Abran la puerta en este instante! Sabemos que Kim SeokJin se encuentra dentro.

Yugyeom era el más confundido que no le permitían pensar con claridad. Pero aún así pudo atrapar a Jimin quien se desmayó de golpe. El mayor se acercó a auxiliarlo, calmando a Yug al mismo tiempo.

—Creo que solo me buscan a mí. Me entregaré.

Los gatunos menores negaron en lágrimas. El único que no se encontraba llorando era Wonho, en realidad este se miraba muy pensativo.

—Tengo una idea.

^•o•^

A pesar de la situación Jungkook soltó una risa al colocarle unas orejas falsas a Yugyeom. El plan de Wonho involucraba transformar o aparentar que el humano se viese como uno de ellos.

—¿Son muy afilados? —Yug señaló los colmillos del contrario.

—Muy muy afilados. Grr~ —Kookie alzó parte de su labio superior viéndose aterrador, según él.

Jimin seguía inconsciente sobre el sofá más grande mientras Jin repasaba el plan. Por otro lado, Tae y Wonho se encontraban en la cocina.

—¿Cuándo hiciste esto? ¿Y sí sabes que estarás en problemas cuando lo descubran? —preguntó el rubio celeste viendo el agujero en el suelo.

—Un día me pareció ver un pequeño ratón y empecé a cabar, luego me di cuenta de lo que había hecho. Pero mira, solo pongo la alfombra acá y no se ve.

Wonho rodó los ojos. No podía creer que terminó siendo amigo de alguien como él. Se adentró al agujero con cuidado y Tae se despidió de él con pequeñas lágrimas moviendo su mano. La alfombra fue puesta de nuevo encima.

Tae corrió a la sala avisando que ya estaba listo parte del plan. Y una vez hecho esto, todos se sentaron esperando la intervención de los guardias.

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Adivinen quién tiene miedo de perder el año jajs Chauuu.

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