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Los rayos del sol hicieron que la naricita de Jimin se encogiera en una expresión tierna, además que fue el culpable de su amanecer. Estiró sus brazos y luego movió sus orejitas y cola al mismo tiempo que bostezaba.

Se sintió triste al recordar que no se encontraba en su hogar. Si no que ahora estaba en La Tierra, en el hogar de Yoongi el humano que no le creía nada. Sus orejas se movieron al escuchar la voz gruesa del pálido en la sala y sonrió decidido a ir.

—No, no llegaré tarde. Bueno, adiós. —Suga colgó a sus amigos y se sorprendió al ver al castaño asomado por la puerta, sonrió y lo invitó a desayunar.

Jimin tomó unas tostadas con mermelada, le recordaba a los desayunos que Jin hyung les preparaba a él y sus amigos. Este recuerdo lo hizo bajar sus orejitas y el dueño notó la acción.

—¿Ocurre algo, gatito?

Alzó su vista y negó. —Estoy bien, y me alegra que al fin entendiera que soy un gato.

—¿Sigues con eso? Pensé que estando sobrio aceptarías que era una broma. Aunque sigo insistiendo que compraré uno de esos ¿se adaptan a tus emociones?

Jimin se levantó de la mesa con un puchero y se acercó a Yoongi. —No es un disfraz, de verdad son mías, y no las compré yo, nací con ellas. De verdad, por favor créame. —De nuevo tomó su mano y la guió a sus orejitas. Ahora con cuidado Min tiró de ellas y pudo ver como estas estaban literalmente adheridas a su piel. Sorprendido quiso decir algo pero el castaño fue más rápido y mostró su colita moviéndola como fideo, Jimin levantó su pijama y se pudo ver como la cola también estaba adherida a su sacro. Para terminar de convencerlo, aunque ya estaba hecho, Jimin alzó su pequeña mano y de sus deditos pudo ver como sus uñas se convertían en garritas sin problema.

—¿Q-qué cosa eres tú? —Jimin se sintió ofendido, pero recordó las clases que recibía, en una de ellas aprendió que no todos estaban consientes de la existencia de otros seres en distintos planetas.

—Ya le dije, humano. Soy Park Jimin, y soy de Bughyu.

—¿Eres un tipo de alíenigena? —Suga con curiosidad acercó su mano de nuevo a las orejitas, acariciándolas con cuidado provocando que el gatito tuviera el instinto de acurrucarse en él.

—¿Alíenigena? Uh, Taehyung me comentó que así nos decían, supongo que sí.

—¿C-cómo es que estás acá? ¿Taehyung? Eso quiere decir que hay más de ustedes... ¿Nos invaden!

Jimin rió divertido, Yoongi era muy exagerado y dramático.

—Uh... bueno eso.... Estaba jugando con mis amigos, Taehyung y Jungkook, y nos aburrimos así que vimos la nave que TaeMin había reparado, jugando a que descubríamos nuevos planetas. En fin, yo estaba conduciendo ya que como era pequeña solo cabía yo, así que por accidente presioné uno de los miles botones que parpadeaban y terminé aquí. Y no, no los invadimos, es más, creo que los demás no saben de su especie. —dijo con una sonrisa. Yoongi procesaba la información con cuidado de no olvidar algún detalle.

—¿Es difícil mover tus orejitas?

—¿Qué? De todo lo que te dije ¿no preguntará nada más excepto por mis orejitas?

Suga negó. —Te creo, aunque parezca un loco. Namjoon sabe mucho de eso y nos ha contado a Hoseok y a mi. —la alarma de su celular sonó y maldijo, debía llegar a la Universidad y ahora no sabía qué hacer con el alíenigena.

—Por si te lo preguntas, no, no tengo a dónde ir porque no conozco tu mundo. Pero puedo esperarte en casa.

—Oh no, tú no te quedarás ¿qué si alguien toca y te ve con orejas? No es normal, vendrás conmigo.

Jimin asintió feliz, le emocionaba la idea de acompañar al humano en su día. Corrió a ponerse su ropa normal y dispuesto a salir fue detenido por el pálido. Este regresó a su cuarto y ya de vuelta colocó un gorro de color gris sobre la cabeza del castaño ocultando las orejitas, con la cola lo que hizo fue amarrarla como si fuese un cinturón.

|♡|

Taehyung corrió detrás del pelirrojo empujando a algunos gatunos sin cuidado. Lo siguió con una sonrisa hasta que llegaron a la casa del rubio.

—Ya venimos~

—¿Ustedes otra vez? Ya les dije que todavía no está lista.

—¡Pero Jin-meow! ¡Jiminie está en La Tierra solito, debemos ir por él! —El de mechones verdes mostró su puchero en vano pues en Jin no hacían efecto.

El mayor suspiró comprensivo, —Eso debieron pensar antes de jugar con la nave. Tiene suerte que su destino fuera La Tierra y no otro planeta.

—¿Por qué? —preguntaron al mismo tiempo.

—La Tierra es el planeta que más se parece al nuestro, por eso no me preocupo tanto. Lo único que sí, es que no sé qué dirán los Humanos al ver a un Glossie en su territorio, ni siquiera sé si nos conocen.

—¿Qué es un Humano?

—¿A qué van a la Universidad? —Seokjin les dio el sermón de que poner atención es importante, les dio consejos entre otras cosas. Fue en vano sabiendo que sus palabras entraban por un oído e inmediatamente salían por el otro.

Y mientras hablaba, llegaron a una pequeña estantería que el rubio tenía en su hogar. Tomó unos cuantos libros para después colocarlos con cuidado sobre la alfombra suave de su sala.

Jungkook eligió uno de portada celeste con muchos planetas en él, al sonreír mostró sus pequeños colmillos y corrió a tomar asiento. Por otro lado, Taehyung ya estaba tirado boca arriba con un gran libro atrapado con sus garritas para evitar que se le cayera en su rostro.

Seokjin sonrió al ver como ambas colas se movían alegremente, al menos pudo entretener a los revoltosos y así continuar arreglando la máquina en su patio. Solo esperaba no demorar mucho.

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