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—¿Qué se supone que es esto? —dijo Yoongi sin dejar de entrar. Estaba un poco asombrado, pero no lo suficiente para entrar en shock como sus amigos.

Jimin extendió sus brazos dispuesto a abrazar al mayor, y fue correspondido.

—¡Hyung, mi familia ya está aquí! —Jimin los presentó entre sí.

—Disculpen la intromisión a su planeta. Nosotros venimos de Bughyu con la intención de rescatar a nuestro Jiminnie.

Los ojos del moreno se posaron completamente en ese gatuno castaño. Su pelaje era brilloso y algo sedoso. Sin obviar sus gruesos labios y delgados colmillos que resaltaban a la hora de hablar. Se pellizcó volviendo a la realidad.

—Oh, bienvenidos. Perdonen el desorden, pero la culpa la tiene este gatito. —Yoongi revolvió los mechones y orejitas castañas haciendo reír al menor.

Pero sus risas acabaron cuando ya tenía enfrente de él a dos gatunos viéndolo detenidamente.

—Te pareces a un gato. A ver, di miau. —La ilusión de Tae se rompió al ser empujado por Jungkook.

—¿Qué intenciones tienes con nuestro Mochi?

SeokJin se puso de pie retirando a ambos menores del espacio del dueño de la casa e inmediatamente él ya estaba siendo invadido por un humano muy rudo, a su parecer.

—Soy Kim Namjoon. Un gusto conocerte, digo, conocerlos. Espero se queden un buen tiempo y así podamos conversar. —el moreno extendió su mano en forma de saludo y algo extrañado Jin la aceptó. Namjoon juró nunca más lavarse esa mano.

Todo el ambiente era agradable y las pláticas empezaron cuando todos ya se encontraban sentados dispersos en la sala y comedor. Jimin y Hoseok emocionados les mostraban el lugar a sus amigos mientras que Jin recababa información con Yoongi y Namjoon. Todos se divertían a excepción de Wonho quien estaba sentado viendo televisión. Al poco tiempo, sin darse cuenta ya tenía a su lado al mayor de todos.

—¿Vienes a regañarme más? —decía cambiando de canal.

—Yo no, pero alguien quiere hablarte. —Hasta ese momento notó que en las manos de Jin había un celular. Se señaló dudoso y luego recibió dicho comunicador. Sus ojitos brillaron al escuchar la voz de Changkyun.

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La cena llegó y era obvio que Namjoon y Hoseok se quedarían a dormir. Aunque la casa no fuese tan grande, ya encontrarían la manera de estar todos cómodos.

—...Y entonces nunca volví a confiar en Namjoon desde que me dejó olvidado en la gasolinera. —narraba Hoseok ocultando su sonrisa detrás de su mano.

Todos estaban que explotaban de risas al contar sus anécdotas. Incluso Wonho se notaba más alegre.

—¿Y cuánto tiempo se quedarán? —añadió Namjoon escapando del tema anterior. Tanto Jimin como Yoongi estaban atentos a la respuesta.

—Dos semanas. Ese es el tiempo que tarda la nave en recargar gasolina.

—¿Y a todo esto dónde dejaron su carrito? —Hoseok retiró su plato una vez vacío.

Jungkook y Taehyung soltaron unas risillas antes de que SeokJin respondiera. —Aterrizamos cerca de un área boscosa, creo que está muy bien escondida.

Los humanos asistieron y el tiempo entre charla en charla se pasó volando hasta caer rendidos en donde pudiesen.

SeokJin, se quedó dormido sobre la alfombra enrollando su cola en su cintura mientras su espalda quedaba encorvada cual bebé. Namjoon fingió estar en su tercer sueño, pues al rato se encontraba al lado del felino mayor mientras admiraba las orejas de este.

Por otro lado, los menores tanto Jungkook como Wonho se durmiendo encima del recostadero del sillón. Su instinto de gato les ganó esa noche. Taehyung río triunfante al conseguir un espacio en el sillón individual y debajo de este, cerca de sus pies, Hoseok tiró una almohada junto a una cobija.

Yoongi a pesar de tener su propio cuarto, decidió dormir en la sala junto a sus viejos y nuevos amigos. Igual que Jimin quién usualmente dormía con el mayor. Ganaron el sofá de tres piezas en el cual Yoongi estaba acostado boca arriba con los ojos cerrados. Park había ido por algo de beber.

Abriendo sus ojos con rapidez, Yoongi se ruborizó al darse cuenta que Jimin se encontraba sentado encima suyo. No podía creer tal imagen que se restregó sus ojos.

—Humano hyung —Jimin dijo casi inaudible. No quería despertar a los demás.

Yoongi estaba perdido en la voz de Jimin. Agregando que se veía tan inocente con sus orejas tímidas.

—¿Q-qué ocurre? —pudo musitar.

Jimin se movió solo un poco para reacomodarse. Claramente él no entendía que eso bastó para que Yoongi entrara en pánico. —Hyung, hace mucho calor.

De acuerdo. Esto había dado un giro tremendo. Min Yoongi no entendía lo que estaba ocurriendo ¿calor? Pero si el aire acondicionado estaba puesto y si no tenían cobija.

—¿Tienes fiebre? —Rápidamente y como pudo se sentó aun teniendo a Jimin encima de él.

El gatuno cerró sus ojos al sentir una mano sobre su frente. Yoongi no notó síntomas de fiebre. Un poco más aliviado de que el menor no estuviese enfermo. Sin embargo, recapacitó las palabras y sus mejillas yacían pintadas de un color rosado. Agradecía que fuese de noche.

—Tengo agua fría, ¿quieres un poco? —Jimin negó.

—No sé qué me pasa hyung, pero también me duele aquí. —llevó sus pequeñas manos un poco más abajo de su hipogastrio.

Yoongi no entendía qué pasaba. Por lo que decidió atraer a Jimin a él para sobar sus mechones y orejitas. Recostándose mejor en el respaldo del sillón. Al poco rato escuchó ronroneos. Jimin se había quedado dormido y él muy confundido.

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NO SÉ QUÉ ESCRIBÍ JAJAJAJAJA
A ver cuándo sigo escribiendo esta historia, chau. :D

F por los comentarios perdidos.